Argentina – 17/07/07. Acompañamos dos artículos publicados recientemente por el diario La Nación y El Pregón Minero: el primero fue escrito por Julián Rooney (vicepresidente de Xstrata Copper, operadora de Minera Alumbrera Argentina) y el segundo es una entrevista a Carlos Cuburu (Gerente de Proyecto de la minera Aquiline que pretende explotar Calcatreu -oro en Río Negro- y Navidad -plata y plomo en Chubut-). Estos personajes desgranan cómo piensa y qué hace el sector minero en su camino hacia su único fin: la explotación y el lucro por encima de los intereses de la población del país.
Rooney afronta demandas penales por contaminación en Catamarca, Tucumán y Santiago del Estero gracias a los estragos causados por la minera de la cual es vicepresidente, también la defensoría del pueblo a nivel nacional está impulsando acciones contra la empresa. Cuburu es recordado por la entrevista que le hizo el programa televisivo CQC donde ejemplificaba la actividad en una mina a cielo abierto pinchando sucesivamente con un bolígrafo una bolsita que desparramaba el papel picado que contenía patentizando simbólicamente la devastación y la contaminación de la actividad.
Fuente: La Nación y El Pregón Minero

La minería, motor del desarrollo
Por Julián Rooney
Para LA NACION
Martes 24 de julio de 2007 | Publicado en la Edición impresa

Resulta imposible imaginar un mundo sin minería. Prácticamente todo elemento del que nos servimos diariamente contiene elementos minerales. Desde el filamento de una lamparita de luz, los cubiertos con los cuales comemos, las herramientas con las que trabajamos, los materiales de equipamientos médicos para cuidar nuestra salud, los fertilizantes que permiten fabulosas cosechas al agro y a la industria vitivinícola, hasta los cables y chips de los que se provee la informática, sumados a la generación y distribución de energía eléctrica, todos contienen sustancias minerales.

La Argentina asiste desde comienzos de 2000 a lo que podríamos denominar un boom minero. Los emprendimientos en el país se multiplicaron y el crecimiento que experimenta el sector constituye una oportunidad inigualable para nuestro desarrollo. Al tratarse de materias primas, que al igual que nuestros granos y nuestra carne consume el mundo entero, la amplitud del mercado implica una expansión continua de la demanda.

La necesidad y el requerimiento de minerales existen y está en nosotros abastecernos y exportar al mundo. Asirnos a esta oportunidad nos permitirá aprovechar el efecto dinamizador que tiene la actividad minera en una economía. Dista de ser casualidad que haya sido esta industria uno de los motores propulsores del desarrollo de algunos países cuya calidad de vida nos debe servir de ejemplo, como Australia, Canadá y Estados Unidos.

Tenemos la posibilidad concreta, real y presente de construir un círculo virtuoso de inversiones, trabajo y crecimiento sustentable sobre la base de la actividad minera. Nuestros recursos mineros están, en general, en regiones muy alejadas y, por ello, cerca de comunidades postergadas en su derecho a mejorar su calidad de vida. Las posibilidades de crecimiento de estas poblaciones se centran en el empleo que genera la minería directamente o a través de empresas proveedoras.

Impacto ambiental

Como toda industria, la minería tiene impacto ambiental (que no es, como algunos pretenden confundir, sinónimo de contaminación). Pero es una de las industrias más respetuosas del medio ambiente. No sólo porque practica el concepto de explotación sustentable, dado que se trata de recursos no renovables, sino también porque la minería en la Argentina es la única actividad que tiene una ley regulatoria que controla el impacto ambiental que genera (ley nacional 24.585).

El Gobierno ha mantenido leyes federales que regulan la actividad creando un ambiente favorable para la inversión en esta industria. La minería respondió con creces a la expectativa que las autoridades depositaron en ella también en cuanto a la generación de recursos fiscales genuinos para la Nación y las provincias.

En el caso de Minera Alumbrera -donde trabajo hace diez años-, la empresa ha pagado al Estado nacional más de US$ 630 millones por el impuesto a las ganancias en los últimos tres años. Entre pago de regalías -que en buena parte se distribuyen en los municipios que rodean el proyecto- e impuestos directos en la provincia de Catamarca, genera más del 70% del ingreso fiscal de dicha provincia.

Sin perjuicio de la demostrada responsabilidad ambiental con que se opera, algunas autoridades provinciales, en una actitud por cierto reprochable, han limitado mediante la sanción de normas inconstitucionales el libre ejercicio de una industria lícita. Por cierto, agrava la situación que dichas determinaciones se han tomado sin el correspondiente análisis, y sobre la base de reclamos minoritarios e infundados, pero, eso sí, hechos públicos mediante el ejercicio de la fuerza -por ejemplo, cortes de rutas-, a la que varias autoridades, en una actitud demagógica, ceden sin mayor consideración. No es prohibiendo actividades productivas y lícitas como se va a permitir a los habitantes de nuestro país alcanzar su merecido desarrollo.

