Una comunidad de la provincia peruana de Espinar llevó ante la Alta Corte de Londres a la minera Xstrata acusada de responsabilidad en los tres muertos y decenas de heridos de una manifestación en 2012, informaron el miércoles sus abogados.
Fuente: La Información
Este jueves tendrá lugar una audiencia preliminar y el juicio, que durará unas tres semanas, se abrirá en junio de 2016.
Los 22 demandantes, vecinos de la mina y afectados por los hechos, califican a Xstrata como “responsable por la muerte, heridas y detención ilegal de manifestantes que protestaron en mayo de 2012 contra la mina de Tintaya en la provincia de Espinar”, región de Cusco, afirmó en un comunicado el bufete de abogados londinense Leigh Day.
Los incidentes ocurrieron el 28 de mayo de 2012, cuando, después de varios días de intensas protestas contra la mina de cobre, la policía disparó a los manifestantes, siguiendo, según los demandantes, órdenes de la empresa minera.
Los demandantes dicen que la policía operaba bajo las instrucciones y el control de la dirección de la empresa de la mina, una alegación que la empresa niega.
Los heridos y las familias de los muertos aseguran que la policía recibió casi medio millón de dólares de la empresa para proteger la mina, explicó Leigh Day.
Por aquella época, se vivieron en esa provincia del sudeste peruano fuertes protestas contra la minera Xstrata Tintaya, a cuyas actividades se atribuía la contaminación de los ríos Salado y Cañipa.
El gobierno decretó el estado de emergencia para frenar el conflicto y, en 2014, multó a la empresa minera con 84.500 dolares por la presencia de sedimentos con alta concentración de cobre en una pequeña área de pastos naturales.
En el momento de las protestas, la mina pertenecía a Xstrata Tintaya S.A. (renombrada luego como Companía Minera Antapaccay), una filial de la empresa suiza Xstrata, que en 2013 fue adquirida por la británica Glencore, para formar Glencore Xstrata.
En un comunicado en 2013, la empresa afirmó: “lamentamos profundamente que las protestas que tuvieron lugar en 2012 en Espinar derivaran en violencia (…) Pese a nuestros uintentos por mantener un diálogo con las comunidades y alcanzar una solución pacífica (…) las protestas siguieron adelante”.