La mañana de este miércoles 8 de abril fue hallado el cuerpo sin vida de Adán Vez Lira, defensor de los manglares del municipio de Actopan, Veracruz. El ambientalista fue integrante de la cooperativa La Mancha en Movimiento, quienes se dedicaban a promover el ecoturismo y la protección a las aves de la zona.

Fuentes: David Monroy Digital – Infobae   Por: noalamina.org

El cuerpo del activista apareció con varios impactos de bala en la comunidad de La Mancha del municipio de Actopan. En vida había sido un férreo opositor de la megaminería que arrasa con las regiones naturales de Veracruz, además de haber sido uno de los organizadores del Festival de Las Aves y Humedales; y de la Cabalgata por la Ecología, reconocidos a nivel nacional por fomentar la conservación de Áreas Naturales Protegidas.

El asesinato generó la condena de organizaciones ambientalistas que mantienen acciones legales y civiles para impedir la operación de mineras en las regiones de Alto Lucero y Actopan.

Integrantes de La Asamblea Veracruzana de Iniciativas y Defensa Ambiental (Lavida) denunciaron recientemente que las empresas mineras Almaden Minerals y Candelaria Minning han causado daños a manantiales y pozos de Actopan y Alto Lucero. La organización relató que los trabajos de exploración en la zona desviaron el cauce de estos cuerpos de agua.

De acuerdo con la Subprocuraduría de Medio Ambiente del Gobierno de Veracruz, un total de diez mineras cuentan con permisos federales para instalarse en Veracruz.

Hasta ahora las autoridades municipales de Actopan, Alto Lucero, Chiconquiaco, Juchique de Ferrer y Yecuatla están en contra de las instalación de las mineras.

En diciembre pasado, la secretaria de Medio Ambiente del Gobierno local, María del Rocío Pérez, reconoció que el estado de Veracruz está amenazado por proyectos de minería de empresas extranjeras.

En aquella oportunidad, ante diputados locales, dijo que se trata de “proyectos de muerte” que se quieren instalar cerca de la Central Nucleoeléctrica Laguna Verde, entre los municipios de Alto Lucero y Actopan.

“Estas actividades mineras representan un serio peligro de contaminación al suelo, agua y aire de las regiones donde se ubican convirtiéndose en un verdadero problema de salud pública, ya que dentro de sus procesos requieren del uso de grandes cantidades de químicos altamente tóxicos y de explosivos para dinamitar nuestro patrimonio natural”, alertó.

Especialistas de la Fiscalía General del Estado iniciaron las investigaciones del caso, sin embargo no han emitido posicionamiento oficial.

Según la organización Amnistía Internacional, México es uno de los países más peligrosos para defensores de la tierra, el territorio y el medio ambiente. Hasta septiembre de 2019 había documentado el asesinato de 12 ambientalistas.

En el periodo de marzo-abril, han sido asesinados otros dos activistas defensores del medio ambiente: Isaac Medardo, activista morelense defensor del manantial Chihuahuita y Paulina Gómez, defensora del territorio sagrado de Wirikuta.