Pobladores del municipio de Santo Domingo, Chontales, denunciaron este jueves que la explotación minera a cielo abierto que impulsa la empresa B2Gold desde hace dos años en la zona, está contaminando las fuentes de agua.
Fuente: Confidencial
El Ministerio del Ambiente y los Recursos Naturales (MARENA) aprobó dos concesiones de exploración y una de explotación minera en Santo Domingo, cuyo impacto está ocasionando daños al medioambiente y los recursos hídricos del pueblo, según miembros del Movimiento Salvemos Santo Domingo y el Centro Humboldt.Desde septiembre de 2012 se aprobó la concesión de explotación minera en la zona “Jabalí Central”. Sin embargo, el Movimiento Salvemos Santo Domingo denunció que no se presentaron los Estudios de Impacto Ambiental y no realizó una consulta pública.
En octubre de 2014, la Alcaldía de Santo Domingo aprobó un permiso de uso de suelos para desarrollar el proyecto “Tajo La Antena”. “Esto evidencia que no existe un interés real de evitar que sigan destruyendo las fuentes de agua de las zonas rurales y amenazando el caudal y calidad del Túnel Azul”, señala en su informe el Centro Humboldt.
El proyecto en “Tajo La Antena” está ubicado en el casco urbano de Santo Domingo, cerca del Barrio Jabalí, donde habitan 46 familias a menos de cien metros, que han sido censadas por la empresa como parte de una plan para reubicarlas.
“Es un traslado involuntario. Nos han visitados de tres a cuatro veces y han logrado persuadir a 18 de las familias, pero la mayoría rechazamos el proyecto de reubicación de viviendas”, dice Walkiria Marín, una de las habitantes del Barrio Jabalí.
El Centro Humboldt y el CIRA-UNAN hicieron en 2013 un muestreo puntual en cinco sitios que representaban las principales fuentes de aguas que abastecen el casco urbano y rural del municipio de Santo Domingo.
Los resultados del muestreo arrojaron “que las aguas poseen calidad potable, presentando únicamente una ligera acidez, que se encuentran en los rangos permisibles a nivel nacional e internacional”.
Estos datos demostraron que las explicaciones brindadas por B2Gold y Enacal a la población de Santo Domingo, donde aseguraban que las aguas del municipio estaban contaminadas, eran infundadas para justificar las explotación minera que afectó las principales fuentes de aguas, sobre todo en El Túnel Azul, según Tania Sosa, oficial del Incidencias del Centro Humboldt.
“El Túnel Azul tiene un caudal que también pudo haber abastecido a otras comunidades de Chontales. Desmentimos a la empresa que decía que tomar medidas de mitigación de impactos no valía la pena porque las aguas estaban contaminadas”, agregó.
El Túnel Azul abastece el 90% de la población urbana de Santo Domingo, con un bombeo de 500 galones por minutos.
En enero de este año, los pobladores de Santo Domingo interpusieron una denuncia ante el MARENA para exigir la cancelación de los permisos, clausura y cierre definitivo de las instalaciones de la empresa B2Gold.
Sosa asegura que MARENA no se ha pronunciado sobre la denuncia, donde se señaló los deterioros causados por la explotación minera: sedimentación sobre quebradas, ríos y molinetes.
Considera que la empresa debería de hacer una inspección adecuada, tomar las medidas ambientales y dejar de operar sobre la zona de Jabalí Central.
Marvin Borge, miembro de Salvemos Santo Domingo, dice que a los pobladores no los toman en cuenta para tomar las decisiones de otorgar concesiones. “Lo han hecho a espaldas del pueblo. Porque cuando nosotros nos damos cuenta se están dando los permisos”.
“En la comarcas como Banadí (donde se realiza la explotación de Jabalí Central) se han perdido ojos de aguas, molinetes. Estamos perdiendo toditas nuestras fuentes de aguas. Nuestra producción en las comarcas está afectadas”, agrega.
Borge dijo que a pesar de que Santo Domingo ha sido un distrito minero, el daño que causa la empresa B2Gold es diez veces mayor que la de los mineros artesanales. “Tienen una maquinaria tan grande que los efectos se miran de un día para otro”.
Marín dijo que los mayores afectados en la zona de “Jabalí Central” son los productores que han sufrido los estragos de la perdida de caudales y fuentes de aguas. “Es terrible ver que esa montaña que era tan opulenta fue destruida totalmente”.