A pesar de que la minería metalífera a cielo abierto está prohibida en Chubut por la ley 5001. En conferencia de prensa en Esquel ayer, el gobernador Martín Buzzi fue abordado acerca de la actividad minera en la provincia, y puntualmente sobre el proyecto Suyai en el Cordón Esquel. La viabilidad de cualquier proyecto megaminero la supeditó a los beneficios económicos. Sobre el plebiscito de marzo de 2003 en Esquel opinó que es una decisión revisable ya que hoy existe “un estado más confiable”.
Foto: saludo del gobernador Buzzi y el intendente de Esquel, Rafael Williams, ayer en Esquel.
Fuente: diario Jornada
24/05/2012. La respuesta fue que “tenemos una política pública hacia los recursos naturales no renovables”, e insistió en que su gestión los proyectos no tienen un sí ni un no de entrada, sino un “depende” muy grande.
Agregó que ese depende para el proyecto de Esquel o cualquier otro, depende de la ocupación de mano de obra local, contratación y subcontratación de proveedores locales; remediación ambiental, y una renta importante para el municipio y comunidades circundantes. “Si no se cumple, ese depende se convierte en no; pero si todo eso sucede de manera positiva, el depende se transforma en un sí”, subrayó.
Además dijo Martín Buzzi que si la comunidad no está convencida de que vale la pena llevar a cabo un proyecto de explotación de recursos naturales, no se hará. Pero puso como ejemplo el petróleo, que es un recurso natural no renovable, y garantiza el 42 por ciento del presupuesto provincial, y explicó en ese sentido que si un empleado estatal gana 1.000 pesos, 420 pone el petróleo, porque “no es que nacimos de un huevo o alguien inexistente llena la cuenta corriente de los empleados públicos”.
En su caso Buzzi indicó que ejerce el poder del Estado con total autoridad, y recordó que “cuando el más pesado de la cuadra (por Repsol), no cumplió con lo establecido en las pautas de concesión, me puse al frente para quitárselas”.
Amplió expresando que cada proyecto que esté puesto sobre la mesa tiene que abrirse plenamente y contar de qué se trata, y cuáles son los compromisos que asume para llevar adelante, y además, convencer a la comunidad y al intendente de que ese proyecto vale la pena, todo con papeles firmados, y dejando en claro qué ganará la comunidad local.
Sobre lo mismo el gobernador hizo hincapié en su autoridad para ejercer el gobierno de la provincia, y manifestó que una cosa es la autoridad y otra el autoritarismo, como también diferenció el ejercicio del poder, del apriete. “Nosotros construimos poder con diálogo”, sostuvo para añadir: “los poderosos que quieran marcar la cancha y hacer lo que se les cante, lo harán con otros, no con nosotros”.
Le plantearon si el plebiscito de 2003 en Esquel que se opuso a la minería aún es válido o si se debe discutir nuevamente o llamar a otra consulta, y Buzzi contestó que “esto es como la Biblia, que cada tanto surgen cosas de nuevas interpretaciones”, y dijo que el Estado provincial en el 2003 cuando la comunidad votó de manera contundente por el no a la minería, era escasamente confiable, y pidió imaginarse a la gestión gubernamental de ese año (José Luis Lizurume era el gobernador) sacándole la concesión a YPF, o poniéndoles límites a los pesados de la cuadra, y rápidamente respondió que de ninguna manera.
“Claramente estamos ante un Estado diferente, porque este gobernador y este intendente (por Williams), si no se cumple con las normas, vamos y sacamos las concesiones”, remarcó el Jefe del Estado chubutense.