El geólogo Alejandro Simeoni indicó que “el Estado no tiene la capacidad de control para la actividad minera en la provincia” y expresó que “hay un estudio en México, donde 22 municipios dedicados a la minería tienen la tasa más alta de pobreza e indigencia que la media poblacional de México, es un prueba que la minería no trae, no distribuye riqueza, son argumentos que hay que poner sobre la mesa”.

Fuente: Radio del Mar

El geólogo Alejandro Simeoni, docente de la Facultad de Ciencias Naturales y Ciencias de la Salud de la UNPSJB, mantuvo un extenso diálogo en el espacio de Actualidad 2.0 por FM del Mar vinculado a la controversia social que se genera en torno a la posible explotación minera en Chubut, que se plantea desde el poder político, sostuvo que actualmente el Estado no tiene la capacidad de control para la actividad minera en la provincia, ni para dar la discusión por la renta, ni para hacer los controles pertinentes “los políticos están tratando de solucionar la emergencia económica, la crisis, de ahora que la gente está con hambre y acepta cualquier cosa y lo que acepta es un negocio desastroso, entonces no estamos en capacidad para dar el debate a menos que pongamos las cosas sobre la mesa” empezando la discusión por las regalías del recurso.

Expresó que “me parece bien plantear el debate porque es inexistente y se plantean sólo cuestiones propagandísticas y no se hace un debate profundo, ni en los medios políticos, ni en los medios profesionales”. Y no sólo plantear la minería como vía de escape a la crisis económica “no nos podemos quedar ahí. Si echamos una mirada a nuestro entorno para entender a dónde estamos parados veamos qué pasó con los países que tienen la maldición de los recursos naturales en vez de estar bendecidos, son los países más pobres de la región, Bolivia, Perú, Ecuador, Colombia, Chile que son países con enormes recursos naturales en oro, plata y cobre, y les ha ido mal desde la conquista española y les sigue yendo”. Aseguró que se debe a que “no están bien dadas las condiciones de comercialización y distribución de la riqueza generada”.

Otro ejemplo que planteó Simeoni es con respecto al recurso petrolero, “si vamos al petróleo que sucede con la riqueza generada, qué pasa con Venezuela que es la principal reserva mundial de petróleo y es un país que evidentemente tiene problemas económicos grandísimos para sustentar la alimentación de su pueblo, teniendo una de las riquezas de hidrocarburos más grande del mundo, algo está pasando con los gobiernos y sus dirigentes que están haciendo mal los negocios”.

Consideró que es bueno debatir “necesitamos saber bajo qué condición vamos a realizar la explotación” abriendo la discusión sobre la postura en contra por las condiciones de explotación desde el reparto de la renta y por la imposibilidad de desarrollar la actividad minera de forma sustentable desde el punto de vista ambiental, en ese sentido indicó que “el Estado no está en condiciones de controlar”, teniendo en cuenta que la provincia recibiría el 1% de las regalías por la explotación minera, se estipula que “se lleven el 2% del precio de metal en boca de mina, si se suma el costo de transporte, la reasignación, y otro tanto a saber, el precio de venta de metal te queda la mitad, un 1%, es decir, la empresa se lleva 99 lingotes de oro y le deja al Estado provincial un solo lingote con el cuál le queda para construir, en infraestructura, en caminos, que se genere la red eléctrica para abastecer a la población, a su vez la población que se genera por un lapso de 5 a 10 años durante la etapa de explotación minera, en salud y en seguridad, más los costos ambientales que se genera en la remediación. Todo tiene que hacerlo con sólo un 1% y no alcanza”.

Sobre la posibilidad de que exista un modelo de explotación para la minería, que se pueda desarrollar con un grado de eficiencia, indicó que “estamos atados por una legislación, es muy difícil para las empresas que ya tienen las concesiones otorgadas y que han hecho inversiones para cambiar las condiciones contractuales, que generaría conflictos internacionales y donde iríamos a estrados internacionales a dirimir estas cuestiones y tener que terminar pagando, es bastante complicado”. Por eso señaló que “no podemos controlar las cuestiones ambientales y como los beneficios económicos y laborales son exiguos e insignificantes en algunos casos negativos, nosotros somos incapaces de resolver”

“Nos hablan de minería sustentable, es un término falaz”, sostuvo. No hay minería sustentable “por definición de minería es la explotación de recurso hasta su extinción, implica hacer uso de los recursos en la medida de nuestras necesidades dejando que las generaciones venideras tengan disponibilidad de satisfacer sus necesidades también entonces éste término de sustentabilidad es muy mentiroso”. Aseguró el geólogo que la minería no es sustentable, no se puede ser sustentable por definición “se puede controlar las cuestiones ambientales, seguramente, que sí se puede controlar la contaminación seguramente que sí pero eso no pasa en la realidad, visto si planteamos un desarrollo utópico que se pueda desarrollar, pero si miramos al costado y miramos los países de la región país, vemos que no es así. Finalmente dio un ejemplo en relación a la información sobre la actividad “hay un estudio en México, donde 22 municipios dedicados a la minería tiene la tasa más alta de pobreza e indigencia que la media poblacional de México, es un prueba que la minería no trae, no distribuye riqueza, son argumentos que hay que poner sobre la mesa.”

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