Se trata del Corredor Andino del Oeste que va sobre la traza de la ruta 149. Por ahora es un tramo de 11 kilómetros, que se pretende inaugurar en junio, de los 150 kilómetros que unen la localidad mendocina Uspallata con la sanjuanina Calingasta. El monto de contrato de esta parte es de 24 millones de pesos, que pone la Nación.
Fuente: diario Los Andes
31/01/2010. Saliendo de Uspallata, precisamente de las blancas bóvedas de esa localidad lasherina, nace un camino que lleva por valles pedemontanos y llega hasta la provincia de San Juan.
Es innegable el interés sanjuanino para dar salida por allí a la producción minera de diversos proyectos de oro, cobre y plata, asentados en la Cordillera Central, como también con el por ahora resistido emprendimiento San Jorge, que capitales extranjeros intentan desarrollar en el área de la estancia de Yalguaraz, con la firme oposición de grupos ambientalistas y muchos pobladores de Uspallata.
Se trata del Corredor Andino del Oeste, que se afianza sobre la traza de la ruta nacional 149 (otrora provincial 39), a lo largo de un eje troncal que tiene como hitos la localidad mendocina de Uspallata y el departamento sanjuanino de Calingasta, con base en Tamberías. Median entre ambos puntos unos 150 kilómetros. La mayor parte de este recorrido es hoy suelo de ripio, con mucho serrucho, pendientes y muy expuesto a bloqueos por crecidas de ríos y arroyos.
Aunque desde hace tiempo se hablaba de la necesidad de hacer esta obra, es evidente que San Juan y su fuerte apuesta a la minería, están influyendo en la ejecución acelerada de este trazado.
Menos dinamismo han tenido, por ahora, otras obras en suelo mendocino, como la ejecución de la doble vía entre Santa Rosa y La Paz, que podría habilitarse en junio. En el sur provincial, los alvearenses bregan por la materialización de la ex 184 (hoy nacional 188), sin ser escuchados, para llegar más rápidamente a Malargüe, y cualquier usuario común ve pasar los años sin que la conexión entre la capital y Tunuyán se haga por medio una autopista, como lo demanda la intensa frecuencia vehicular de ese trayecto.
Con respecto a la vía de comunicación en proceso en Uspallata, también forma parte de una interconexión de pasos hacia Chile, tomando como base el principal, Cristo Redentor, y con vinculación hacia el norte por el proyectado por San Juan, de Agua Negra, y más arriba, con Pircas Negras (en La Rioja). También es vínculo de conexión para llegar al Parque Nacional El Leoncito (San Juan), con su importante observatorio.
Asimismo permitirá sacar la producción de los campos cultivados de los diferentes valles por los que atraviesa.
Este tramo se inicia en la entrada a la estancia San Alberto y termina frente a la reserva de Tambillos, donde se conservan restos de antiguas construcciones incaicas (ver aparte).
El monto de contrato de esta parte es de 24 millones de pesos, que pone la Nación.
Otro ingrediente que se observa en la región lasherina, en estrecha relación con la cinta asfáltica en ciernes es la instalación, a la vera de la ruta, de algunos emprendimientos turísticos, como cabañas y lugares para comer.
Capac Ñan obliga a un desvío de protección
Donde termina la sección que ahora se está realizando se encuentra la reserva de Tambillos, que conserva restos de civilizaciones antiguas de suma riqueza y por donde pasa el Camino del Inca (Capac Ñan).
Ahí debe seguir la pavimentación hacia el límite con San Juan. Pero como el sitio es patrimonio cultural provincial, los proyectistas ejecutarán una variante o by pass para no afectar ese reservorio y luego retomar el trazado original.
La variante tendrá unos seis kilómetros y está sometida a estudios por los técnicos. Inicialmente hubo desacuerdo sobre la distancia que debía correrse la traza de las ruinas incaicas, pero se derivó en un acuerdo de que ese desplazamiento de protección sea de 150 metros