Estados Unidos e importantes empresas mineras alentaron y financiarion el exterminio de una etnia y de varios misioneros extranjeros para continuar su hegemonía en la región de los lagos africanos y tener máxima libertad para la extracción de minerales estratégicos. Juicios en España y Francia para sancionar a los responsables.

Jordi Palau, Mediador. Español.

¿Cómo se convirtió usted en mediador?

–Yo comencé haciéndome objetor de conciencia y, ya colegiado como abogado, me dediqué a defender a los demás objetores y a participar en la campaña civil por el fin del servicio militar obligatorio. De ahí a preocuparnos por la justicia universal sólo había un paso.

–Pero África está muy lejos.

–Al contrario; yo creo, con el Nobel de la Paz Pérez Esquivel, que nos asesora, que Ruanda es asunto nuestro. En el conflicto de los grandes lagos africanos se encuentran todos los conflictos de nuestra era. Esquivel nos animó a que hiciéramos en Ruanda lo que se hizo con las víctimas españolas de la dictadura argentina: llevar a los asesinos a juicio.

–¿Cuántas víctimas españolas hubo?

–Nueve cooperantes y misioneros españoles fueron asesinados por ser testigos molestos del genocidio ruandés. Nosotros hemos investigado a fondo lo sucedido con la ayuda de los supervivientes hutus y tutsis hoy refugiados en EE.UU., Canadá y la UE.

–Pero ya existe un TPI en Ruanda.

–La ONU ha reconocido haberse equivocado en dos casos: Ruanda y Sbrenica. El TPI en Ruanda se ha limitado a juzgar a los responsables hutus del anterior gobierno, cuando existen pruebas de que los supuestos liberadores tutsis cometieron masacres similares a las de los hutus, pero EE.UU. bloquea las investigaciones contra los tutsis porque son sus aliados en la zona.

–Algo sacarán los americanos.

–Los tutsis han abierto a EE.UU. sus reservas de coltán, mineral estratégico para los satélites, oro, diamantes y otros minerales.

–Suponen ustedes.

–Hemos comprobado. La congresista Cinta McKinney fue enviada especial de Clinton a la zona y ha denunciado esos acuerdos de las transnacionales americanas con el líder rebelde del FPR Kabila. Las mineras aportaban dinero y armas y los rebeldes

conquistaban territorio y, a cambio, les concedían concesiones mineras.

–¿Pruebas?

–Tenemos a un testigo clave, Abdul Ruzibiza, miembro del comando Network, autor del atentado que acabó con la vida de los presidentes hutus de Ruanda y Burundi, que fue el detonante del genocidio. Explica cómo la guerra fue preparada para crear el caos: los tutsis que la provocaron sabían que, con el atentado, los tutsis del interior, que ellos consideraban traidores por haberse integrado con los hutus, serían masacrados.

–Hubo alevosía, pues.

–Para evitar testigos, el 18 de enero del 97, los tutsis del FPR asesinaron a tres médicos españoles y a un misionero canadiense: así vaciaron la zona de observadores internacionales.

–¿Encontrarán a los asesinos?

–En nuestra iniciativa de justicia universal no nos limitamos a denunciar los asesinatos de españoles; es la primera vez que se inicia una causa en tribunales españoles por crímenes internacionales de guerra y no sólo contra los ejecutores africanos de la masacre, sino también contra sus inductores: los ejecutivos de las transnacionales que se han beneficiado del genocidio.

–¿Quiénes son?

–American Mineral Fields, BARRICK GOLD CORPORATION , Trinitech, Fincore y hasta una treintena de empresas y varias decenas de directivos: todos han sido encausados.

¿En qué estadio está el proceso?

–Se ha abierto procedimiento y un juez de la Audiencia Nacional ha pedido atestado a Francia, que también investiga estos crímenes. En los próximos meses van a ser citados ante los tribunales testigos clave que son protegidos.

–¿No es la suya otra intervención extranjera en África?

–Para dejar claro que no se trata de un proceso contra una etnia, sino de la aplicación de la justicia a los responsables de los asesinatos, hemos emprendido una iniciativa internacional, en paralelo, para propiciar el diálogo tutsis-hutus, empezando por los exiliados.

–¿Cómo les ha ido?

–La primera iniciativa, en Canadá, EE.UU. Francia, Bélgica, Holanda y otros países de la UE ha sido un éxito. Hemos colaborado con todas las organizaciones de víctimas reconocidas, tanto de los tutsis como de los hutus; el siguiente paso es que la próxima ronda de diálogo y reconciliación incluya también a los políticos de ambos bandos.

–Eso será más difícil.

–Confío plenamente en la fuerza de la justicia universal y de que estamos cargados de razón y de verdad. Estoy convencido, con Gandhi y Luther King, que la verdad se impone a la larga sobre la mentira y la injusticia.

–¿Qué sucederá si se impone al fin la verdad en Ruanda?

–Juzgaremos y condenaremos a los políticos, empresarios y militares que planearon y ejecutaron el mayor genocidio desde la Segunda Guerra Mundial.

www.veritasrwandaforum.org/dosier/lacontra.pdf

www.veritasrwandaforum.org/dossier.htm