La Comisión de Protección Civil en el Senado de la República evaluó el proyecto de la mina Caballo Blanco en Veracruz y considera que no es viable por su cercanía a la nucleoeléctrica Laguna Verde.

El senador Francisco Alcibíades García Lizardi, presidente de esa comisión, aseguró que hay cuestiones técnicas, políticas, ambientales y sociales para que todos los niveles de gobierno rechacen la explotación de minerales en la región de Alto Lucero y Actopan.

 

Consideró que ningún interés extranjero debe estar por encima del bienestar de la sociedad sobre todo cuando se pone le pone en peligro.
Durante su visita a Boca del Río para participar en la Jornada Regional de Protección Civil Sur-Sureste, el senador dijo que el proyecto impulsado por la empresa canadiense Goldgroup sería un peligro latente para los veracruzanos.

Recordó que por la cercanía de Laguna Verde el proyecto para explotar oro y plata en ese sitio no puede tolerarse, “la planta es una de las más seguras. Me congratulo de haber iniciado esta gestión en bien de los veracruzanos. Las demás comisiones abrazaron con interés esta posibilidad de suspender los trabajos de Caballo Blanco en Veracruz”, afirmó.

García Lizardi informó que el resto de sus compañeros estuvieron de acuerdo en rechazar la construcción de la mina y en breve se lo harán saber al gobierno federal.

“Hay muchas razones del orden ambientalista, social, técnico y político. Creo que el logro es la suma de fuerzas, no sólo de los presidentes de las comisiones, hasta del mismo Manlio Fabio Beltrones, quien tomó con buen visto esta propuesta”, dijo.

Los daños

La empresa canadiense Goldgroup pretende arrancar la explotación de oro y plata en los municipios de Actopan y Alto Lucero, a dos kilómetros de la planta nucleoeléctrica Laguna Verde.

El área de concesión minera abarca manglares, vegetación de duna costera, bosque de encino tropical y selva baja caducifolia, verdaderas islas en extinción, pues cada uno de estos tipos de vegetación representa ensambles ecosistémicos particulares.

El proyecto de Goldgroup refiere que la explotación sería a cielo abierto y se detonarían aproximadamente seis toneladas de dinamita diarias, lo que provocaría sismos.

Los constantes sismos ocasionarían el cambio y contaminación de los mantos acuíferos, y removerían los cimientos naturales sobre los cuales se construyó y opera la planta Nuclear Laguna Verde, en la que podría realizarse una grieta y crear una explosión o fuga nuclear, según estudios realizados en la zona.