Efectivos, manifestantes y un fotógrafo fueron asistidos en el Policlínico Neuquén y el hospital Castro Rendón. La policía respondió las piedras con gases lacrimógenos y balas de goma. Testimonio de uno de los detenidos.
Fuentes: Río Negro y 8300
Dos vehículos particulares fueron dañados. Unas 5.000 personas participaron de la movilización previa.
El testimonio de una de las personas detenidas: “quería presenciar la sesión”
La policía detuvo a dos personas durante la movilización de hoy en la Legislatura. Una de ellas cuenta cómo fue esa experiencia.
Paulo, integrante de la cooperativa 8300, llegó pasadas las 10:30 al playón de la Universidad Nacional del Comahue en su bicicleta. Allí se encontró a un par de amigos y se sumó a la movilización, cuyo recorrido culminó en la Legislatura, donde esta tarde se trataba el acuerdo YPF-Neuquén para el desarrollo hidrocarburífero no convencional del área Loma Campana.
Ató su bicicleta a uno de los postes, ni bien la marcha concluyó. “Todavía no sé donde está”, dijo. Enseguida vino la represión. Se replegó junto a la gran masa de gente que se refugió en la esquina de Leloir y Castro Rendon. Quiso interceder con el grupo que tiraba piedras. De repente vio las vallas caídas y avanzó caminando junto a Soledad Martínez, una compañera que estaba en el lugar. Llegaron hasta el último cordón policial y ahí se dirigió a uno de los oficiales diciéndole que quiere presenciar la sesión.
“Ustedes saben a quien están defendiendo”, agregó Soledad. “Tomatela, estúpida”, fue la repuesta. Paulo relató que se le vinieron encima. Lo tiraron al piso, le pisaron la cabeza y le pisaron la espalda. Los introdujeron a ambos en un camión, esposados. Les tomaron los datos. Permanecieron largo rato hasta que el vehículo los trasladó a la comisaría primera. La notificación decía “por lesiones y resistencia a la autoridad”.
Fotos, huellas, chequeo del médico policial. De vuelta al camión rumbo a la comisaría segunda. Soledad no ingresó. Paulo sí. Debió dejar sus pertenencias y al calabozo. Pudo hacer una llamada. Luego de 20 minutos subió al camión donde aún estaba Soledad. De ahí al juzgado de instrucción.
Después de entrevistarse con los defensores oficiales, a raíz del habeas corpus interpuesto, se presentaron ante la jueza Mara Suste, y alrededor de las 16:30 fueron liberados.
“Quiero agradecer a todos los que se preocuparon por los dos”, afirmó. Agregó: “A los que llamaron, y a los que con candombe estaban afuera del juzgado mientras nos entrevistaban, gracias”.