También les corresponde actuar con responsabilidad a quienes objetan la actividad. Están en su derecho, pero éste debe ser ejercido dentro del marco razonable del disenso, donde debe prevalecer el diálogo por sobre la agresión.

Los argentinos, en especial los trabajadores, técnicos y profesionales, queremos desenmascarar la hipocresía de quienes injurian la actividad por supuestos incumplimientos ambientales sin argumentos técnicos sólidos.

Los mineros hemos demostrado que esto puede hacerse respetando el medio ambiente y la ecología, y conviviendo pacíficamente y de manera compatible con otras actividades. Hoy la industria minera es parte del proceso renovador que vive la Argentina. Queremos hacer oír nuestra campana, la del trabajador minero que apuesta a crear riqueza, que quiere un presente próspero y un futuro mejor para sus compatriotas.

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Entrevista a Carlos Cuburu en El Pregón Minero: “es interesante acotar a los grupos agresivos de gestión contraria a la actividad minera”
El Pregón Minero Nº 1.827 – 17/07/2007
http://www.editorialrn.com.ar/pminero/pm2007-07/pm2007-07-50.html

El Pregón Minero entrevistó al Gerente de Proyecto de la minera Aquiline, Carlos Cuburu, quien manifestó una postura optimista en cuanto a la relación que se plantea entre el sector minero y las comunidades que lo acogen. Pues considera que, más allá del trabajo orquestado por grupos específicos, el común de la población ve en la minería el instrumento que lo ayudará a alcanzar un sistema de vida próspero.

¿Cómo está Aquiline? ¿Qué expectativas tienen en relación la política provincial?

Aquiline está muy bien, desarrollando intensos programas de perforaciones tanto en Navidad, Chubut como en Calcatreu, Río Negro. Ciertamente la compañía está a la expectativa de algunos cambios y transformaciones políticas, específicamente en Río Negro, que es el proyecto más avanzado. Navidad es un proyecto clásico de exploración que todavía tiene al menos dos períodos más de trabajos intensos en exploración para ingresar recién a la prefactibilidad. Pero Calcatreu llegó a la factibilidad inicial lo que significa que está ya en la cuenta regresiva para encontrar un escenario posible de desarrollar la producción de ese yacimiento.

Hoy en día, con la ley que rige en la provincia de no usar cianuro, cómo ven ustedes la continuidad del proyecto

Inicialmente, el proyecto es solo factible con la utilización de cianuro. Lo que tenemos es que indagar en los fundamentos que llevaron a que esta ley sea promulgada. Es, en un principio, precautorio. La compañía está haciendo los mayores esfuerzos para demostrar que en condiciones de plena seguridad ambiental, justamente higiene y seguridad minera es factible de poder utilizar el cianuro sin inconvenientes, para el medio ambiente y la gente.

¿Debido a esta disposición tuvieron que suspender personal o mantuvieron toda la planta tal cual estaba al comienzo?

La compañía tiene pleno derecho jurídico a seguir explorando y se ha abocado a buscar nuevas reservas minerales para mejorar la calidad técnica del proyecto y en eso estamos en este momento trabajando.

Hace unos días se llevó a cabo una mesa de dialogo donde participó el obispo de Bariloche. Fue una reunión muy positiva. ¿Qué posibilidad ve de realizar eso en Bariloche?

Me parecería fantástico, todo lo que sea involucrar a los actores sociales de la provincia de Río Negro en un diálogo maduro, adulto y con alto grado de conciencia, me parece una muy buena iniciativa. Las expectativas y oportunidades que genera la minería en este desierto norpatagónico tienen que ser bienvenidas.

Hablando un poco de minería en general, el problema de Mendoza puede seguir repercutiendo en toda la Patagonia.

No. Lo he dicho en varias oportunidades, cada proyecto es un mundo, las compañías deben elaborar con el objetivo de una licencia social y una licencia política, normalmente yo he ponderado muchísimo el desarrollo de las licencias sociales, atendiendo a que las defensas en la actividad minera tienen que venir de comunidades concientes del desarrollo que la minería trae aparejado.

Últimamente se ha visto un crecimiento de parte del “no a la mina”. ¿Piensa que se están haciendo bien las cosas para revertir eso o falta hacer algo más?

Yo creo que no hay una crecida del no a la mina. Creo que es un plan de largo plazo que se generó hace unos cuanto años y continúa en evolución en tiempos y en momentos específicos que son períodos preeleccionarios cuando los candidatos manifiestan algún tipo de voluntad objetiva hacia la actividad inmediatamente aparecen. Esto está todo orquestado, no es que haya aumentado. Lo que es interesante es acotar a los grupos agresivos, a los grupos de gestión contraria a la actividad, tener los contenidos en su lugar y mostrarles que la mayoría de la gente de las comunidades, ven a la minería como una oportunidad y los bloquean o no los quieren dentro de su sociedad.