A mediados de septiembre cortaron durante tres horas las vías del tren en la estación de El Charco, en el departamento Jiménez, a 25 kilómetros de Las Termas, por donde pasa el tren que lleva la producción de la Minera La Alumbrera. Para este año que comienza los vecinos continuarán las medidas de fuerza.
Fuente: http://www.lapaginadetucuman.com.ar
En febrero volverían los cortes sobre la ruta 9
El último corte de los ambientalistas fue a principios de noviembre pasado, y ahora planifican volver a protestar en febrero, con una medida a nivel regional. 2007 fue un año inédito en cuanto la cantidad de este tipo de medidas.
Los ambientalistas termenses y tucumanos, lejos de dejar su actividad en el marco de las protestas por la contaminación, se preparan para un 2008 en que buscarán mantener la presencia que tuvieron a lo largo de este año, en el que, desde distintas organizaciones se realizó más de una docena de medidas, con repercusiones de diverso tenor. Tras el impasse de las fiestas de fin de año, las agrupaciones termenses volverían a tomar medidas de fuerza en febrero, de manera coordinada con agrupaciones del NOA.
Así lo aseguró Juan Carlos Luna, integrante de Vecinos Ambientalistas Autoconvocados, quien sostuvo que “en este momento estamos parados por el fin de año”, pero que se “retornará a la actividad en febrero con medidas de fuerza que se están preparando a nivel regional”.
Durante 2007, la estrategia de los ambientalistas fue modificándose, y se diversificaron los mecanismos de protesta, oscilando entre los cortes viales y las movilizaciones pacíficas con campañas de concientización social.
Los cortes, que habían comenzado en 2006, se mantuvieron durante todo el 2007, con algunos intervalos esporádicos. Como se espera para el año entrante, el primero se realizó a mediados de febrero, en una manifestación sobre la ruta 9 en el límite con Tucumán, extendiéndose desde las diez de la mañana hasta las primeras horas de la madrugada.
Aquella experiencia fue impactante por su duración, pero contó con una adhesión menor a la esperada. Por eso, después de un par de meses de trabajo, se hizo una convocatoria regional, y un nuevo corte sobre la misma ruta reunió los primeros días de mayo a ambientalistas termenses con otros de Tucumán, Catamarca, Salta y Buenos Aires. En aquella ocasión, el lema era declarar día de duelo al Día de la Minería.
El inicio de la temporada turística en la ciudad termal marcó un cambio de táctica, y por primera vez los ambientalistas accedieron a dialogar con las autoridades municipales. El gobierno local y las organizaciones determinaron frenar los cortes para no perjudicar la actividad económica y la imagen de la ciudad ante la llegada de los turistas.
Las medidas de fuerza se pararon por casi cuatro meses. En ese lapso, las organizaciones se dedicaron a tareas de concientización que se llevaron adelante con marchas pacíficas, recorridos por los barrios, con entrega a vecinos y turistas de material sobre la contaminación tanto en papel como en formato multimedia, además de charlas, y hasta espectáculos musicales.
Por aquellos días se llegó a decir que no volvería a haber cortes de ruta. Y en cierta medida fue así. Las protestas fuertes volvieron a escena a mediados de septiembre, con un giro inusual: en una de las manifestaciones más notorias del año, casi doscientos ambientalistas pertenecientes a distintas organizaciones, cortaron durante tres horas las vías del tren en la estación de El Charco, en el departamento Jiménez, a 25 kilómetros de Las Termas. El lugar fue elegido porque es por donde pasa el tren que lleva la producción de la Minera La Alumbrera.
A los pocos días, se realizó otra movilización con otro tono, esta vez en el puente carretero de Las Termas. Allí, los ambientalistas se asentaron para entregar folletería y material informativo sobre la contaminación a los conductores antes de dejarlos pasar.
En octubre, la protesta llegó a La Banda. Otra vez, con la modalidad de cortar las vías en la estación local. Finalmente, a principios de noviembre, se realizó otro corte en El Charco, pero esta vez protagonizado solamente por la agrupación ambientalista Tincunacu, sin la adhesión del resto de los grupos termenses.
Hay que decir que, a lo largo de esta cronología de los hechos también corrió en forma paralela el desarrollo de otros dos elementos clave que influyeron en las actividades, como fueron los congresos ambientalistas que se realizaron durante el año – algunos de ellos en Las Termas – y la consolidación y el inicio de la actividad del Comité de Cuenca coordinado por la Secretaría de Ambiente de la Nación.
Para este año que comienza, en el que según los ambientalistas continuarán las medidas de fuerza, habrá tres cuestiones para tener en cuenta en la lucha contra la contaminación. La primera será la puesta en marcha del plan de control de la contaminación por parte del Comité de Cuenca, que dará inicio ni bien se contrate un coordinador. En segundo término, los avances de la Justicia Federal de Tucumán en la causa impulsada por el gobierno de la Santiago contra los propietarios de los ingenios. Y tercero, la confrontación de dos informes sobre la contaminación que, a priori, serían contradictorios entre sí: uno, elaborado por Gendarmería a pedido de la Justicia Federal, que tendría datos alarmantes sobre el estado de la cuenca Salí – Dulce, y otro, producido por la Secretaría de Ambiente de la Nación, que asegura una disminución del daño ambiental.