La prórroga del estado de emergencia en tres provincias de la norandina región de Cajamarca, como parte del conflicto en torno al proyecto minero Conga, puso hoy en riesgo un diálogo de distensión.
Fuente: Prensa Latina
La medida fue decretada por el gobierno por 30 días, pese a que los dos facilitadores (mediadores) religiosos de un diálogo sobre la larga controversia habían pedido su levantamiento como uno de los gestos de conciliación y distensión necesarios para crear condiciones para futuras pláticas.
El presidente regional (gobernador) de Cajamarca, Gregorio Santos, condenó la prórroga y dijo que significa prácticamente el fin del diálogo, pues el gobierno está dando con ello por terminada la labor de los facilitadores, el obispo Miguel Cabrejos, y el sacerdote Gastón Garatea.
Similar actitud asumió el presidente del Frente de Defensa Ambiental de Cajamarca, Wilfredo Saavedra, quien añadió que la medida cuestionada no se justifica, porque Cajamarca vive una situación de normalidad, y solo busca imponer el proyecto aurífero Conga, de capital mayoritario estadounidense.
La prórroga fue defendida por el jefe de la Oficina Nacional de Diálogo sobre conflictos sociales, Vladimiro Huároc, quien asumió el cargo esta semana señalando que el manejo anterior del conflicto por Conga es un ejemplo sobre lo que no debe hacerse ante situaciones de ese tipo.
Argumentó que el estado de emergencia fue prorrogado en las provincias cajamarquinas de Hualgayoc, Celendín y Cajamarca, para preservar la normalidad de las actividades de Cajamarca, a pedido de un sector importante de la región, en referencia a una solicitud explícita de la empresarial Cámara de Comercio.
Según Huároc, además, aún no están dadas las condiciones para revocar el estado de emergencia, dictado hace un mes ante protestas reprimidas con un saldo final de cinco muertos y que prohíbe las manifestaciones y autoriza allanamientos y detenciones sin orden judicial.
El funcionario aseguró que la prórroga no tiene fines represivos y pidió un cambio de actitud a los dirigentes de Cajamarca, mientras el parlamentario socialista Javier Diez Canseco apuntó que la prolongación de la medida no es una buena señal para el diálogo.
Las protestas recientes rechazaban el proyecto Conga, cuyos detractores estiman depredarán las fuentes de agua, lo que el gobierno y la empresa niegan.
La grave situación llevó al gobierno a solicitar la intervención de Cabrejos y Garatea, quienes han hablado con todos los sectores involucrados y se proponían volver a dialogar con el Ejecutivo la próxima semana.
A consecuencia de la crisis, la semana pasada el ministro de Justicia, Juan Jiménez, reemplazó como primer ministro al exmilitar �”scar Valdés, quien fracasó en la político de confrontación para imponer el proyecto Conga, según sus críticos. Además fueron cambiados el ministro del Interior y otros cinco titulares.
El sábado último, en un mensaje por el aniversario nacional, el presidente Ollanta Humala anunció una nueva politica hacia la minería que priorice las garantías de suministro de agua para la población y anunció un proyecto de reforma constitucional para establecer el derecho fundamental al agua.