Al inicio de 2010 los mara’akame (hombres de conocimiento del pueblo huichol) soñaron que sus dioses trataban de arrancarles las vísceras y el corazón. Esta visión se tradujo en las exploraciones de la minera canadiense First Majestic Silver en Wirikuta, el principal centro ceremonial de las comunidades wixárika, poco más de 140 mil hectáreas de desierto en el norte de San Luis Potosí, al suroeste de Real de Catorce, municipio que alcanzó su esplendor minero entre 1875 y 1925.
Fuente: La Jornada
01/03/ 2011. Wirikuta es tan importante para los huicholes como para los católicos mexicanos puede ser la Basílica de Guadalupe, pues consideran que es el lugar donde se originó la vida.
“Ellos creen que si la zona sagrada es destruida les quitan la vida. La primera inquietud llegó a Real de Catorce el año pasado: algunos mara’akame de Santa Catarina Cuexcomatitlán (Jalisco) soñaron que los dioses querían sacarles las tripas y el corazón. Fue entonces cuando supimos de la exploración que estaba haciendo First Majestic Silver”, relata Humberto Fernández, empresario hotelero de Real de Catorce, integrante del Frente Tamatzima Huaha, creado en 2010 para resistir a la minera.
La agrupación integra a representantes de las comunidades huicholas de Santa Catarina Cuexcomatitlán, San Sebastián y Tuxpan de Bolaños, en Jalisco; Banco de San Hipólito, en Durango, así como a ejidatarios y a más de una decena de organismos civiles de la iniciativa privada y la academia, así como defensores de los derechos indígenas.
En 2009, First Majestic Silver adquirió 22 concesiones otorgadas a la canadiense Normabec. Esta última empezó a explorar la mina Santa Ana, en la comunidad La Luz, pocos metros antes del túnel de ingreso a Real de Catorce. Son 6 mil 326 hectáreas cuya explotación fue otorgadas a la minera por el gobierno federal a cambio de tres millones de dólares.
Casi 70 por ciento de esa superficie se encuentra en Wirikuta, declarada área natural protegida en enero de 2000. Datos de la Dirección General de Minas de la Secretaría de Economía indican que la empresa canadiense explora en busca de plata y oro.
En la entrada a la mina Santa Ana pende un cartel en el cual First Majestic Silver asegura que la mayor parte de las actividades de exploración se llevará a cabo en áreas subterráneas y probablemente no serán vistas; sin embargo, algunos trabajos pueden llevarse a cabo desde la superficie. De cualquier modo, toda la actividad de exploración requiere permisos de trabajo y todo trabajo seguirá las normas jurídicas y las direcciones ambientales.
El gobierno de San Luis Potosí, por conducto de su Secretaría de Ecología y Gestión Ambiental, ha solicitado información a la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) sobre los permisos de First Majestic Silver en Real de Catorce. La Semarnat nos ha respondido que la información es clasificada, asegura Manuel Barrera Guillén, titular de la Secretaría de Ecología y Gestión ambiental.
El 13 de diciembre pasado, integrantes del Frente Tamatzima Huahua se reunieron con representantes de First Majestic Silver. En esa ocasión la empresa mostró sus planes para Santa Ana –cerrada hace casi dos décadas– a partir de 2011. El proyecto incluye trabajos a 300 metros de profundidad, a partir de la presa de jales situada en el ejido Potrero, a unos 10 minutos de Real de Catorce.
Según los planos, desde Potrero se construirá un túnel de 2 mil 300 metros que atravesará la veta madre –donde se presume que aún hay una gran cantidad de plata– y la vena de San Ramón, hasta desembocar en la vena de San Agustín.
El 10 de enero pasado First Majestic Silver aseguró que esta infraestructura subterránea estará a más de dos kilómetros del cerro del Quemado, uno de los sitios sagrados en Wirikuta.
Tunuary Chávez, integrante de la Asociación Jalisciense de Apoyo a Grupos Indígenas (Jagi) y vocera del Frente Tamatzima Huahua, asegura que los trabajos de la minera se limitarán a la zona señalada. Estudios realizados por la Jagi con sistemas geográficos revelan que el túnel de First Majestic saldrá a unos 992 metros del cerro Grande, otro punto clave de Wirikuta.
Hay una serie de inconsistencias. Hemos detectado que en algunas partes van a ir a 300 metros de profundidad y en otras a 700, según el relieve (de la sierra de Catorce). No hablan con claridad por que no hay un plan de explotación subterránea ni para desviar los flujos hidrológicos subterráneos. las mineras han desviado y contaminado. El agua que usa la gente ya no sale de manantiales, sino de las minas, dijo Chávez.
El daño, según el pronunciamiento en defensa de Wirikuta, firmado por el pueblo wixárika de Jalisco, Nayarit y Durango el 23 de septiembre de 2010, será irreversible para 16 centros de población ubicados en la superficie concesionada, que abarca seis ejidos de la zona, así como otras localidades del Bajío, en perjuicio de por lo menos 3 mil 500 personas.