El Ministerio de Educación de La Nación Argentina tiene un sitio web o portal educativo llamado Educ.ar con recursos y propuestas didácticas de diferentes espacios curriculares para docentes, estudiantes, familias e investigadores. En general, el material publicado es de buena calidad académica, científica y teórica. Sin embargo, llama negativamente la atención la SECUENCIA DIDÁCTICA NÚMERO 1122, titulada “Minería argentina”. En dicho artículo, el Ministerio de Educación de la Nación propone actividades escolares utilizando el discurso publicitario y la mirada ideológico-científica de las corporaciones mineras y hasta invita a los estudiantes a realizar spots publicitarios para promover la “minería sustentable”.
Por docentes de la Asamblea de Vecinos Autoconvocados por el NO A LA MINA de Esquel
La secuencia didáctica “Minería argentina” está diseñada a la medida del discurso propagandístico de las empresas mineras, puede verse en: mapoteca.educ.ar. En el sitio registran como autor de la misma a Alejandro Abrashkin y bajo el rótulo “Coordinación” consignan a Luisa Rebagliati.
En principio, establece como tema “la minería”, poniendo al mismo nivel la extracción de piedras o materiales para la construcción y la extracción de metales y de materiales radiactivos ( la segunda actividad dice: “Elaboren una lista con todos los productos que se obtienen en la minería argentina como, por ejemplo, piedra para construcción, talco, yeso, carbón, cuarzo, uranio, hierro, cobre, oro…”).
Sabemos que las corporaciones mineras usan la estrategia de “poner en la misma bolsa” la minería tradicional de piedras y la megaminería metalífera y de radiactivos para confundir a quienes no conocen la diferencia y así generar una imagen positiva sobre el segundo tipo. Actualmente, debido al agotamiento de las vetas y a la utilización de nuevas tecnologías más redituables para las empresas, la extracción de metales y materiales radioactivos debe realizarse a una enorme escala, utilizando gran cantidad de explosivos y sustancias químicas tóxicas, además de que requiere el consumo de gigantescas cantidades de agua. La megaminería metalífera y de radiactivos es el tipo de actividad que resulta cuestionada por las poblaciones cercanas a los yacimientos, porque genera gravísimos y devastadores impactos en el medioambiente y en la salud de las comunidades.
Además, la propuesta educativa plantea la actividad minera como “productiva”, cuando correspondería ubicarla como “extractiva”; ya que se extraen minerales presentes en el territorio generando graves consecuencias ambientales y sociales. No se lleva a cabo ningún proceso productivo en los yacimientos.
También se refiere a la “riquezas mineras” como “recursos distribuidos a lo largo del país que todavía no han sido explotados”. Ese modo de referirse a la Naturaleza es el de las empresas extractivas; de ningún modo se están teniendo en cuenta las concepciones que utilizan las numerosas asambleas ciudadanas, los pueblos originarios y los diversos colectivos que defienden la vida en los territorios. De hecho, existe un consenso entre quienes luchan contra el saqueo y la contaminación que producen las actividades extractivas para utilizar el concepto “bienes comunes” en referencia al territorio, al agua y al aire. Los cuales no deben ser considerados meros “recursos para explotar”, porque constituyen un patrimonio colectivo al que se debe preservar para garantizar la subsistencia de las actuales y futuras generaciones.
Por otra parte, el Ministerio de Educación hace referencia al falaz slogan de la “minería sustentable” que las corporaciones extractivistas utilizan para promocionar una actividad cuestionada, precisamente, porque no puede sustentarse en el tiempo. Las explotaciones tienen un tiempo finito de actividad: extraen los minerales, devastan el territorio y se van. Además, cabe señalar que arruinan las posibilidades para desarrollar otras actividades verdaderamente productivas como la agricultura, la ganadería y el turismo.
Finalmente, el Ministerio de Educación propone a los estudiantes que realicen un “spot publicitario que promueva el desarrollo de la minería sustentable practicada respetando el medio ambiente”. ¿Cómo el Ministerio de Educación de la Nación pretende que nuestros chicos se transformen en “promotores publicitarios” de una actividad contaminante, que genera múltiples conflictos socioambientales a lo largo de nuestro país? ¿Cómo puede plantearse la idea de “respeto por el medio ambiente” si en la misma secuencia didáctica no se hace referencia, ni se proponen materiales o consignas para investigar los aspectos ambientales involucrados en la minería? ¿Cómo el Ministerio de Educación puede avalar la publicidad engañosa de las corporaciones mineras para confundir a los niños y jóvenes de nuestro país, muchos de los cuales son o serán sujetos directamente damnificados por los efectos perniciosos de esa actividad saqueadora y contaminante?
Como “broche de oro”, la propuesta de educ.ar es ilustrada con una foto de un yacimiento de megaminería en la Provincia de San Juan. Si bien el epígrafe no señala qué yacimiento es, nos remite a sitios como Veladero, referencia permanente en estos días debido al derrame de un millar de litros de cianuro que se produjo en las instalaciones de Barrick Gold el pasado 13 de Septiembre, poniendo en peligro el agua y la vida de los pobladores de una amplia región de San Juan y la cuenca del río Jachal, perteneciente a la más extensa del río Colorado.
Resulta evidente que esta propuesta educativa ha sido dictada por los funcionarios de la Secretaría de Minería de la Nación que responden a los intereses de las grandes corporaciones mineras (se linkea el sitio de la Secretaría de Minería al pie del artículo); los mismos que operaron para que se prohibieran los Manuales de Educación Ambiental que este mismo Ministerio de Educación de Nación había publicado en 2011 y que nunca fueron distribuidos porque se mencionaban los aspectos negativos de las explotaciones megamineras y de los agrotóxicos. www.noalamina.org/mineria-argentina/item/7840-la-peligrosidad-de-la-educacion-ambiental
Definitivamente, esta secuencia didáctica carece de información científica confiable y de la mínima ética y responsabilidad social que deberían tener los materiales difundidos por el Ministerio de Educación de la Nación.