El Parlamento noruego votó, de manera unánime, para que el Fondo de Pensiones administrado por el gobierno desinvierta en empresas de minería de carbón y compañías de generación eléctrica basada en ese mineral que consideran una de las causas del calentamiento global.
Fuente: Eco2Site
El Fondo de Pensiones del gobierno noruego es uno de los fondos públicos más grandes del mundo. La nueva medida implica –de acuerdo a la estimación inicial de Greenpeace Noruega y de la organización Urgewald – una desinversión total de 8 billones de dólares en 120 empresas.
Esto significa que el Fondo no invertirá en ninguna compañía que use carbón para más del 30% de su actividad.
Lo que incluye tanto minería de carbón, como plantas eléctricas a base de carbón.
Sin embargo, ese 30% salva de la exclusión a algunas de las empresas mineras más grandes, simplemente porque son tan grandes que el carbón no representa más del 30% de su negocio. Pero afortunadamente, a estas empresas se le pueden aplicar otras reglas.
Esta es una de las decisiones de desinversión más grandes y puede ser un quiebre en la manera que los inversores piensan en el uso de carbón a futuro. El mundo puso su atención en esta decisión y puede ser el camino para nuevas iniciativas.
En noviembre empezarán las negociaciones para un acuerdo climático en París. Allí se discutirá sobre la responsabilidad y la manera en que afrontaremos el cambio climático y sus efectos. El Parlamento noruego demostró que, más allá de la afiliación política y la ideología, es posible unirse y tomar una postura fuerte en contra de una de las causas más graves del cambio climático.