El Papa Francisco recomienda que las comunidades participen en cada una de las fases de los proyectos mineros y, a la vez que advierte sobre el impacto de la actividad en el medio natural y la vida de las personas, exhorta al sector minero a respetar los derechos humanos fundamentales.

Fuente: Telam

 

Las declaraciones del Papa Francisco:

«Las precarias condiciones de nuestra casa común se deben principalmente a un modelo económico que ha sido seguido durante demasiado tiempo. Es un modelo voraz, orientado hacia la ganancia, con un horizonte limitado y basado en la ilusión del crecimiento económico ilimitado. Aunque asistamos a menudo a su desastroso impacto sobre el mundo natural y sobre la vida de la gente, todavía nos rechazamos al cambio».

«En el debate deben tener un sitio privilegiado los habitantes del lugar, que se interrogan sobre lo que quieren para sí y para sus hijos, y pueden tener en consideración finalidades que trascienden el interés económico inmediato». 

«Es indispensable prestar una atención especial a las comunidades aborígenes con sus tradiciones culturales. No son una simple minoría entre las demás, sino más bien deben convertirse en los interlocutores principales, sobre todo cuando se procede con grandes proyectos que afectan sus espacios».

«Solo la responsabilidad social de empresa no es suficiente. Debemos asegurar que las actividades mineras conduzcan al desarrollo humano integral de cada una de las personas y de la comunidad entera». 

En línea con la «Encíclica Laudato sí» (2015), Bergoglio afirmó: «Es un modelo voraz, orientado a las ganancias, con un horizonte limitado basado en la ilusión del crecimiento económico ilimitado y aunque a menudo vemos su impacto desastroso en el mundo natural y en la vida de las personas, nos resistimos al cambio»

También recordó a Benedicto XVI«La actividad minera debería estar al servicio de la persona humana y no al contrario».