Cajamarca, Perú – 01/10/07. Una vez más las rondas campesinas y los frentes de defensa de las provincias de San Marcos y Cajabamba en el sur del departamento de Cajamarca rechazaron la realización de actividades mineras por parte de los mineros ilegales de Algamarca, así como exigieron el retiro inmediato de la transnacional Vale Do Rio Doce que realiza exploraciones para su proyecto Miskimayo en el Cerro Mogol. Las organizaciones campesinas realizaron un paro de 72 horas que consistió en movilizaciones en los caseríos y el bloqueo de la carretera que conecta la provincia de Cajamarca con las provincias de San Marcos y Cajabamba. Como se sabe, ambas provincias proveen de ganado y granos a la ciudad de Cajamarca y a las ciudades de Trujillo y Chiclayo, pues el Valle de Condebamba es uno de los más fértiles de toda la región.
Fuente: Gufrides

Tapas de periódicos cajamarquinos Los campesinos vienen haciendo sus reclamos más enérgicos desde el año pasado pidiendo la paralización de las actividades de minería ilegal en Algamarca y la prohibición de todo tipo de actividades mineras en el valle de Condebamba y en las cabeceras de cuencas que lo abastecen
de agua.

La respuesta de las autoridades ha sido crear mesas de diálogo. La denuncia de los campesinos es que la mesa de diálogo de Algamarca solo ha servido para prolongar el problema sin que haya una solución verdadera a la grave contaminación que está provocando esta minería. Los mineros ilegales siguen utilizando explosivos, cianuro y empleando mano de obra infantil y hasta han llegado a amenazar con enfrentarse violentamente si se los desaloja.

Solo de vez en cuando la policía logra incautar un pequeña parte de los insumos que utilizan los mineros. La comercialización ilegal del oro sigue haciéndose sin que la autoridad haga nada por impedirlo y se sospecha de la existencia de redes de corrupción que promueven y
protegen estas ilícitas actividades.

En relación a la mesa de diálogo de Miskimayo los campesinos señalan que hasta la fecha han sido burlados, ya que las autoridades del gobierno regional se comprometieron a instalarla el día 20 de septiembre, y a pesar que los campesinos caminaron largas horas para acudir a la cita, las autoridades del gobierno regional y central no se hicieron presentes. Los dirigentes campesinos indican que tanto Miskimayo, los mineros ilegales y las autoridades están mostrando su desinterés en resolver estos problemas y que estarían buscando ganar tiempo para debilitar las acciones de lucha de las organizaciones campesinas. Por su parte, el presidente regional de Cajamarca, Jesús Coronel declaró a varios medios locales que: “Los comuneros colindantes al cerro Mogol, están en todo su derecho de realizar el paro de 72 horas, dijo Jesús Coronel, manifestando que el gobierno regional firmó un acta donde se comprometía asumir el rol, de intermediario y de presidir la mesa de diálogo” señalando a la vez que “No está en nuestras manos el solucionar el problema de la explotación minera, es el gobierno (central), quien emite las concesiones.” (Panorama, 27-09-2007).

Los dirigentes campesinos señalaron que de no escucharse los reclamos de las comunidades para prohibir las actividades mineras en el valle de Condebamba se verán obligados a radicalizar y extender sus medidas de lucha. El bloqueo de la carretera se realizó día y noche en diversos tramos de la carretera con decenas de piquetes de ronderos campesinos en cada uno de los puntos y afectó de manera importante el comercio en los mercados de Malcas, La Grama y San Marcos.

Se informó que en el caso del mercado de San Marcos, que es el más importante de la zona, de los 70 u 80 camiones que suelen transitar para la compra de ganado, solo 2 ó 3 pudieron circular en tempranas horas. Más de cincuenta policías de la Unidad de Servicios Especiales-
USE, fuertemente armados, fueron trasladados a la zona sin que lograran detener la medida de lucha campesina.

En la ciudad de Cajamarca a menos de 60 kms. de la zona de conflictos, las cosas transcurrían de otro modo. Los oficiales de la Policía Nacional del Perú disputaban por dos sábados seguidos un campeonato de bulbito auspiciado por las empresas mineras Golf Fields, Yanacocha, y Vale do Rio Doce; aunque como se sabe la policía, por pedido expreso del Congreso de la República, debería estar investigando a Miskimayo sobre el uso, entrenamiento y armado de ex delincuentes para amenazar a los líderes de las organizaciones campesinas. También son públicas las reuniones, comidas y celebraciones auspiciadas por funcionarios de la empresa Miskimayo en un lujoso hotel de la ciudad a la que asisten funcionarios del gobierno regional, altos oficiales de la policía nacional, del ejército y el mismo gobernador de Cajamarca, Manuel Bacón Tanta, quien en el caso de las protestas campesinas contra Miskimayo ha denunciado la “conducta delincuencial de los campesinos que bloquean arreteras”.

La otra dimensión de estos conflictos es la indiferencia, la complicidad, cuando no los indicios de corrupción que llevan a la ilegitimidad de muchas autoridades e instituciones públicas
encargadas precisamente de dar solución a estos conflictos.

GRUFIDES
Observatorio de Conflictos