En el marco de un cálido y colorido ambiente construido por más de 300 personas de diferentes asambleas y organizaciones sociales de todo el país, se llevó a cabo durante el 4, 5 y 6 de abril) el 6° Encuentro de la Unión de Asambleas Ciudadanas (U.A.C.) que esta vez se reunió en Capilla del Monte (Córdoba). La calidez del clima y la belleza del paisaje se combinaron con el clima de fraternidad, solidaridad y de diversidad sociocultural aportado por l@s asambleíst@s de todo el país para brindar un ambiente propicio para el intercambio de experiencias, la socialización de las luchas, el análisis colectivo de la situación de los distintos proyectos de explotación que amenazan nuestros medios y formas de vida en cada uno de nuestros lugares, y el debate sobre los próximos pasos a dar en el horizonte de la lucha por nuestros territorios y bienes comunes.
Por Horacio Machado Aráoz
Por nuestra Asamblea Kusicausay finalmente viajamos Roberto Vargas, Rafa Barrionuevo, Yiyo Galíndez y Lacho Machado Aráoz. Allá nos dimos con la grata sorpresa de encontrarnos con don Urbano Cardozo, de los Autoconvocados de Andalgalá, que, en una muestra más de su juventud y coraje, se fue para allá, después de haber estado con nosotros en la Jornada del 02 de Abril. También fue una gran alegría encontrarnos con Leny López, de la Asamblea de Aconquija, con don Roberto Lovera y con Verónica Saldaño, de los Autoconvocados por la Vida, de Tinogasta, y con nuestra amiga Mirta Clérici, una histórica luchadora por los DD HH, de paso por esos pagos. Además de esta ‘nutrida presencia catamarqueña’, en la UAC participaron organizaciones históricas, como representantes de la Asamblea de Esquel, de Chubut, de Mendoza, de San Juan, l@s herman@s de Famatina y Chilecito, Jujuy, la Asamblea de Gualeguaychú, una gran cantidad de Asambleas de Córdoba, tanto las conformadas en resistencia a los emprendimientos mineros (auríferos y uraníferos) que están amenazando esos hermosos parajes, cuanto las Asambleas por el Agua de diferentes ciudades de la provincia.
Estuvieron también presentes, múltiples asambleas de la provincia de Buenos Aires, de Santa Fe, Rosario vinculadas a las problemáticas de la salud y el ambiente en las grandes ciudades. Ciertamente la presencia de movimientos campesinos – el MOCASE Vía Campesina y APENOC- y de pueblos originarios del centro y Noroeste del País le dieron un gran marco de SOCIO-DIVERSIDAD al encuentro que expresa justamente el anhelo de la sociedad que queremos sostener e impulsar.
Claro que sin poder contar detalladamente todas y cada una de las asambleas que participaron, sí queríamos destacar también la presencia de dos hermanos chilenos que nos llevaron la mirada de la lucha contra Pascua Lama y la del representante de la asamblea binacional y de pueblos originarios damnificados por Yaciretá.
Como estaba previsto, los temas del Encuentro se debatieron en diferentes comisiones que luego llevaron sus conclusiones al Plenario. Las comisiones fueron:
– U.A.C.: Acciones, dirección y posicionamiento ideológico del movimiento.
– Movimiento asambleario adentro y afuera: experiencias y funcionamiento de la asamblea.
– Autonomía regional o dependencia global: combatiendo la industria que usamos.
– Ambiente y biodiversidad: el ser humano como parte del ecosistema.
– Ley social y orden natural: leyes neoliberales y leyes represivas, etc.
La riqueza y profundidad de los temas que prometían los títulos de las comisiones fueron confirmadas en largas sesiones de debate, en los que por cierto un aprendizaje no menor fue el de aprender a escuchar-nos, a disentir, a buscar puntos en común, etc. Sin poder ahora dar cuenta de todas las temáticas y conclusiones abordadas (las que esperamos en la memoria del encuentro) sí vamos a puntear acá los algunos temas sobresalientes:
– En un marco de cierta sensación de asfixia por la avanzada tan brutal de diferentes mega-proyectos extractivos, de tipo minero, petrolero, pesquero, agroforestal, etc., hubieron algunos testimonios que generaron la solidaridad más fuerte de l@s asambleíst@s: el de Urbano Cardozo, sobre la situación de Andalgalá, ante la inminencia de la explotación de Agua Rica; el testimonio del compañero de las víctimas de Yaciretá, que nos contó cómo tras dos fallos favorables, la Corte Suprema ‘progre’ de Zafaroni y compañía, echó por tierra las esperanzas de sus reclamos ante el calamitoso impacto de la represa en sus vidas y la consternación que produce ahora el proyecto por elevar en varios metros más la cota de la represa (lo que significaría más superficie inundadas y más gente desplazada); y el testimonio de l@s compañer@s de San Juan, ante sus vivencias de impotencia por la aplicación de la ley de Gioja que prohíbe las expresiones públicas de protesta en contra de la minería en una flagrante violación de derechos constitucionales básicos y como una avanzada de la aplicación de la ‘ley anti-terrorista’ en nuestro país.
