Mientras en el Senado se están introduciendo modificaciones al proyecto del nuevo Código de Minería con la formación de una figura que proteja a los pequeños productores, la empresa Aratirí ya efectuó 170 mil metros de perforaciones en Florida y Durazno en busca de hierro.
Fuente: diario La República
Las recientes declaraciones del diputado Luis Lacalle Pou y el senador Pedro Bordaberry fueron calificadas por el diputado socialista Hermes Toledo de “oportunistas”, al manifestarse ambos en contra del emprendimiento minero Aratirí.
El diputado frenteamplista enfatizó que recién ahora se cuenta con información para poder tomar una posición frente a este proyecto. Dijo ser partidario de esta iniciativa, siempre y cuando se tomen los recaudos necesarios.
La minera Aratirí, que todavía no adoptó la resolución de concretar el proyecto en Uruguay, se encuentra en la etapa de prospección (observación) y exploración del subsuelo en varios departamentos del centro y este del país.
Ya tienen perforados 170 mil metros de cinco centímetros de diámetro en Florida y Durazno para la extracción de un “testigo” que permitirá determinar los porcentajes de minerales y de hierro existentes.
La Dirección Nacional de Medio Ambiente, recibió de la minera un proyecto para obtener la solicitud de Autorización Ambiental Previa, cuya aprobación demandaría algunos meses.
Todavía Aratirí no firmó con el gobierno un memorando de entendimiento. No obstante, la minera ya comenzó con la compra de tierras que le permitirá, en caso de concretar la inversión, explotar las minas y construir un “mineroducto” que trasladará el hierro por unos 200 kilómetros hacia un puerto de aguas profundas en Rocha.
La empresa tiene prevista la explotación de cinco minas a cielo abierto (cuatro en Florida y una en Durazno) de las cuales, dos de ellas serían de grandes dimensiones, que oscilarían en los 2.500 metros de largo y 1.000 de ancho, lo que representaría unas 250 hectáreas. Se estima que de las 12 mil hectáreas afectadas al proyecto, serían 3.000 las que incluiría la instalación de las minas, una represa y la planta de procesamiento de los minerales.
El agua a utilizar por la minera representaría el equivalente al riego de 90 hectáreas de arroz.
Además de la propuesta de Aratirí, en Rocha hay otros interesados en la explotación minera para obtener níquel. Ya hubo pedidos en la Dirección Nacional de Minería para hacer la prospección, y algunas explotaciones en las zonas de Lascano, y Cebollatí.
Por su parte, la presidenta de la Comisión Fomento Rural de Sarandí del Yi, Rosario Juambeltz, explicó que la aparición de este proyecto generó la preocupación de productores de la zona de Valentines, departamento de Treinta y Tres. Señaló que hay intranquilidad por la falta de información de esta propuesta, así como una posible contaminación del agua, inclusive la del consumo humano. “Aratirí está comprando campos, y algunos productores se ven obligados a vender porque todas las propiedades que están a su vuelta ya vendieron”, indicó la integrante de la Federación Rural.
En tanto, en el Parlamento, los senadores están consensuando cambios al nuevo Código Minero. Uno de ellos refiere a la ampliación en el plazo de prospección y exploración para las empresas mineras, que les dará más tiempo para determinar la conveniencia de desarrollar un proyecto.
Habrá cambios en la base de cálculo en el pago del canon de las mineras. Actualmente estas empresas abonan por un precio bruto de la explotación de la cantera que oscila entre el 5 y el 8%. Con la nueva ley, se deberá pagar un 5% del precio de exportación, de los cuales el 3% irá para el propietario del terreno y el 2% para el Estado. De ese último porcentaje, el 70% va a Rentas Generales, un 25% a un fondo de inversión para las intendencias y un 5% para la Dinamige.
Lo que se considera más importante en estos cambios, es la creación de una figura jurídica que les otorgue garantía a los pequeños productores, en su relación con la minería.