La mina Ocampo, propiedad de la canadiense, Aurico Gold filial México, tiene más de mil 100 observaciones sobre fallas en las medidas de seguridad, informó el delegado de la Secretaría del Trabajo y Previsión Social, Luis Alfonso Silva, luego del accidente que ocurrió la semana pasada, en donde murió un obrero y otro quedó herido al desgajarse un cerro.
Fuente: diario Jornada
12/03/2012En un comunicado de prensa, el funcionario federal, indicó que a partir del 6 de marzo, cuando ocurrió el accidente, inspectores revisaron las instalaciones de la empresa y marcaron las fallas de seguridad.
Es la primer vez, desde que comenzó el auge de las empresas mineras en la Sierra Tarahumara, hace 15 años, que se habla de una inspección, a pesar de que hay denuncias de los trabajadores sobre irregularidades en medidas de seguridad y atropello a las leyes laborales.
El delegado de la Secretaria del Trabajo señaló que las observaciones giran en torno fallas de seguridad en cuanto a protección personal, tipo de maquinaria utilizada, la seguridad social de los empleados, entre otras.
Dijo que el accidente de la mina de Ocampo y la muerte de un obrero, es motivo suficiente para seguir investigando a las empresas mineras instaladas en la entidad, que están obligadas a cumplir con las normas o de lo contrario serán clausuradas.
Tanto las autoridades federales de Trabajo, como las estatales de protección civil, anuncian una serie de inspecciones a las minas, tras un plantón que realizaron los trabajadores de Ocampo, en demanda de medidas de seguridad.
El alcalde del municipio de Ocampo, Manuel Hernández, demandó que personal de la Secretaría del Trabajo y de Protección Civil, permanezcan en la localidad durante las siguientes semanas para supervisar a la empresa, además del envío de expertos en mecánica de suelos y geólogos que analicen las causas del desgajamiento del terreno.
El cuerpo del trabajador José Alfredo Flores Flores, que quedó en el interior de la mina subterránea, fue ubicado en base a cálculos de los ingenieros en una fractura del terreno de más de 110 metros de profundidad, por debajo del nivel 2 de la mina, donde se registró el derrumbe que cerraron los accesos de la mina con cientos de miles de toneladas de roca, lo que hace prácticamente imposible su recuperación , sin poner en riesgo la vida de brigadistas que participan en el intento de rescate de los restos.