El Ministro de la Producción Leonardo Álvarez, impulsa un fideicomiso con las mineras en la provincia, que implica un gran negocio para pocos y le hace ganar, no solamente dinero a la parte empresaria-privada del funcionario de Alicia Kirchner, sino que, además a través de la ley de ministerios, se le multiplica el poder y pone bajo su control, otras áreas, como la petrolera, que hasta el momento era solo de injerencia de la Secretaría de Energía.
Fuente: OPI Santa Cruz
Creer que todos los que vivimos en Santa Cruz somos tontos, sería el mínimo pecado del cual podríamos acusar al gobierno provincial de Alicia Kirchner, por hacernos desfilar ante los ojos de todos los habitantes de esta gran provincia, a personajes que están de los dos lados del mostrador (y también arriba) y hacen negocios, extienden facilidades, generan lobby a favor de la actividad minera y sin antifaz, hacen “acuerdos” con el sector que debe controlar. Cambian los collares, pero los perros siguen siendo los mismos. Este es el caso del actual Ministro de la Producción de Santa Cruz, Leonardo Álvarez, que hoy va a sacar con forcep un proyecto “sobre tablas”.
El Ministro de la Producción Leonardo Álvarez, impulsa un fideicomiso con las mineras en la provincia, que implica un gran negocio para pocos y le hace ganar, no solamente dinero a la parte empresaria-privada del funcionario de Alicia Kirchner, sino que, además a través de la ley de ministerios, se le multiplica el poder y pone bajo su control, otras áreas, como la petrolera, que hasta el momento era solo de injerencia de la Secretaría de Energía.
El acuerdo de Responsabilidad Social Empresaria con tres mineras, que el Ministro de la Producción está muy entusiasmado que se trate sobre tablas en la Legislatura, comprende a Minera Santa Cruz, Cerro Vanguardia y Oroplata S.A.
Este fideicomiso consiste en un aporte mensual que harán las empresas teniendo en cuenta la venta total de metales que produce, lo que en principio y según sus “declaraciones juradas” rondarían los 400 millones de pesos por año.
De acuerdo al proyecto, estos fondos estarán destinados a programas, proyectos de inversión social, salud, obras, proyectos productivos, tecnología, etc, fines que, como es natural en estos casos, son abarcativos, generales, no tienen especificidad y permiten, luego, desviar, cambiar, modificar o alterar el destino de los mismos y siempre habrá una manera de “explicar o encuadrar” cualquier justificación posible, a la hora de “rendirlo” ante la opinión pública.
Nada inocente
El mismo que como diputado se encargó de pisar y derogar el Impuesto Minero en el año 2015, hoy potencia e impulsa este fideicomiso que a las empresas les viene como anillo al dedo, porque todos estos fondos son desgravados de los impuestos que pagan, dado que la ley se lo permite. Si a esto le sumamos la quita de retenciones realizadas por el presidente Macri y el dólar que de 8,40 se elevó a 14 pesos, las empresas mineras en la provincia de Santa Cruz gozan de una muy particular situación financiera.
Sin embargo, se contrapone todo esto con la realidad que en este momento pasan los trabajadores de este sector, teniendo en cuenta que los mineros de Goldcorp en Cerro Negro están de paro por tiempo indeterminado, por cuanto ésta empresa, como otras mineras, no cumplen con la ley del 70/30 y de acuerdo a AOMA, implementan un falso programa de retiros voluntarios, encubren despidos que disimulan con contratos y tercerizaciones, etc. Es decir, mientras Álvarez intenta imponer un “Acuerdo de Responsabilidad Social Empresaria”, las mineras vulneran la misma responsabilidad social que utiliza como mascarón de proa el proyecto del Ministro de la Producción. De esto no hay un solo proyecto para obligara a las empresas a cumplir con su obligación o intimarlas.
Soy lo que soy
Álvarez, a su vez es un prolífico empresario que presta servicios mineros de carga y transporte y además, posee equipos de perforación en Cerro Moro y Vanguardia, que le permite ampliar su base económica- financiera y asegurarse el futuro empresario en la provincia.
Por supuesto que aquí se plantearía una cuestión ética, al menos, por la incompatibilidad manifiesta, pero en Santa Cruz, la gobernadora Alicia Kirchner, está más interesada de componer un nuevo centro de poder para asegurarse la proyección hacia el 2017, que en responder a estas minucias; eso sí, los diputados del FPV no tienen ningún tipo de vergüenza a la hora de criticar a Macri, por su primo Calcaterra, de quien al menos se desvinculó para cuidar las apariencias. Es decir, todos parecidos, con algunos matices, pero en el fondo, casi moralmente mellizos.
Precisamente porque el ex diputado Álvarez dijo en la reunión del bloque en la legislatura “no hay que guiarse por medios destituyente como OPI”, es que le estamos dedicando estas líneas al Ministro, para explicarle a los diputados de la oposición y a la opinión pública, dónde están los negocios y dónde está la información destituyente.
Es indudable que el primer negocio que hicieron varios diputados del oficialismo en el 2015, fue haber “pisado” la Ley del Impuesto Minero; “cobraron por la derogación”, indicó un ex diputado a esta Agencia. Las fuentes de la misma legislatura, señalan que ante este fideicomiso, no tiene sentido que las empresas litiguen con el gobierno, dado que Alicia Kirchner les da más garantías que Gioja a la Barrick Gold en San Juan.
