“Hace 12 años que venimos gritando y queremos dejar de ser invisibles”, nos comenta Ruth Vega. Esta maestra de tecnología en una escuela rural que ni siquiera tiene computadoras, relata cómo luego de años de actividad minera a cielo abierto sólo se encuentra un empobrecimiento del oeste catamarqueño y una sistemática destrucción de la salud, el turismo, la agricultura y ganadería de poblaciones que son obligadas a migrar por la contaminación y la escasa actividad productiva de la zona.
Por Cristian Pérez para el Gen Periodistico
27/10/2009. Minera Alumbrera limited esta enclavada entre los cordones montañosos de la pre-cordillera de Los Andes. Es una zona semiárida ubicada en el departamento de Andalgalá, provincia de Catamarca. Esta trasnacional, de capitales suizos y canadienses, y conformada por Xstrata Copper, Yamana Gold y Goldcorp Inc., produce anualmente unas 600.000 toneladas de concentrados que contienen aproximadamente 180.000 toneladas de cobre metálico y 600.000 onzas troy de oro. Empresas que también explotan los recursos naturales de Honduras y que fueron unos de los principales sectores en apoyar la destitución del presidente constitucional Manuel Zelaya, tras anular la explotación de la minería a cielo abierto y la prohibición de cianuro, mercurio y arsénico.
Uranio: el dios del cielo abierto
Sucede que además de consumir más de 95 millones de litros de agua por día extraídas del Campo de Arenal, han violado los derechos humanos y han degradado el medio ambiente. El impacto se produce por agregados que generan derrames y ácidos mineros por contaminación de metales y metaloides sobre el río Vis-Vis. Los minerales son trasladados por bombeo primero y de forma gravitacional después por medio de un mineraloducto que recorre 316 Kilómetros atravesando dos provincias: Catamarca y Tucumán. En esta última se encuentra la planta que extrae el agua y que en varias ocasiones contaminó el canal PD2. En los últimos años el mineraloducto se ha roto de manera reiterada y el barro mineral volcó sobre la cuenca del Río Vis-Vis. “El caño fue remendado sólo con una “camisa” y pegamento.”, contaron, al Gen Periodístico vecinos de la zona.
Según un informe, de reciente conocimiento público, del Servicio Geológico Minero Nacional (SEGEMAR) reconoció la presencia de minerales pesados o radiactivos como uranio y torio. El agravamiento por el violento proceso de acumulación del suelo, las aguas superficiales y subterráneas, y el aire, de enormes cantidades de uranio, además de torio, cesio, estroncio, plomo, arsénico hacen que contaminen por miles de años toda la región y lo hace extremadamente peligroso para la vida de las personas, animales y plantas.
El veneno social
“Hace 12 años que venimos gritando y queremos dejar de ser invisibles”, nos comenta Ruth Vega en la jornada “No a los fondos minero” realizada en la Escuela de Cs. de la Información de la Universidad Nacional de Córdoba. Esta maestra de tecnología en una escuela rural que ni siquiera tienen computadoras, relata como en Andalgalá las instituciones educativas cierran sus aulas y el Estado se ausenta. Ocurre que luego de años de actividad minera a cielo abierto sólo se encuentra un empobrecimiento del oeste catamarqueño y una sistemática destrucción de la salud, el turismo, la agricultura y ganadería de muchas poblaciones que son obligadas a migrar por la contaminación y la escasa actividad productiva de la zona. “Nos roban el agua, nos destruyen, nos enferman y nos matan”, suplica Sergio Martínez miembro, también, de los vecinos autoconvocados que intentan detener el desastre que genera la industria minera.
El uranio y sus isótopos es lo que produce la gran cantidad de enfermos y muertos por cáncer, tuberculosis y de enfermedades respiratorias que son ocultadas por organismos e instituciones públicas. Condenadas a recibir las dádivas económicas por parte de las empresas mineras que las hace obsecuentes y cómplices de la muerte de cientos de catamarqueños. Esta “contaminación social” la padecen no sólo los hospitales, las escuelas y universidades, si no también la policía que son pagadas por las empresas para que las defiendan y repriman las protestas de los pobladores. Andalgalá va camino a desaparecer si se sigue adelante con la minería a cielo abierto, ya que se quiere explotar la mina de Agua Rica. De tres veces mayor magnitud que La Alumbrera y que afectaría a las principales cuencas hídricas que abastecen de agua potable a las poblaciones aledañas.
Los fondos mineros teñidos de sangre en las universidades públicas
Los fondos que distribuyen Yacimientos Mineros Aguas de Dionisio (YMAD) entre las casas de estudio provienen de Minera Alumbrera Limited y están “manchados de sangre”, repite el biólogo y premio Nóbel alternativo, Raúl Montenegro. Ya se repartieron este año 86 millones de pesos. Un 60 por ciento fueron para la provincia de Catamarca; 20 por ciento para la Universidad de Tucumán y el resto correspondería, por ley, a la cuarentena de universidades públicas. Sin embargo el Consejo Superior de la Universidad Nacional de Río Cuarto se sumo a las 19 Facultades y unidades académicas de todo el país que rechazaron los fondos que provienen de La Alumbrera. Según Montenegro la decisión de las universidades responde a dos universos. El ético y que dice “no a recibir dinero teñido de sangre” y el no ético “que encaja muy bien en la creciente mercantilización de las universidades públicas”.
El argumento más reiterado y menos sólido por parte de las instituciones educativas para aceptar estos fondos, fue que estos recursos serán destinados para investigar el impacto de las empresas mineras en el medio ambiente. Según el biólogo Montenegro con este criterio “la empresa la Alumbrera será la minera más estudiada del planeta”. Por otro lado aclaró que “los fondos que vienen directamente de Alumbrera a las universidades públicas no pueden compararse con los impuestos que pagan al estado las empresas tabacaleras y del petróleo, o nosotros los ciudadanos. Comparar impuestos con una donación prevista en la ley 14771 es incorrecto”.