Ahora que se debe actualizar la Declaración de Impacto Ambiental (DIA) de la mina Pascua-Lama hay un tema que ha levantado polvareda en la mesa de discusión: cuánta cal comprará la minera en San Juan. La cal es usada en los procesos mineros para atenuar la acidez de los enormes volúmenes de agua en solución con químicos y minerales.

Fuente: Inversor Económico y Minero

02/03/2011.El tema no es nuevo. Ya se había puesto sobre el tapete hace dos años cuando Barrick compró una mina para producir cal en Chile aunque entonces los empresarios calmaron las aguas al reiterar el compromiso asumido de adquirirla a los sanjuaninos. Pero ahora Barrick evidenció su intención de reducir fuerte la compra local, y la discusión es con uñas y dientes. En los últimos días mantiene ocupados tanto a los funcionarios del Ministerio de Minería local como a los empresarios de la Cámara Minera.

Hoy hay una reunión y se espera un desenlace inminente, según informaron ayer fuentes oficiales. El problema empezó hace poco cuando Barrick presentó el borrador con la actualización de la DIA, donde redujo la intención de compra de cal sanjuanina de las 300 mil toneladas anuales originales, a 130 mil toneladas, según publicó Diario de Cuyo.

La pelea -que hasta ahora se había mantenido en reserva- llegó al más alto nivel, y las fuentes aseguraron ayer que el gobernador Gioja recibió a directivos de Barrick en la gobernación para reclamar “en duros” términos por los números del abastecimiento local. El gobierno habría exigido entonces el uso del 50% de cal local, lo que implica la provisión de unas 210 mil toneladas anuales. Esta cifra a los empresarios los deja conformes, según constató ayer esta redactora en el sector. Según los datos de 2009 el consumo de cal de la mina sería de poco más de 420.000 ton/año, algo así como 15.000 camiones de mineral. El 50% restante de neutralizante necesario para extraer el oro de la roca se completaría con calizas o piedra caliza proveniente de la mina propia que Barrick tiene en Chile. El próximo paso ahora es sellar el compromiso por escrito.

El gobierno quiere que el número de toneladas anuales quede escrito no sólo en la DIA actualizada, sino también en un documento firmado por la partes, para alejar la desconfianza.