Se oponen a trabajos de exploración que se realizan en 3.000 hectáreas en concesión. El campamento minero de la compañía Ares, permanece invadido desde hace ocho días por unos 300 campesinos de las comunidades que reclaman daños ambientales e incumplimientos. Pertenecen a los distritos cusqueños de Llucso, Quiñota y Haquira, en el límite entre Apurímac y la provincia de Chumbivilcas.
Fuente: diario El Comercio
Cusco – 27/10/2009. Según la Defensoría del Pueblo, la minera, asociada a la firma Hochschild Mining y dedicada a la extracción de oro y plata, debe resolver diversos conflictos socioambientales con comunidades de Ayacucho, Apurímac y Cusco.
La versión de la empresa
El gerente de la compañía minera, Ernesto Balarezo, evitó dar declaraciones a este Diario, pero el responsable de Relaciones Comunitarias, Héctor Cisneros, señaló que los trabajos de Ares se encuentran en fase de exploración. Además, indicó que durante la ocupación del campamento los comuneros desalojaron a 60 empleados que realizaban perforaciones en la concesión de 3.000 hectáreas.
Cisneros acusó a los comuneros de haberlos echado con el fin de ejercer la minería ilegal en la zona. “Ellos se oponen desde hace años a nuestro trabajo y ahora han buscado múltiples excusas para sacarnos”, afirmó, pero no quiso decir qué tipo de reclamos presentó la población.
La policía del Cusco tampoco pudo informar sobre las causas del conflicto, pues señaló que el lugar se encuentra demasiado alejado y no hay comunicación con el destacamento enviado.
Aunque la Defensoría del Pueblo reportó hace tres semanas que no existía diálogo entre la empresa y los comuneros, Cisneros asegura que Ares siempre conversó con ellos.
“Pero ya no dialogaremos más. Vamos a dejar esto en manos de la policía y la fiscalía”, indicó. El funcionario afirmó que la empresa denunciará a los dirigentes comunales que participaron de la toma.
Precisiones
El último reporte de conflictos sociales de la Defensoría del Pueblo señala que en Llucso, Quiñota y Haquira se demanda que Ares se retire del lugar por impactos ambientales y por incumplir ofrecimientos.
Las comunidades de Huayunca (Apurímac) y Pallancata (Ayacucho) también acusan a Ares de contaminar sus ríos, según la defensoría.