Hace dos años Saúl Juárez denunció a la minera Antamina por intoxicación de arsénico y metales y hasta ahora no recibe atención. Saúl Juárez, Rubén Cavero, Marco Cotrina, Rafael Huayanay, Renzo Covinos y Julio Huayanay tienen en común haber trabajado para la minera Antamina, en Áncash, pero además afirman haber sido contaminados durante su trabajo, y prácticamente abandonados pese a sus demandas y su delicado estado de salud.
Fuente: Diario Uno
Según el mineralograma (análisis) de cabello y uñas, sus cuerpos presentan restos de metales. Ellos afirman que esto afectó a su salud con enfermedades que atacan sus sistemas inmunológicos.
El mineralograma de cabello no es un método aceptado por la comunidad médica como concluyente. Sí es, sin embargo, considerado válido por la Agencia para Sustancias Tóxicas y Registro de Enfermedades (ATSDR), organismo estadounidense que vela por la aplicación de códigos de seguridad referente a sustancias tóxicas a nivel mundial.
CON CÁNCER Y DESPEDIDO
Saúl Juárez Flores afirma que prueba de la contaminación por arsénico son la alteración de la onda T del corazón, presencia de verrugas en los pies, y un cuadro que puede confundirse con rinitis.
Lo más grave es que, según refiere, el trabajo dentro de la mina le ocasionó intoxicación por metales que luego derivaron en cáncer al estómago.
Juárez contó al diario UNO que fue contratado en 1999 y en el examen médico que la misma empresa le hizo solo presentaba caries y una hematuria. En el 2005 su problema se agravó: tuvo alteraciones de ritmo cardiaco.
La alteración de una onda del corazón (la onda T) es un indicador de la presencia de arsénico en el cuerpo, según la ATSDR.
RECHAZAN DENUNCIAS
El supervisor Senior de Salud de Antamina, Walter Oyola Neyra, rechazó en declaraciones para un medio local que el cáncer al estómago que padece Saúl Juárez se deba a su trabajo como Pit Utility (personal encargado de revisar los equipos inmediatamente después de una explosión en la mina). “Su problema de salud no está relacionado a metales pesados”, dijo.
En la investigación que realizó el Congreso en 2014, Antamina presenta toda la documentación requerida, excepto la referida al “Registro de enfermedades médico ocupacionales” de Saúl Juárez.
Por ello fue sancionada al no tener un registro adecuado del monitoreo de agentes químicos y por no advertir a sus trabajadores apropiadamente del riesgo de su puesto de trabajo.
YA VAN CUATRO MUERTOS
El año pasado fallecieron por cáncer cuatro trabajadores de la minera que no contaban con antecedentes familiares del mal. Hoy son cinco los hombres que piden que la mina no los abandone en su lucha por recuperar la salud perdida.