El 26 de agosto comienza la acampada SOS-Laciana en el pueblo de Sosas. Esta convocatoria pretende defender el territorio de los daños provocados por las explotaciones a cielo abierto. Enlace a: http://bierzodespierta.org/?p=623

El 26 de agosto comienza la acampada SOS-Laciana en el pueblo de Sosas. Esta convocatoria pretende llevar el movimiento 15M a Laciana, unirnos a la población del valle para defender el territorio de los daños provocados por las explotaciones a cielo abierto y denunciar la corrupción que existe detrás del negocio del carbón. Desde Toma la montaña!, planteamos varias preguntas. No esperamos que sea el gobierno o las autoridades locales quienes las contesten, no esperamos que Victorino Alonso nos dé la respuesta. Sencillamente no esperamos más para alzar la voz contra un estado de las cosas en el que los intereses de unos pocos están pisoteando todo un valle.

 

En Laciana, las explotaciones a cielo abierto de la minera CMC (Coto Minero del Cantábrico), propiedad de Victorino Alonso, se han llevado a cabo a costa de la destrucción de espacios naturales de incalculable valor. Se han talado bosques de robles, abedules, tejos, etc. y se ha arrasado con las montañas que los sostenían, y por tanto, con toda la vida que éstas albergaban. Las explotaciones han generado escombreras que anulan otras zonas del valle y crean grietas y desprendimientos de tierra.

Esta actividad se está ejecutando en un valle declarado Reserva de la Biosfera, LIC, ZEPA y parte de la red Natura 2000, incumpliendo en todos sus puntos la directiva Hábitat de la UE, que vela por la conservación de dichas áreas y la protección de las especies en peligro de extinción que las pueblan, como son, en este caso, el oso pardo y el urogallo cantábrico. Por ello, y debido a la falta de responsabilidad de las autoridades españolas en la realización de los informes de impacto ambiental, la comisión europea ha denunciado a España ante el Tribunal de Justicia Europeo(1).

Pero esto no es todo, estas minas y escombreras no transgreden únicamente la normativa europea, sino que muchas de ellas evaden, a su vez, la leyes estatales, al explotarse sin licencia urbanística y en algunos casos, como la mina del Feixolín, en ausencia también de licencia de obras, de ocupación de montes y de informe del impacto ambiental, con una sentencia del TSJCyL que la declara ilegal (2). Y aquí vienen las primeras preguntas: ¿cómo es posible que las minas siguieran operativas a pesar de las múltiples denuncias? ¿cómo es posible que haya 5 nuevos proyectos de minas a cielo abierto en estado de licitación?

Teniendo en cuenta que en 2018, según el Decreto del Carbón, finalizan las subvenciones a las empresas mineras y se levanta la obligación de las centrales térmicas de comprar carbón nacional, lo cual implica la muerte del negocio del carbón español, cuyos precios no pueden competir de ninguna manera con el importado(3),¿Por qué en los programas de los distintos partidos políticos en la zona se sigue apoyando esta empresa como fuente económica principal del valle de cara al futuro?¿Acaso no representa un engaño para la población el seguir asegurando el carbón cuando Europa ya ha firmado su fin?

En el Plan del Carbón 2006-2012(4), la cuenca minera de Laciana figura como municipio muy afectado por la reestructuración de la minería, gozando, por tanto de la posibilidad de recibir los tres tipos de ayudas previstas por el IRMC para proyectos de infraestructuras, proyectos generadores de empleo, así como las ayudas para la formación. ¿Cuántos puestos de empleo han generado los distintos proyectos (ya sea propuestos por la Junta o por el Ayuntamiento) que se han efectuado en Laciana? ¿Dónde están esas alternativas económicas que impulsan a la población a confiar en esa reestructuración de la comarca? ¿Qué facilidades se han dado a las personas que querían impulsar nuevas pequeñas empresas en la zona? Y, si no han existido, entonces, ¿en qué se ha empleado todo ese dinero?

El principal responsable de esta situación, aunque no el único, el señor Victorino Alonso, utiliza constantemente a los trabajadores como moneda de cambio, amenazando y llevando a fin ya sea despidos, el impago de los salarios o los múltiples EREs consecutivos de la práctica totalidad de la plantilla cuando las circunstancias se le antojan desfavorables(5) (que es, en muchos casos, cuando existe un atisbo de intención por parte de las autoridades de acatar las leyes que sistemáticamente se salta, por ejemplo: cuando se anunció el cese de los trabajos en el Feixolín por la ilegalidad de la explotación(6), o cuando se le acabó el decreto del carbón del 2009) (7).

Desde el 94, cuando Alonso adquirió MSP, gracias a la inversión de millones por parte de la Junta de CyL y del estado, este señor se ha hecho con el control de gran parte de la cuenca minera asturiana, palentina y berciana a través de la adquisición de UMINSA, Coto Minero del Narcea, Antracitas del Taneo, grupo Tormaleo, Antracitas de Fabero, etc. El Grupo Alonso ha ido creciendo, contando actualmente tanto con sociedades mineras como con empresas de construcción (FERPI), de combustibles y maquinaria (UNIVERSAL BEXIMPORT), fabricación de maquinaria (Westfalia), etc.

Mientras su patrimonio aumentaba, las minas de interior se iban cerrando y se han ido aprobando proyectos a cielo abierto, en los que los puestos de trabajo se han reducido considerablemente pasando de los cientos de mineros que podían trabajar en una mina de interior a una plantilla de decenas de personas manejando la maquinaria de una explotación de exterior.

Todo esto pese a que, la minera CMC, así como UMINSA, siguen a flote gracias a la cuantiosa subvención de 134 millones de euros que reciben al año de las arcas del estado (8). ¿Por qué se sigue considerando estas empresas como fuentes generadoras de empleo cuando han perdido en los últimos 20 años toda rentabilidad económica, dependiendo totalmente de la financiación estatal? ¿Por qué se deja en manos de Victorino Alonso tal suma de dinero supuestamente para conservar los puestos de trabajo de este sectorcuando cada año se genera menos empleo, cuando lo que abunda en sus empresas es la precariedad laboral y la pérdida flagrante de los derechos de los mineros?

¿Quién o quiénes se están beneficiando de las subvenciones al carbón, de los fondos MINER?

¿Quiénes pueden hablar y quiénes no hablan por miedo?

¿A quién le interesan las explotaciones a cielo abierto y a quiénes están perjudicando?

 Cuando acaben las subvenciones, Alonso se marchará de Laciana con los bolsillos llenos, dejando un paisaje desolador, una zona deprimida económicamente y una comunidad dividida. Exogamous:
el fin del destructivo y corrupto negocio de las minas a cielo abierto
una auditoria pública del Grupo Alonso
que la gestión de los fondos MINER vaya amanos del pueblo.

http://bierzodespierta.org/?p=623