La asociación vecinal «San Salvador» de la parroquia castropolense de Tol acaba de aprobar por unanimidad su oposición al proyecto minero que auspicia Astur Gold para extraer el oro de Salave. Los vecinos, que acaban de emitir un comunicado con la decisión adoptada en la última asamblea ordinaria, consideran el proyecto aurífero «incompatible con el desarrollo sostenible del medio rural y con la principal actividad económica de esta parroquia que es la agricultura, la ganadería y el turismo rural».
El colectivo vecinal manifiesta su adhesión a la plataforma «Oro No», que canaliza la oposición vecinal al proyecto minero, y advierte que será combativa con el fin de evitar la apertura de la mina: «Esta asociación se reserva el derecho a utilizar los medios legales a su alcance para evitar este proyecto minero».
La parroquia se siente amenazada por el proyecto inicial (expuesto en el denominado «Documento inicial para la evaluación de impacto ambiental del proyecto minero de explotación por interior del yacimiento de Salave») de la minera según el cual las balsas de tratamiento de estériles se ubicarían a 500 metros del núcleo de Brul. Se trata de un depósito de lodos dividido en cuatro sectores, con una superficie aproximada de 53 hectáreas y una altura de entre 15 y 23 metros de altura que tendrá capacidad para siete millones de metros cúbicos de lodos. Al menos es la propuesta inicial de la compañía, que hace unos días reconoció estar valorando otras alternativas entre las que se incluye la reducción a la mitad de estas balsas. También estudian trasladar la bocamina desde el límite con Castropol hasta la zona del Cortaficio. El colectivo vecinal considera que con la elección del entorno de Brul para ubicar las balsas de estériles, Astur Gold «ha atendido solamente a criterios de rentabilidad, despreciando la importancia del resto de actividades económicas que se realizan en la zona».
Según la asociación «San Salvador», que acaba de renovar la junta directiva, las actividades mineras «son incompatibles con la ganadería». Además destacan que «a diferencia de lo que propone al minera, nuestros empleos y volumen de negocio son reales a día de hoy y no virtuales, no tienen un periodo limitado de explotación y es una actividad tradicional con respaldo social». Los vecinos aseguran que el proyecto minero «nunca contará con apoyo ni licencia social».
Por otra parte, hace unos días se cerró la fase de consultas previas del denominado «Documento inicial para la evaluación de impacto ambiental del proyecto minero de explotación por interior del yacimiento de Salave». Los colectivos que son parte en el expediente minero tuvieron veinte días para presentar sugerencias a dicho documento. El Principado no ha confirmado aún cuántas entidades han presentado sugerencias, aunque sí ha trascendido que lo ha hecho la plataforma Oro No, la Coordinadora Ecologista y el Ayuntamiento de Castropol.