ASÍ TOMAMOS LA INICIATIVA es un cómic para difundir y explicar todo lo referente a la primera Iniciativa Popular de Chubut, impulsada por la Unión de Asambleas Ciudadanas Chubutenses (UAC-Ch) para lograr una ley que nos proteja de la megaminería a nivel provincial. Al pie del artículo, las cuatro partes del cómic.

Por Unión de Asambleas Ciudadanas de Chubut -UAC Ch 

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Reseña

Reseñamos brevementela situación actual de nuestras luchas y de cómo llegamos al lugar en que estamos ahora. Chubut es una provincia con una rica historia de luchas sociales. En el plano socio ambiental comienza en la década del 80 con la resistencia a la instalación del llamado “Basurero Nuclear de Gastre” (repositorio de desechos radioactivos de alta actividad que planeaba construirse), proyecto abortado por la formidable movilización social.

Gastre fue el antecedente inmediato de la épica lucha de Esquel contra la megaminería. El pueblo cordillerano logró el hito de echar por primera vez a una corporación de la rapiña extractiva de nuestro suelo, consiguió también la primera legislación provincial de Sudamérica prohibiendo la minería a cielo abierto y el uso de cianuro y utilizó uno de los pocos mecanismos de la democracia participativa presentes en nuestra Constitución, la consulta popular o plebiscito. La resistencia de Esquel fue parto de las novedosas asambleas socio ambientales que se desperdigaron por toda la Argentina impulsando la concreción de leyes que restringen o prohíben la gran minería hidroquímica en otras siete provincias, legislaciones que fueron arrancadas al poder político fruto de la movilización popular.

Aunque el plebiscito del año 2003 en Esquel frenó a las transnacionales extractivas en la zona cordillerana, pronto comenzarían a avanzar con enormes proyectos sobre la meseta central cercana a la costa de Chubut, lugar con presencia ancestral del pueblo mapuche-tehuelche. Para desgracia nuestra, la provincia está entre los más codiciados distritos geológicos del mundo. El llamado “Proyecto Navidad” en la meseta centro norte de Chubut, es conocido como el mayor yacimiento minero de plata y plomo del mundo sin desarrollar. La resistencia de la población los viene frenando desde hace años. El rio que da nombre a nuestra provincia es un hilito zigzagueante de agua en la estepa patagónica. Del río Chubut bebemos y vivimos muchas ciudades de la meseta y la costa. Alrededor de él y cruzando sus márgenes existen grandes yacimientos de uranio, cuya minería es aún más letal porque suma radioactividad a la sopa química de las colas mineras. Por esta razón buena parte de la resistencia a la gran minería fue ampliándose a la zona costera, donde nos encontramos.

En 2012, a consecuencia de uno de los tantos intentos por permitir la megaminería, se conformó la Unión de Asambleas Ciudadanas de Chubut, aglutinando asambleas y foros de toda la región. La resistencia fue diferente, nos instalamos en un lugar ajeno para nosotros, la legislatura provincial, donde estaba un proyecto que abría las puertas de par en par a la megaminería. Ese año nuestra presencia en legislatura los enloqueció ya que les impedía aprobar ese nefasto proyecto de ley. Sobre finales de 2012 sufrimos una violenta represión de mucha repercusión mediática . A raíz de todo esto surge la idea de la “Iniciativa Popular” que desemboca en la situación que estamos ahora.

En ese contexto nos dijimos: ¿si estas personas hacen las leyes, por qué no impulsamos una legislación nosotros que mejore y amplíe la prohibición ya existente? Averiguamos sobre este mecanismo constitucional, tuvimos varias reuniones con el tribunal electoral para saber del procedimiento y los mecanismos. La Iniciativa Popular fue un verdadero esfuerzo y un hito. La idea era poder hacer algo en conjunto todas las asambleas de Chubut, de la Cordillera a la Costa.

De este modo, los chubutenses iniciamos un proceso de información y difusión en cada rincón de la provincia. Y así fue. Durante el año 2013 juntamos firmas en toda la provincia. Había una mesa en cada pueblo o ciudad buscando avales para la iniciativa. Éramos una verdadera fuerza ciudadana sin ningún interés partidario ni recurso económico (más que el de los propios bolsillos de los vecinos) impulsando una iniciativa popular que venía a dar un ejemplo de participación en la vida democrática.

