La disputa de la minera First Majestic ya causó división entre la población: los mineros que laboran en la mina San Juan Unidad El Toro se manifestaron para exigir a las autoridades municipales que no cierren su centro de trabajo.
Por otro lado, los ciudadanos, quienes cayeron en pánico y cuyo estado de salud emocional se deterioró debido a los crujidos de los asentamientos donde se ubican sus viviendas, insisten en que la mina se cierre de manera temporal hasta que se realicen los estudios geológicos y se sigan los protocolos de seguridad pertinentes.
La tarde de este martes un grupo numeroso de mineros realizó una marcha desde las instalaciones de la mina hasta el ayuntamiento para expresar su desacuerdo con el posible cierre de la empresa.
Una vez en el Palacio Municipal, los mineros realizaron un breve mitin en el que informaron que recabarán firmas de la gente que quiere y está dispuesta a respaldarlos para que continúen laborando, “ténganlo por seguro, vamos a hacerlo de la forma más democrática que hay (reunir las firmas y conseguir el apoyo), pues hay bastante gente que está en desacuerdo (con el posible cierre), por lo que yo pienso que no se va a lograr”, afirmó uno de los líderes.
Posterior a ello, los mineros integraron una comisión de cinco representantes, que fue atendida por el alcalde Manuel Rosales Pérez e integrantes del cabildo, a quienes entregaron un documento de petición para que no se cierre la mina.
A las 18 horas, los ciudadanos afectados con los temblores de la tierra, y por lo que reclaman el cierre temporal de la mina, se reunieron a un costado de la Asociación Ganadera Local (AGL), e informaron que prácticamente sienten los estruendos, “incluso más fuertes que truenos cuando hay lluvia”, todos los días, ello genera una psicosis general, les quita el sueño, e incluso, una familia ya abandonó su vivienda por el daño psicológico que les causan los temblores.
Los habitantes afectados provienen de localidades aledañas a la mina como El Peñasquito, Cerro Colorado y Concordia, cuyas viviendas ya fueron revisadas por personal de la Coordinación Estatal de Protección Civil (PC), y aunque en la primera inspección PC aseguró que son 10 las viviendas que presentan daños, los afectados refirieron que tienen documentadas alrededor de 18, cantidad que sube con el paso del tiempo.
Asimismo, advirtieron que ante el severo daño que los temblores causaron tanto a sus casas como a su salud, todos los procesos que realizan para defenderse están debidamente documentados, para evitar que el caso se torne político o se dé otro tipo de interpretación.
Lamentaron además que, pese a su situación, no tengan el respaldo de las autoridades ni estatales ni municipales, ya que atendieron a los mineros, pero no a ellos.
Por su parte, Rosales Pérez reiteró que si la mina resulta causante de los daños que externan los habitantes, será ésta la que se responsabilice de restablecer los daños, de lo contrario, si se determina que son movimientos naturales, el ayuntamiento buscará programas de ayuda para dar respaldo a los afectados.
En tanto, a los mineros les explicaron que a las 13 horas se les dará una respuesta a su solicitud, en tanto los trabajadores de la Unidad El Toro, dijeron que ellos no se cierran a que se realicen los estudios geológicos que determinen la situación que se vive, pero, insistieron, no desean que se cierre su centro de trabajo.