Al menos 20 personas murieron al derrumbarse una mina, tras días de fuertes lluvias en la provincia oriental de Kivu del Norte, en la República Democrática del Congo (RDC), informó el viernes el portavoz gubernamental, Lambert Mende.

Según Mende, el incidente se produjo el jueves en una mina situada cerca del distrito de Rubaye, en un área con gran cantidad de yacimientos minerales.

Los equipos de rescate y limpieza siguen buscando a los sobrevivientes por debajo de los escombros, confirmó la fuente estatal, para después añadir que podría aumentar el saldo de muertos por el siniestro.

La región oriental de este país africano, escenario de frecuentes enfrentamientos, es rica en oro, estaño y coltán, minerales utilizados en la fabricación de teléfonos móviles, ordenadores, consolas de videojuegos, etc.

En la mayoría de los países africanos, pese a la riqueza natural, la población sufre de una escalada de pobreza, lo que obliga a miles de personas a trabajar en minas ilegales, en su mayoría controladas por grupos armados y donde los accidentes están a la orden del día.

Varios grupos armados, entre ellos el Movimiento del 23 de marzo (M23), luchan en el este del Congo para hacerse con el control de los recursos minerales del país.

Desde comienzos de mayo de 2012, más de 900 mil personas han abandonado sus hogares en el este del Congo. La mayoría de estas personas ha sido realojada en el Congo, pero decenas de miles han cruzado la frontera entrando en las vecinas Ruanda y Uganda.

El Congo es un país que ha hecho frente a numerosos problemas en las últimas décadas, por ejemplo: la pobreza absoluta, una infraestructura en ruinas y una guerra en el este del país, vigente desde 1998, en la que más de 5,5 millones de personas han perdido la vida.