Así llegamos a 2014, luego de cumplir todos los requisitos legales y un riguroso control que hizo el Tribunal Electoral. El 4 de abril de 2014 se presentaron 13.007 firmas ante el Tribunal Electoral. El 26 de mayo el Tribunal cumplió su parte del procedimiento y remitió a la legislatura provincial las actuaciones. El 3 de junio de 2014 la Iniciativa Popular se convertiría en el Proyecto de Ley Nº 75/14. Era la primera vez en la historia de la provincia que una Iniciativa Popular se transformaba en Proyecto de Ley. De esta manera llegó a la legislatura nuestra iniciativa, una ley escrita por vecinos de toda la provincia con el asesoramiento de compañeros con experiencia y prestigiosos abogados ambientalistas.

Los diputados tenían una papa caliente entre las manos. El proyecto de ley por iniciativa popular no es como cualquier proyecto porque no la pueden “cajonear”, están obligados a tratarla por la aprobación o el rechazo. Y la Constitución pone un plazo para su tratamiento, sino estarían incumpliendo los deberes de los funcionarios públicos. El 26 de noviembre de 2014 era la fecha límite. En el medio hicieron de todo para que la iniciativa no llegue a tratarse, al punto de casi generar un conflicto entre poderes. En el medio hicimos todo tipo de actividades y acciones para acorralar a esta clase dirigente corrupta y vendida al mejor postor.

La historia terminó en uno de los mayores escándalos de la vida democrática de Chubut. El 25 de noviembre de 2014 el proyecto asambleario fue finalmente tratado (luego de muchas trabas y zancadillas para evitarlo).

En una oprobiosa sesión legislativa el proyecto original fue reformado de tal manera que lo transformaron en casi una aprobación a la megaminería, quedando con el título de “iniciativa popular”, como si los 13.007 ciudadanos hubiesen impulsado esa infame ley. Ese día descubrimos que la participación ciudadana era una farsa, letra muerta de la Constitución. Como graficó una compañera: “fue como si se hubiese ingresado por iniciativa popular un proyecto contra la trata de mujeres y lo que salió aprobado fue la apertura de prostíbulos” Este escándalo ocurrió en una sesión donde un diputado fue retratado por una compañera en una fotografía recibiendo instrucciones de un directivo de la transnacional minera Yamana Gold en plena sesión legislativa, le decía por mensaje de texto como debía escribir la ley del fraude. Una foto que recorrió todos los diarios del país. Era la prueba contundente de algo que decíamos y sabíamos, pero que nunca había sido visto de manera tan explícita: las transnacionales escriben las leyes que nos saquean y contaminan. Ahora tenemos la imagen de esa certeza.

El desenlace de esta historia es que la ley del fraude no pudo ser puesta en marcha, porque el escándalo dio la vuelta país y el gobierno anterior había quedado muy desprestigiado. El actual gobierno lo utilizó en su campaña y había dicho que derogaría la infame ley que se robó la iniciativa popular en caso de ganar las elecciones. En enero de este año, y poco después de asumir, el gobernador derogó la legislación fraudulenta. Previamente las asambleas realizaron todo tipo de acciones legales, desde denuncias penales contra los diputados que votaron ese día, amparos y pedidos de nulidad de la sesión del escándalo. La justicia no ha dado ninguna respuesta. Ahora estamos pidiendo que se trate la ley del pueblo, la ley de las asambleas que nunca fue tratada. Por otro lado es una hermosa legislación, de haberse aprobado tendríamos la ley más completa del país defendiendo el agua y los ecosistemas. En sus fundamentos recoge años de saberes colectados por las asambleas y sus expertos.

Por estos días los tambores del poderoso lobby minero retumban con fuerza en nuestra provincia nuevamente. Envalentonados con el gobierno de derechas que supimos conseguir y que promete más contaminación, más destrucción y saqueo, los políticos locales comienzan a presionar para que se produzca una apertura a la megaminería. Invitamos a participar de nuestras marchas y movidas. Durante los últimos 14 años Esquel marcha todos los 4 de cada mes en defensa del agua, de la vida y rechazando la megaminería. Desconocemos si existe otro pueblo que lleve tanto tiempo. Los de la costa marchamos también desde hace cuatro años. Lo hacemos en el convencimiento de que a lo único que temen los poderes es a un pueblo informado, movilizado y en las calles.