No obstante nadie habla y mucho menos Álvarez, de la Renta Minera. Es decir, el gobierno de Alicia Kirchner no les exige a las empresas que abran los números y declaren cuánto ganan, cuánto giran al exterior, cuál es el margen de utilidad, la reinversión y los cumplimientos impositivos, entre otra información puntual que transparentaría la actividad en la provincia.
En su lugar firman este “Acuerdo de Responsabilidad Empresaria”, que termina concretando una placita en algún municipio, ayudas a un jardín de infantes, un gimnasio, etc, mientras el verdadero dinero, corre por ríos subterráneos de intereses espurios entre empresas y funcionarios del gobierno y por qué no, también, algunos legisladores que conocen pormenorizadamente todos estos negocios, pero los avalan. “Esto es como darles un chupetín a los intendentes que les va a servir para hacer obras menores, pero no les va a resolver ningún problema de fondo, en tanto, dejan afuera las posibilidades de que la provincia les cobre lo que corresponde para el erario público. Por supuesto, los negocios van por otro lado”, manifestó la fuente de Diputados.
Al Ministro de la Producción se le abre un horizonte muy promisorio en los próximos años, si nada hace zozobrar su gestión. “Macri es un socio de Álvarez – dijo un ex asesor del ex diputado – de hecho si Uds miran bien, nunca habló mal de la política nacional ni del gobierno y mucho menos de la política minera que lleva adelante “Cambiemos”. El único que despotrica es (Matías) Bezi; es el único que habla en contra de Macri, para (Leonardo) Álvarez está todo bien”.
Tal como está presentado este fideicomiso, a las empresas mineras se les amplía el horizonte comercial, obtienen más tranquilidad porque se aseguran que no habrá reclamos judiciales o ambientales de ningún tipo y Álvarez mejora sus negocios, puede “facturar” la mediación que lleva adelante en esta circunstancia y para tal fin asistió a la Cámara con un Power point, que algunos sostienen, se lo dieron las propias empresas mineras.
Álvarez, además de ser un próspero empresario de servicio minero, fue el impulsor de la Agencia de Desarrollo de San Julián, que algunos achacaban al entonces intendente Nelson Gleadel. Con aquella pantalla, se orientaban recursos de Cerro Vanguardia, en las buenas épocas de este yacimiento, cuyo principal socio es Fomicruz.
Cuando el gobierno de CFK reestatizó YPF, Leonardo Álvarez buscó por todos los medios y contactos, que Julio De Vido lo nombrara Director de la petrolera, lo cual, finalmente, no consiguió. Las fuentes aseguran que para De Vido, “Álvarez nunca fue confiable”, sin embargo, el ex de Planificación, ha mantenido una estrecha relación con el ex diputado, cuando éste integraba la comisión de Minería en al legislatura.
Llamativamente, la reforma de la Ley de Ministerio de Alicia Kirchner, hace de Leonardo Álvarez un super ministro, ya que le permite manejar el petróleo, una actividad en órbita exclusiva de la Secretaría de Energía de la provincia. No son pocas las fuentes consultadas quienes advirtieron, que en el corto plazo, las empresas de Álvarez, se encontrarán diversificadas dentro de la actividad petrolera, haciendo negocios en este nuevo nicho de oportunidades que se le abrirán al funcionario provincial.
Mi pasado me condena
Si de algo sirve para aquellos que recién se desayunan de sus existencia, digamos que Leonardo Álvarez es un empresario transportista de San Julián, que vive casi exclusivamente del servicio que le hace a las mineras que explotan oro y plata en Santa Cruz y les acarrea todo tipo de mercaderías y producto, entre ellos el cianuro, componente que por irregularidades en su acarreo, hace unos meses atrás, uno de los camiones fue detenido varias horas en el puesto caminero de Chimen Aike, y luego (vaya a saber por qué), pudo retomar su viaje libremente.
Álvarez es diputado mandato cumplido y en la Legislatura, componía y manejaba la Comisión de minería. Ya sé, el lector se preguntará cómo un empresario minero atiende los asuntos de minería en la Cámara y ostenta su presidencia?. Bueno, esto es Santa Cruz, Argentina. Como si esto fuera poco, Álvarez es un producto K de la década ganada y solo basta averiguar en San Julián lo que era y lo que es, para darse cuenta que bien ganada tuvo la década K.
En la Cámara de Diputados fue lobista minero y principal brazo ejecutor que aplastó de un solo golpe la intención de traducir en un “impuesto inmobiliario minero”, una carga a las empresas que alegremente en Santa Cruz, hacen las prospecciones, ubican el oro y la plata y si quieren, tal lo scuedido con Cerro Negro, se la venden a otra empresa como si fuera un auto usado, solo que por 3.400 millones de dólares, sin pagarle ni un centavo a la provincia. ¿Cómo puede ser, se pregunta el lector?. Bueno, es que Álvarez y los diputados del FPV, todos estos años, creyeron que a las empresas mineras no se las debía tocar, ni coaccionar, ni siquiera cobrarles más allá de las magras regalías que aportan por llevarse toda al riqueza de Santa Cruz. Nada cambió, todo sigue igual, excepto que Álvarez hoy tiene más poder y decisión, lo cual le permite afianzar su posición dominante en todos los terrenos que se vinculan con sus negocios privados.
Finalmente y refiriéndonos al Ministro Álvarez, digamos que si con nosotros no hay que guiarse porque somos destituyente (según sus palabras), a él no hay que creerle mucho, cuando se refiere al espíritu “social” que impulsan sus políticas, porque es un comerciante que atiende de ambos lados del mostrador, un controlante y controlado, de discutible ética y marcados intereses personales en pleno ejercicio de la función pública.