La provincia de Islay, Región Arequipa, cumple ocho días de huelga indefinida contra la imposición del proyecto minero Tía María, a cargo de Southern Perú Copper Corporation, en sus territorios. La respuesta del gobierno nacional ha sido autorizar la intervención de las Fuerzas Armadas contra las manifestaciones de protesta, recurriendo una vez más a la represión y criminalización.

Fuente: Coordinadora Andina de Organizaciones Indígenas CAOI

31/03/2011.

No a la imposición del proyecto minero Tía María, solidaridad con el pueblo de Islay

El Proyecto Minero Tía María es rechazado por la población desde que fue anunciado, debido a los graves impactos sociales y ambientales que generaría su ejecución. El 27 de noviembre del 2009 se realizó una Consulta Vecinal en el distrito de Cocrachacra, en la que el 93.4% de la población dijo no a la minería. Y en lugar de aceptar y acatar los resultados de esta consulta, el gobierno ha denunciado penalmente a los dirigentes locales.

Esta represión y criminalización no amedrenta a los pobladores de Islay. Cerca de cinco mil de ellos llegaron hoy hasta la ciudad de Arequipa, capital de la región, donde recibieron el apoyo de las organizaciones sociales.

No se trata de una oposición caprichosa. La Oficina de las Naciones Unidas de Servicios para Proyectos (UNOPS) ha formulado serias observaciones al Estudio de Impacto Ambiental (EIA) de este proyecto, a las que Southern Perú debe responder en un plazo de noventa días.

No es el único cuestionamiento al EIA. El año pasado, la Municipalidad Distrital Cocrachacra encargó su examen a un equipo multidisciplinario de profesionales, el cual encontró más de seis mil observaciones. Entre ellas está el hecho de que las detonaciones causarán fisuras y fracturación del suelo, provocando la disminución de la capa freática y con ello la pérdida de agua en una región que ya sufre estrés hídrico.

Además, la mina se ubica a setecientos metros del río Tambo, que corre el riesgo de contaminarse. La lluvia ácida que producirán las detonaciones contaminará todo el medio ambiente y se dañará también los canales que conducen el agua para el consumo humano de la población de Cocrachacra, canales que pasan a 671 metros de la mina.

El valle del Tambo da empleo a quince mil familias y produce 320 millones de soles de utilidades al año, mientras que el proyecto minero Tía María solo creará 620 puestos de trabajo, de los cuales apenas cincuenta serían ocupados por los pobladores de Cocrachacra y los restantes serían profesionales traídos de otros lugares. El valle del Tambo produce azúcar, arroz, papas, maíz, ají, camote, ajos, cebollas, legumbres, hortalizas y aceitunas.

Múltiples observaciones

Este Proyecto Minero se ubica en una zona con elevaciones que van desde los 350 hasta los 1050 msnm. Iniciaría sus operaciones en dos grandes etapas referidas a la explotación de dos tajos abiertos (La Tapada y Tía María). El Proyecto se ejecutaría durante 18 años.

En el EIA no se explica cuál es la metodología empleada para determinar las zonas de influencia directa e indirecta del Proyecto. Esto es importante para determinar los probables impactos y sus medidas de mitigación.

Los muestreos realizados sobre flora y fauna se hicieron en los periodos de agosto/2007 y enero/2008, sin considerar que la floración del ecosistema de lomas se presenta alrededor de agosto, siendo el mayor pico en noviembre; en consecuencia ningún muestreo se ha realizado en el periodo de la alta diversidad de especies. Esta deficiencia también se nota en el caso de fauna, ya que al haber mayor recurso flora como alimento, la fauna también muestra su mayor diversidad en esa época.

No se ha reportado especies de flora y fauna existentes de la zona donde probablemente se habría realizado al trabajo de campo. Igualmente se ha minimizado la presencia del camarón del rio (Cryphiops caementarius), que tiene gran importancia comercial y ambiental.

Impactos sobre el agua

El uso de aguas subterráneas del acuífero aluvial de río Tambo constituye el principal impacto negativo del Proyecto Tía María, ya que estas aguas provendrían de cuatro pozos ubicados en el Fundo Chucarapi y que abastecerían al Proyecto en un volumen permanente de 224 L/seg.

Los estudios se han orientado al sistema de Abastecimiento de Agua – Opción Agua Subterránea del Acuífero Aluvial del rio Tambo, que ha sido realizado por las empresas consultoras Water Management Consultants – A Schlumberger Company. Estos estudios sólo se han concentrado en investigaciones hidrogeológicas, el modelo numérico del acuífero aluvial del rio, el modelo conceptual hidrogeológico, el diseño de campo de pozos etc. No han analizado el Caudal Ecológico de río Tambo y/o el Balance Hídrico del río Tambo, aspecto de suma importancia para el ecosistema del rio Tambo que puede tener graves consecuencias a futuro.

Al disminuir el nivel de las aguas superficiales y subterráneas del rio Tambo, esto traerá como consecuencia una mayor concentración de los niveles de boro y arsénico, algo sumamente grave para la producción de alimentos y la salud. Y no existe ningún tipo de compensación por el uso de las aguas subterráneas que permita recuperar y/o reponer las aguas extraídas del subsuelo.

No se han realizado estudios sobre el cambio climático y sus efectos en el rio Tambo (aguas superficiales y aguas subterráneas). Y los reportes históricos señalan que las lluvias son cada vez menores a los promedios registrados.

Áreas protegidas

Existen evidencias que habría un impacto negativo en el Santuario Nacional de las Lagunas de Mejía, ya que al interceptarse las aguas subterráneas a la altura del Fundo Chucarapi, se podría afectar la recarga de los acuíferos de esta Área Natural Protegida donde se encuentran 141 especies de aves, de las cuales 84 son residentes de la costa peruana y 57 migratorias, que llegan a Mejía de otras partes del Perú, de otros países de Sudamérica y desde América del Norte.

No se ha tomado en cuenta que ésta Área Natural Protegida tiene status de protección legal a través del Decreto Supremo Nº 015-84-AG, y que está considerado como humedal de importancia mundial según la Convención sobre Humedales de Importancia Internacional, RAMSAR, de la que el Perú es Estado parte.

Las explosiones que se tendrían que realizar en forma periódica para las labores de explotación, impactarían negativamente en las especies de aves que habitan el Santuario Nacional.

Estudios insuficientes

Las pruebas de campo, así como las simulaciones realizadas, establecen que no habría mayor incremento de Material Particulado – PM10. Esto no es cierto, ya que no se ha tomado en cuenta la presencia y generación de fuertes vientos en la zona donde se realizará la explotación de los tajos La Tapada y Tía María. Se necesitan estudios complementarios sobre la dirección e intensidad de los vientos.

Las evaluaciones realizadas indican que existe la posibilidad de generación de drenaje ácido en la zona donde se ubicarán los ripios por la presencia constante de neblinas. La información consignada es insuficiente.

No se explica claramente cómo se van a manejar los pasivos ambientales generados por las operaciones de explotación. Este aspecto debe ser mejor explicado.

Se ha excluido a la irrigación San Camilo como Área de Influencia Directa. Lo mismo sucede con las Lomas de Mejía, que sí van a ser impactadas negativamente por el Proyecto Tía María.

Lima, 30 de marzo de 2011.