Diario La Gaceta (Tucumán, Argentina) – Septiembre 22, 2004

Desde hace un par de semanas, la empresa Minera Alumbrera está en el centro de polémicas en Tucumán y en Catamarca. En esta provincia, porque el gobierno de José Alperovich prepara una demanda resarcitoria por el impacto ambiental de las obras que la firma construyó en los Valles Calchaquíes y que le sirvieron para la explotación de la mina de Bajo La Alumbrera, ubicada en territorio catamarqueño. En la vecina provincia, porque aún investigan las causas (hay un sumario administrativo pendiente) de la rotura del mineralducto, diez días atrás, en la estación de bombeo II, ubicada a 12 kilómetros de Andalgalá, cerca del cauce del río Villa Vil.

El 17 de este mes se produjo una pérdida en el ducto (es de acero con revestimiento interior de polietileno de alta densidad) como consecuencia de un corte longitudinal de entre 15 y 20 centímetros. El problema se solucionó en 36 horas (volvió a funcionar el 19), pero el hecho generó zozobra en Andalgalá. Los vecinos temían que, como consecuencia del derrame (de la zona se extrajeron entre 80 y 100 metros cúbicos), se hubieran contaminado las aguas del río Villa Vil.

Los análisis del Instituto Tecnológico Minero Nacional concluyeron que el hecho no alteró la calidad del agua del río. A idénticos resultados llegaron la Comisión Nacional de Energía Atómica y los estudios de los laboratorios de la propia empresa. “Podría decirse que se trata de un caso cerrado. Sólo falta saber si el plan de contingencia (lo debe presentar toda empresa que explota un yacimiento minero) preveía una situación como esta, con los respectivas tareas para remediar y mitigar la situación. Esta semana concluiremos el sumario”, aseguró a LA GACETA el secretario de Minería de Catamarca, Rául Doering.

Pese a los resultados de los análisis, el edil de Andalgalá Edgardo Salas (Frente Cívico y Social) presentó una denuncia en la Justicia Federal. “Queremos saber qué contiene el concentrado de cobre que se derramó y qué peligros hay para la gente (el agua para consumo se extrae del río)”, dijo. Por el mineralducto -tiene una extensión de 220 kilómetros-, el concentrado de mineral procedente de la mina desemboca en la planta de filtrado de Cruz del Norte, Ranchillos (Tucumán). En esta se extrae el agua y el mineral (secado) viaja en tren a los puertos de Rosario, Santa Fe.