“Militante juvenil, hijo rioplatense de la trunca República de España, constructor de utopías incumplidas, regresó y pudo. Funda el legendario MACH y da la pelea contra el repositorio nuclear del Chubut, abraza la causa de las asambleas y los territorios y contagia con su efervescente prédica a las pequeñas ciudades amenazadas por la megaminería. Es el padre de la UAC y el referente más respetado hasta la fecha de la RENACE. Un verdadero guía de ejemplar conducta y de inquebrantable vocación militante”, dice en http://rodriguezpardo.blogspot.com . Si quieren saber más de Javier, métanse en ese blog.
Por Unión de Asambleas Ciudadanas – UAC
Y dice después:
“Un hombre clave para nuestro nuevo relato del siglo XXI dónde la ecología y el medio ambiente comienzan a hacer pesar su trascendente influencia.”
Y al final:
“El velorio es en la calle Córdoba 5080 ( Y Thames) CABA
desde las 12 hs del sábado hasta las 11hs del domingo donde luego se lo acompañará al cementerio de Chacarita”.
Pero Javier está vivo. Está vivo compartiendo la existencia con cada vez más miles y miles de personas que defienden el territorio porque son parte de la tierra, y porque saben que la vida es prestada y hay que cuidarla pa que la puedan vivir también los que vienen viniendo, es decir nuestra descendencia, es decir otra gente pero nosotros mismos, nuestro futuro.
Y quienes hoy defienden el territorio lo hacen pensando no solamente en los seres humanos, sino pensando y sintiendo todo lo que nos rodea. Eso es respetar la diversidad: respetar al resto, a quienes también habitan el mundo.
Respetar la diversidad no es hacer un esfuerzo light por respetar a los seres humanos que “no son gente como uno”.
Respetar la diversidad es respetar a todas las formas de vida.
Acá en este territorio que diríamos Argentina, pero más bien decimos Latinoamérica, y en todos los continentes, queremos cuidar el agua, esa vida concentrada que necesitamos todos: animales (nosotrxs incluídos) y plantas y.. y no tiene sentido extenderse más, porque sin agua este mundo no sería el que es.
Y en nuestra asamblea, ésa de cada uno de los tantos y tantos y tantos ciudades y pueblos que están en la UAC y muchísimos otros pueblos también, queremos cuidar el agua. Y Javier es uno de los que nos ayuda. Nos ayuda mucho. Ha estado con nosotros repartiendo volantes, nos ayudó a leer el estudio de impacto ambiental, fue a la asamblea en la plaza, discutió con toda su energía sobre las acciones a seguir, dió charlas, dió entrevistas, ayudó a escribir las cartas y denuncias, hasta escribió libros sobre estas cosas que nos pasan, y muchas cosas más, y lo va a seguir haciendo, marchó con nosotros. Va estar junto a nosotros en cada nueva acción que hagamos.
Gracias eternas Javier, por estar junto a nosotrxs en las Asambleas en cada territorio de este llamado sur del mundo.