Mendoza atraviesa una sequía histórica, la peor desde que se tiene registro. Ya no se habla de “emergencia hídrica” porque la falta de agua se ha vuelto la normalidad. Poco parece importarle a los representantes no del pueblo, sino de las voluntades de sus jefes que están más arriba: el gobierno nacional saliente y el entrante. Alberto Fernández se jactó frente a empresarios nacionales días atrás, con que ya habían logrado torcer la voluntad de  mendocinos y chubutenses habilitando la megaminería en sus territorios. Hoy parecen haber avanzado en su objetivo, pero bien saben los pueblos que no está muerto quien pelea.

Por: noalamina.org

“El agua de Mendoza no se negocia”

Pese a que los políticos insisten en que el resultado electoral fue un cheque en blanco para modificar una ley construida e impulsada por la sociedad, durante toda la semana hubo acciones masivas en los distintos puntos de la provincia demostrando que la megaminería no cuenta con licencia social. Cortes de rutas, cacerolazos, acampes, caravanas, tractorazos. Verdaderas puebladas.

Haciendo oídos sordos, el poder político extractivo -el que no conoce de grietas- impulsó una sesión legislativa de fin de año: senadores y diputados en un trámite exprés, se reunieron para modificar una ley impulsada por asambleas territoriales, aprobada  en 2007 por muchos de los que hoy la reformaron y convalidada como constitucional por la Corte Suprema en 2015 pese a los numerosos intentos megamineros por voltearla.

“#La7722NoSeToca”

La Ley 7722 prohíbe el uso de cianuro, mercurio, ácido sulfúrico, y otras sustancias tóxicas en los procesos mineros metalíferos de cateo, prospección, exploración, explotación y/o industrialización de minerales metalíferos obtenidos a través de cualquier método extractivo.  El objetivo, proteger el bien común más vital: el agua. Mendoza posee una historia centenaria de aprovechamiento del recurso hídrico para la producción agrícola, ganadera y claro, vitivinícola. En la actualidad la falta de agua que atraviesa la provincia es preocupante y en el futuro se prevé que habrá menos agua para satisfacer las necesidades de una mayor población.

“Sin agua no hay vendimia”

La concentración en Plaza Independencia arrancó a las siete de la mañana. En el micrófono central, representantes de asambleas de distintos territorios de Mendoza manifestaban los motivos para defender el agua: a los mendocinos les costó años de sudor y trabajo generar un oasis productivo ya centenario. Productores vitivinícolas explicaban que ya no les alcanzan los turnos de riego para producir: “cuando nos quiten el agua de arriba y nos contaminen la de abajo, nos van a terminar de matar”. Productores cerveceros artesanales organizados indicaban que el 90% de su producto es agua, y ésta debe ser pura, sin tóxicos ni metales pesados.

“Legisladores, ¿sus hijos no toman agua?”

Cuando 28 senadores votaron a favor de modificar la 7722 y sólo 7 se opusieron, las asambleas y organizaciones decidieron que la multitud debía recorrer la ciudad, para buscar romper el cerco informativo que junto al vallado policial pretendía circunscribir las voces de protesta a la Plaza Independencia.

“La cordillera, qué linda que está, y si la tocan qué quilombo se va a armar”

Una nutrida y colorida multitud avanzó por las calles céntricas para buscar visibilidad. Se decidió cortar un punto clave de la ciudad, el nudo vial Acceso Este. Con una asamblea espontánea se armaron distintos grupos, que ramificándose cortaron las diferentes subidas y bajadas de las dos autopistas que se entrecruzan en el centro de la capital.

Con el sol tostando los cuerpos, se compartieron las novedades de los diferentes bloqueos y acciones que se desarrollaban en simultáneo en otros puntos de la provincia. Antes de las seis llegó la confirmación de lo que ya se suponía: 36 diputados votaban modificar la ley mientras 11 se oponían.

Las discusiones comenzaron a girar en torno a cómo seguir. Si no se consigue forzar un veto a la nueva ley, se peleará en cada territorio y con todas las formas posibles. Resonaron incluso ejemplos de luchas como la de Famatina en La Rioja, que pese a legislaciones adversas, sostienen los cerros en pie. La lucha será larga, pese a la desazón, nadie piensa que hoy se terminó.

“La ruta de San Martín no será la ruta del saqueo megaminero”

En Uspallata, se mantiene un corte total con tractorazo en “la ruta del Mercosur”. La fila de camiones es interminable y se difundieron versiones amenazantes de que el gremio podría intervenir y no a favor de los manifestantes. “Los caminos del vino empiezan en los senderos del agua” sostienen allá arriba, quienes hace años buscan crear un área natural protegida donde algunos pretenden dejar tierra arrasada para llevarse lingotes de oro al otro lado del Atlántico.

“Mendoza, escucha, tu lucha es nuestra lucha”

En Chubut se sabe que vienen por Mendoza pero vienen por todo. También Fernández anunció que “habían logrado explotar oro y plata en la meseta chubutense” cuando la Ley 5001 que prohíbe la megaminería en toda la provincia está intacta. En la Plaza del Cielo esquelense estaba convocada una nueva asamblea, otra más de las que tenazmente, como las marchas cada día cuatro de cada mes, se sostienen en la localidad cordillerana desde fines de 2002. Se decidió marchar, en apoyo al pueblo mendocino y previendo los intentos por habilitar la megaminería que se vendrán. Mientras el oro siga en las montañas y la avaricia de este sistema no cambie, el pueblo será el encargado de sostenerlas en pie.