Ecologistas en Acción ha denunciado estemartes que la contaminación por metales pesados continúa en la zona de la localidad sevillana de Aznalcóllar, doce años después del accidente ocurrido el 25 de abril de 1998 en la mina de Boliden que causó uno de los mayores vertidos contaminantes de Europa.

 

Fuente: EFE
Sevilla, España – 27/04/2010.
Un comunicado de esta organización asegura que hace unos días se produjo una nueva mortandad de peces en el contraembalse del río Agrio “debido a los lixiviados de las escombreras mineras” que no han sido convenientemente inertizados.

Ecologistas en Acción ha abogado por que la sociedad andaluza “no olvide” el accidente de Boliden y exija a la Junta de Andalucía “la prohibición de la minería a cielo abierto” al considerarla “incompatible con el mantenimiento de unas mínimas garantías ambientales”.

Tras advertir de los peligros que supone la nueva explotación a cielo abierto de Mina de las Cruces, el comunicado de esta asociación ha denunciado que la multinacional Boliden “no sólo no ha pagado un euro sino que incluso llegó a cobrar subvenciones públicas tras la catástrofe” de Aznalcóllar.

El 25 de abril de 1988 se rompió uno de los muros de contención de la balsa de residuos de la mina de Aznalcóllar, propiedad de Boliden, lo que originó un vertido, aguas abajo, de algo más de cinco hectómetros cúbicos de barro y metales pesados que afectó a la cuenca del Guadiamar y fue frenado junto al Parque Nacional de Doñana.