Amigos de la Naturaleza cree «tendencioso» el estudio encargado por el Principado al Instituto Geológico sobre el impacto de la explotación de Salave.
Fuente: El Comercio
La Asociación de Amigos de la Naturaleza (ANA) expresó ayer su «indignación y estupefacción» ante el informe del Instituto Geológico y Minero de España (IGME) en relación al impacto de la minería de oro en los acuíferos del entorno de Salave. Y no sólo por unas conclusiones que contradicen a la Confederación Hidrográfica del Cantábrico (CHC), que ha informado de forma desfavorable a dos planes de explotación del oro; también, porque el estudio, adelantado ayer por EL COMERCIO, ha sido realizado a instancias del Principado: «Es la promotora -Exploraciones Mineras del Cantábrico- la que tiene que hacer informes y, frente a ellos, las administraciones competentes darán una opinión cualificada», explicó.
Para la asociación, tratar de aclarar posturas enfrentadas no es un argumento válido. Consideran, en cambio, que se está favoreciendo a la minera: «Está recibiendo un trato de favor inadmisible que no se dio nunca a nadie en Asturias. Las declaraciones de impacto ambiental tienen un trámite reglado y cuando se da una, se acabó». Sin embargo, tras los bloqueos de la CHC a un proyecto inicial y otro revisado, la resolución sigue pendiente.
Es más. La Consejería de Medio Ambiente prevé suspender por tres meses el plazo estipulado para resolver el procedimiento, toda vez que las partes deben examinar los nuevos documentos, entre ellos, el estudio de alternativas que ha presentado la compañía para minimizar el impacto en los acuíferos.
«Nos consta que hay estudios de la Universidad de Oviedo que dicen que los lagos desaparecerán»
A este respecto, ANA advirtió de que debería abrir un nuevo periodo de información pública, aunque eso supondría reanudar la tramitación de un proyecto que, en síntesis, se mantiene.
Por esto, consideran que «el Principado está abandonando su papel de velar por los intereses comunes y Graciano Torre y su departamento se están convirtiendo, en la práctica, en accionistas privilegiados de la empresa».
Desde la entidad también cuestionan las conclusiones del estudio del IGME, entre las que destaca que «no se detecta ninguna incidencia relevante» de la posible mina «debido, en parte, a la pobreza de los acuíferos, al deterioro medioambiental de las Lagunas de Silva y al tratamiento de las distintas aguas que se producirán». Ante esto, se preguntan: «¿Quién es el IGME para opinar de asuntos biológicos?. ¿Cómo se atreven a hablar del deterioro ambiental de las lagunas de Silva?».
ANA insistió en que el enclave debe protegerse «porque tienen una singularidad notable y hay especies protegidas», una circunstancia que «olvidan o no quieren mirar, por lo que podemos hablar de un informe tendencioso y que se extralimita». El colectivo subrayó también que «nos consta que hay estudios de la Universidad de Oviedo que dicen lo contrario: que se va a producir una depresión del nivel freático como consecuencia de la minería que haría que los lagos desaparecieran».