Los nuevos líderes de las principales empresas mineras del mundo planean nuevas estrategias con las que hacer frente a la dura crisis que azota al sector. En un intento por reconducir sus respectivas compañías, los nuevos directores intentarán abandonar el riesgo que supone las inversiones multimillonarias que han definido las gestiones del anterior grupo de dirigentes.
Fuente: Dirigentes Digital
La llegada de Andrew Mackenzie para sustituir a Mr. Kloppers en BHP Billiton, la salida de Cynthia Carroll para dar paso a Mark Cutifani en Anglo American, el nombramiento de Sam Walsh para reemplazar a Tom Albanese en Rio Tinto y la llegada de Ivan Glasenberg para liderar Glencore tras la adquisición de Xstrata, dará lugar a un nuevo desarrollo en las políticas de la minería mundial.
Los accionistas de las principales empresas mineras exigen una moderación en el gasto de capital en medio de una ola de grandes excesos de presupuesto y menores precios en las materias primas. Según publica Financial Times, el megaproyecto desarrollado por M&A ha sido totalmente inoportuno ya que ha provocado la desaceleración del crecimiento económico en China, lo que ha supuesto una bajada de precios de las materias primas y ha obligado a los grandes grupos mineros cambiar de rumbo y pisar el freno en la partida de gastos.
En este aspecto, BHP fue una de las empresas más agresivas en sus nuevas políticas. La empresa minera redujo o aplazó sus inversiones por un valor total de 40.000 millones de dólares. The Wall Street Journal recoge que Andrew Mackenzie, nuevo presidente de BHP, tendrá como prioridad ampliar las ganancias de un grupo de activos que van desde los campos de gas de esquisto en el centro-oeste de Estados Unidos hasta los enormes yacimientos de mineral de hierro en la región de Pilbara, en Australia occidental.
Los nuevos jefes al mando de la política minera intentan tranquilizar a los accionistas indicando que el nuevo estilo de negocio es diferente a lo vivido hasta ahora y que pretenden evitar los errores de la década pasada. Sam Walsh, director ejecutivo entrante de Rio Tinto, explicó a Financial Times que “hay que considerar el dinero de la empresa como propio y actuar como dueños de nuestras empresas, no como meros administradores”.
Los próximos dos o tres años podrían definirse por el retraso de los grandes y costosos mega proyectos en el sector de la minería, aunque algunas compañías podrían seguir un rumbo diferente. Jake Greenberg, especialista en minería, explica que Glencore Xstrata podría seguir su propio camino y embarcarse en un nuevo proyecto. “Ivan Glasenberg, nuevo ejecutivo de Glencore, espera reducir el gasto y aumentar la valoración de la compañía entre los accionistas. De esta forma, podría obtener los medios para hacer más adquisiciones en la minería, el petróleo y el gas”.