– Se dio un rico debate sobre las limitaciones que implica la categoría de ‘ciudadanía’, para las múltiples identidades sociales y formas de vida que precisamente se encuentran bajo amenaza ante los proyectos de ‘modernización’ dominantes. Se acordó que, más allá de cambiar el nombre o no –por razones tácticas, había un clima mayoritario por conservarlo-, este tipo de debates enriquece la experiencia y el crecimiento del movimiento asambleario; da cuenta de una identidad en construcción, por lo que finalmente y se optó por adoptar un contenido lo más abierto, plural e inclusivo posible, integrando por cierto a pueblos originarios, campesinos y otros colectivos históricamente excluidos de una categoría administrada por el aparato estatal.
– Se debatió la problemática del conflicto entre el sector agroexportador y el gobierno, cuestión que fue enriquecida por la presencia de una nutrida representación de los movimientos campesinos, convidados de piedra en este conflicto. Más allá de los múltiples matices que es preciso hacer acá, se condenó el modelo de concentración y explotación y contaminación ambiental que implica el actual esquema ‘sojero’ y se acordó que este conflicto esconde y omite el debate sobre un modelo agroalimentario sustentable orientado a la soberanía alimentaria de nuestro pueblo.
– Se tomaron importantes decisiones sobre las próximas acciones y pasos a seguir, entre ellas, emitir un documento conjunto en solidaridad con la asamblea de afectados por Yaciretá para condenar la resolución de la Corte, apoyar la presentación realizada ante la Corte Internacional de DDHH, y repudiar el levantamiento de la cota de la represa; realizar acciones en apoyo al pueblo de San Juan perseguido y proscripto en su más elemental derecho a expresarse, acciones en apoyo al pueblo de Catamarca en general y de Andalgalá en particular, orientadas a denunciar e impedir el avance del proyecto minero de Agua Rica. Dadas que éstas nos competen directamente, las iremos comunicando con especial atención en otras oportunidades.
Finalmente, para cerrar esta crónica, nos pareció importante destacar el particular esfuerzo que l@s organizador@s pusieron en cuidar todo lo vinculado a la producción de basura y su destino, así como en relación al origen de lo que consumimos. Desde el inicio, se pensó todo para que el encuentro sea lo más limpio posible, minimizando al máximo el uso de descartables y de residuos inorgánicos; por todos lados, se encontraron afiches recordando el deber de evitar la producción de basura y de colocarla en sus respectivos recipientes; se contó con una adecuada cantidad de ‘tachos de basura’ clasificados en residuos orgánicos e inorgánicos; las comunidades anfitrionas se encargan de reciclar todo lo posible y nos instruyeron sobre las distintas alternativas al respecto. En cuanto a nuestra responsabilidad en lo que consumimos, para la comida, se priorizó la adquisición de productos de comunidades hermanas, campesinas y demás que proveyeron una gran cantidad de productos orgánicos y /o justos: verduras y frutas, dulces, pan casero, vinos, etc. fueron aportadas por diferentes comunidades que tienen procesos de producción cooperativos y ecológicos; también contamos con la riquísima yerba de la cooperativa agroecológica Titrayju, formada desde el esfuerzo por construir formas de producción justas, solidarias y responsables.
Así, en lo que comimos y compartimos, en las relaciones que entablamos, este encuentro fue, a pesar de todas las preocupantes amenazas del sistema, un momento de esperanza y renovación, un paso firme en la convicción de que no sólo es necesario, sino que también es posible construir y desarrollar otras formas de vida, en solidaridad y fraternidad con nuestro ambiente y entre nosotr@s mism@s.