Las protestas continúan para expresar que el agua, gota a gota se agota, y son menos los manantiales, puquios, quebradas de las cuales se puede obtener el vital líquido. Gente de diferentes zonas expresan su rechazo a las actividades extractivas. La escasez de agua es dramática, al punto que campo y ciudad ya se encuentran enfrentados.
Fuente: diario El Mercurio
09/09/2011. La población pide agua, pero el agua se agota, y falta para todos. Una etapa difícil de vivir, y que parece, será peor dentro de algunos años, si continúan desapareciendo las fuentes de recursos hídricos.
Diario El Mercurio conversó con el ex gerente regional de Recursos Naturales y Medioambiente, Sergio Sánchez Ibáñez.
¿Se agrava la situación por la falta de agua en Cajamarca?
Así es, y esta situación ya se esperaba, ya se venía venir de mucho antes.
¿Se habló mucho pero pocos lo tomaron con seriedad?
Por lo general, nunca se toma con seriedad los problemas hasta que son irreversibles sus consecuencias. El tema del agua, de la conservación, de la protección de manantiales, colchones acuíferos, no es para tomarse a la ligera o para ser un tema politizado, es algo vital para la población. Pero tenemos malos hábitos, desde el hogar, no hay esa cultura de cuidar el agua, al momento que hablamos de protección de los colchones acuíferos son pocos los realmente comprometidos con el tema, mucho se piensa que es una cuestión que no nos involucra, o buscamos no involucrarnos realmente. Lamentable, pero real, pero lo importante es cambiar esta situación, ser conscientes y hacer algo ya porque mañana más tarde la escasez del agua no llegue a ser agobiante.
¿Ahora hay enfrentamientos?
Sí, y son solo el inicio de esos enfrentamientos entre los diferentes sectores. Pero si no se actúa y se protegen las fuentes de agua, llega el momento en el cual el enfrentamiento entre campo y ciudad saldrá de control, ya existen problemas en el uso y prioridades del agua.
Entonces ¿la desaparición de manantiales es la causa del desabastecimiento en la ciudad?
Claro. Muchas lagunas, muchas quebradas que antes aportaban cantidades significativas de agua, ahora ya no existen, las actividades realizadas en cabeceras de cuenca han alterado por completo el sistema de distribución de agua, es todo un problema que muchas veces no se pretende ver de frente y abordar técnicamente.
¿Caso “Totorocoha”?
Las actividades realizadas en la calera de Chinalinda terminan por alterar el pH de las aguas de la laguna Totorococha, y de eso existen pruebas, reales, contundentes, obtenidas técnicamente, no pueden refutarlas o desconocerlas, hubo cambios en el agua de esa laguna, precisamente por las actividades en la calera que realiza Yanacocha. Las explosiones, los sedimentos, terminaron por afectar ese cuerpo de agua, los campesinos protestaron al ver los cambios en su laguna, siguen en esa lucha por defender su fuente de agua, sienten que la justicia no los apoya.
¿Hay incumplimientos por parte de la empresa minera con respecto a la protección de la laguna de Totorococha?
Sí. Se ha determinado y presentado ante la fiscalía que Yanacocha incumple cinco aspectos del Estudio de Impacto Ambiental de la calera Chinalinda. La población protesta porque cambia el color de sus aguas, empieza a emanar un olor nauseabundo, hay presencia de agentes contaminantes. Además, el monitoreo de agua que han enviado a las autoridades han sido de todas partes, menos de la zona de Chinalinda, lo cual resulta ilógico, porque el daño se hace en una zona y se envían muestras de otros lugares.
¿Con respecto al trema del Quilish?
Solo queda apoyar y cumplir los planes de protección para esa zona. Hay propuestas por parte de los congresistas de Cajamarca declarar una zona intangible, para proteger ese espacio que se convierte en el único punto de agua pura para Cajamarca.
¿Una verdadera campaña?
Claro, no vivir ni gastar energía en campañas para anunciar la erradicación de ruidos molestos, o campañas de limpieza de uno o dos días, sino verdadero trabajo de concientización de la población, de protección del Quilish.