Cuando el director del Instituto de la Naturaleza y la Sociedad Oaxaqueña, Juan José Consejo Dueñas, habla del impacto que tiene la minería en los recursos naturales, abarca tres niveles: las alteraciones que ésta tiene en la vegetación, el aire y sobre todo el agua, por la gran cantidad que requiere esta industria extractivista.
Fuente: NVI Noticias
Sin necesidad de conocer de cerca la problemática que enfrentan productores de Nejapa de Madero, quienes advierten que sus huertos de limones se están secando al regarlos con el agua del Río Verde o Grande, hasta donde la mina El Aguila tiene conectado un tubo que le ayuda a verter agua, recordó que esta industria está ligada a la contaminación.
Para despejar toda duda, apeló a la responsabilidad que tienen la Secretaría del Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) y la Comisión Nacional del Agua (Conagua), para realizar estudios químicos y bacteriológicos que permitan saber o descartar si la mina El Aguila, establecida en San José de Gracia, genera alguna contaminación directa al Río Verde o Grande.
Consideró la probabilidad que el sedimento verde y blanco que se acumula en el agua que cae de un tubo que conecta a dicha mina con el cause del Rio Grande, pueda tener “un exceso de nitrógeno” que aprovechan algas y bacterias para multiplicarse”, pero ante todo debe hacerse un estudio de las sustancias que se vierten al afluente.
Dañina, por sí misma
Por sí misma, al ser una de las industrias más intensivas en el consumo del agua, de acuerdo con la organización Cartocrítica, la minería afecta “tanto la disponibilidad como la calidad” del agua y tiene tres impactos directos: alto consumo, contaminación y destrucción de las fuentes de agua.
En el estudio Concesiones de agua para las mineras que desde febrero de 2016 se puede consultar en su sitio web, la organización apunta que durante 2014 en México se extrajeron 437 millones de metros cúbicos de agua a través de 417 empresas mineras con mil 36 títulos de aprovechamiento de agua.
Aunque en son tres estados del país de donde se extrae la mitad de esos 437 millones de metros cúbicos de agua (Sonora, Zacateca y Michoacán), de Oaxaca se extrajeron un millón 291 mil 894.72 metros cúbicos, mediante seis concesiones.
La misma organización señala que ese volumen de agua concesionada no contempla la que se extrae del subsuelo para “desaguar la mina” que evita que ésta se inunde.
Aunque esta agua de laboreo no requiere ninguna autorización, si puede generar “un cono de abatimiento del manto freático”, con una afectación ´puntual y local a los pozos y norias más cercanos a la mina.