Nuestro Río Colorado se transformaría en un Río Tinto pero de mugre, de contaminantes salinos y de todo tipo de vida muerta, al aumentar la salinidad del agua gracias al proyecto de la minera Potasio Río Colorado (subsidiria de Río Tinto Inc.)al sur de Mendoza, que explotaría yacimientos de cloruro de potasio ubicados a 1.200 metros de profundidad para lo cual utilizaría grandes cantidades de agua. Su declarado requerimiento inicial de 1 m3 diario de agua no se ajusta demasiado a las proyecciones de producción . Por ella la provincia de Mendoza recibiría 30 millones de pesos por año. Sin embargo, el agua que utilizarán y contaminarán vale mucho más y, si tenemos en cuenta su condición de agua purísima de deshielo, realmente no tiene precio.
Por Dr. Raúl A. Montenegro Presidente de FUNAM, premio Nóbel Alternativo
La Empresa Río Tinto es una mala palabra para las comunidades afectadas por sus minas, tanto en Papúa Nueva Guinea como Bougainville, en Indonesia. Tras ser acusada de violar reiteradamente los derechos humanos y de destruir ambientes nativos únicos, su respuesta en Indonesia fue financiar un premio en derechos humanos (el Yap Thiam Hien).
En la Argentina, la megaminería sigue escalando posiciones gracias al apoyo de unos pocos funcionarios públicos (generalmente identificados como corruptos) y por la ausencia de consulta a las comunidades afectadas.
En el proyecto Potasio Río Colorado de Malargüe, la empresa explotaría yacimientos de cloruro de potasio, ubicados a 1.200 metros de profundidad, para lo cual utilizaría grandes cantidades de agua. Su declarado requerimiento inicial de 1 m3 diario de agua no se ajusta demasiado a las proyecciones de producción . Por esa cantidad de agua la provincia de Mendoza recibiría 30 millones de pesos por año. Sin embargo, el agua que utilizarán y contaminarán vale mucho más y, si tenemos en cuenta su condición de agua purísima de deshielo, realmente no tiene precio.
Además, Mendoza y las otras provincias que utilizan las aguas del río Colorado, deberían recordar que la cuenca está ubicada en un ambiente semiárido y sometido al cambio climático global.
Es ingenuo creer que la Evaluación de Impacto Ambiental y su análisis por parte del gobierno de Mendoza, garantizarán una producción limpia.
La minería del cloruro de potasio, es intrínsecamente sucia y genera complejos cócteles de contaminantes, siendo el más grave de ellos, las infinitas toneladas de Cloruros que no tienen valor comercial y que serán depositadas en la superficie de ese paraíso que es el suelo malarguino y allí permanecerán por los siglos de los siglos, escurriendo con las lluvias y las nevadas en forma natural hacia el cauce del Río Colorado, que cambiará para siempre su tenor salino.
La limnología es una ciencia ignorada por las empresas y el propio gobierno, tal vez porque delata los impactos mineros. Si la Dirección General de Irrigación ya otorgó un permiso precario de extracción a Río Tinto, cabría preguntarse si se basó en un estudio limnológico.