Campesinos de seis comunidades aledañas a las minas de oro de Pueblo Viejo denunciaron que han perdido sus tierras y animales, no tienen agua para consumo humano y están sometidos a una alta contaminación provocada por cianuro y distintos metales pesados. Afirmaron que contrario a lo que se dice en Santo Domingo, no han recibido ningún beneficio de la Barrick Gold por la explotación de las 752 hectáreas donde están las minas de oro que explota la minera, donde se inicia la contaminación.
Fuente: El Nacional
En la imagen se muestra parte de la planta de cianuración de la Barrick Gold, en Pueblo Viejo, donde el oro es extraído mediante la utilización de cianuro y otros químicos letales. Revelaron que la empresa minera canadiense desecha material tóxico en la presa de cola, especialmente cianuro y otras sustancias químicas que van a parar a los ríos Maguaca, y Magajita.
Esos dos ríos junto al Yuna, Camú, Piedra y Cevicos, son los principales de la región.
Otro grave problema es el intenso olor a almendra amarga, que en ocasiones causa problemas respiratorios, irritación en los ojos y en la piel.
María de la Cruz, nativa de este lugar y miembro de una de las antiguas familias de lazona, explicó que debido a la contaminación de los ríos se han quedado en la indigencia porque lo han perdido todo.
Reveló que Barrick Gold no ha cumplido ninguna de las obligaciones contenidas en el contrato de explotación que firmó con el Gobierno dominicano, como son conceder 3,500 empleos a residentes de la zona.
“Cuando alguien consigue un trabajo, lo paran a los 89 días, para no fijarlo en la nómina”, lamentó.
Según De la Cruz, Barrick Gold se comprometió a suministrar agua a los residentes de la zona, pero sólo entrega dos botellones de agua con lo cuales las familias no pueden realizar sus actividades domésticas ocho días.
Asimismo, “se comprometió a llevar a cabo varias obras, pero hasta la fecha no ha hecho un solo camino”, dijo de la Cruz.
“Aquí estamos desamparados y así no se puede seguir, al presidente Danilo Medina que intervenga antes de que sea demasiado tarde”, imploró.
Ludovino Fernández (Lubito), un dirigente campesino de 68 años, dijo que otro gran problema es el polvillo que sale de las minas, donde los equipos remueven 60 toneladas de tierra para obtener un gramo de oro.
“Ese polvillo nos está matando y aquí todo el mundo tiene problemas respiratorios, tos permanente, dolor de garganta, fiebre, dolor de cabeza y dolor de estómago”, manifestó.
Advirtió que si el Gobierno no interviene a tiempo alrededor de 600 familias “pasarán a mejor vida” a causa de la contaminación.
En el hospital público de Cotuí se confirmó que es elevada la tasa de pacientes con enfermedades de la piel, infecciones respiratorias agudas, y con otros síntomas como dolor de cabeza, de garganta y malestar estomacal.
“No queremos decir que esa situación se deba a las actividades mineras de la Basrrick Gold, pero realmente existe”, manifestó Carlos Luna, funcionario del centro de salud, donde no se tienen cifras exactas de los afectados por la contaminación.
La frase
“Nos están matando poco a poco con esta contaminación”.
María de la Cruz
Residente en El Naranjo