La filial asturiana de la compañía minera canadiense Astur Gold ha demandado por más de 8,5 millones de euros al Principado por no haber autorizado la explotación de la mina de oro de Salave, en el concejo de Tapia de Casariego.
Fuente: EFE
La empresa minera ya había anunciado el pasado mes de abril que iba a presentar un escrito de denuncia ante el Tribunal Superior de Justicia de Asturias contra la decisión adoptada el 10 de febrero por la Consejería de Economía y Empleo por la que se echó abajo el proyecto para explotar mediante una galería subterránea el yacimiento aurífero.
El Gobierno asturiano basó su decisión en los estudios e informes negativos que la Confederación Hidrográfica del Cantábrico había realizado sobre el plan de Astur Gold y que establecían que los usos de la mina harían que el agua utilizada no cumpliese con los estándares de calidad.
La compañía minera ha anunciado hoy que su filial Explotaciones Mineras del Cantábrico ha presentado ya un escrito de demanda ante el TSJA en la que solicita que se revoque la decisión de la Consejería y que se compense a la empresa por los gastos en los que ha incurrido desde que se hizo con la concesión en mayo de 2010.
El escrito de demanda va acompañado de un informe de una auditoría que fija en 8,59 millones de euros los gastos que ha tenido Astur Gold en Salave desde la adquisición de Astur Oro en 2010.
Asimismo, incluye informes que contradicen los efectuados por la Confederación Hidrográfica del Cantábrico sobre la contaminación del agua a utilizar en la mina y que mantienen que las lagunas de Salave y acuíferos de la zona no se verán afectados por la actividad.
De hecho, Astur Gold mantiene que la mina podría contribuir a acabar con la contaminación natural por arsénico que hay en la zona, con los riegos potenciales que eso supone para las actividades agrícolas y ganaderas.
La compañía minera se refiere así a la denuncia que este año hizo el Fondo Asturiano para la Protección de los Animales Salvajes (FAPAS) hizo sobre la presencia de elevados niveles de arsénico en el suelo que rodea las lagunas de Salave.
Según ha señalado en un comunicado, el presidente de Astur Gold Douglas Tumbull, la empresa está dispuesta a adoptar cuantas actuaciones considere necesarias para proteger su inversión en Salave y los intereses de sus accionistas y sacar adelante un proyecto que considera que cumple con todas las normas ambientales y que reportará importantes beneficios económicos a la región.