El pozo de donde se surte de agua a los habitantes de la comunidad de El Cubo, está contaminado con polvo de los Jales, desechos del proceso de separación de los metales, que genera la minera canadiense Endeavour Silver.
Fuente: Zona Franca
Lo anterior lo constató Zona Franca por una visita que se hizo al lugar, la que se realizó por una denuncia que hicieron Angélica Olguín y Víctor Larios, militantes de MORENA, quienes proporcionaron videos en los que se evidencia la contaminación del pozo.
Los activistas pretendían que sus nombres no se publiquen, porque no quieren que el problema se politice, sino que se dé una solución a los vecinos de la comunidad; los habitantes de El Cubo han denunciado lo que sucede a otros partidos políticos, PAN, PRI y PRD, buscando apoyo y no ha servido de nada.
Lo que es cierto es la contaminación del pozo, al que se visitó guiado por una mujer vecina de la comunidad, quien pidió que no se publicara su nombre, aunque aceptó que se tomara un video en el que se queja de los daños que ha estado causando la minera canadiense a la comunidad y de la falta de apoyo del gobierno.
“La gente de la minera ha aceptado que el pozo está contaminado con jales, pero dicen que no pasa nada, que el polvo no es contaminante, que no hace daño, eso es lo que nos han dicho”, señaló la señora, quien contó que ella nació en El Cubo y que toda su vida la ha pasado en el pueblo del que dice, le parece un pueblo mágico.
“Cuando sopla el viento fuerte levanta los jales, el polvo de la presa de jales e inunda el pueblo, además de que contamina el pozo, la ropa, los trastes, todo se llena de polvo, en los meses que hay ventarrones quedamos todos tiznados por el polvo”, señaló la mujer quien comentó que ella cree que deberían de buscar el apoyo de alguna organización de lucha como Antorcha Campesina, para hacer que los dueños de la minera atiendan los problemas que generan.
El pozo que surte a la población está a unos metros de la presa de jales, en la que se estuvo descargando desperdicio de la actividad minera hasta los primeros meses del año, lo que se habría suspendido después de una denuncia que presentó Alberto Silva, presidente de la Asociación Civil Renacimiento del Mineral del Cubo Pueblo Mágico, ante la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente, pues esa actividad se estaba realizando sin contar con el permiso correspondiente.
Así, aunque ya no se están depositando jales en la presa que está encima del pueblo, sí lo hacen en otros lugares que dan a otra cañada, el problema continúa, pues con el viento el polvo se levanta y cae sobre la comunidad, además de que contamina el pozo porque este se mete por los resquicios y generalmente una de las puertas de la estructura que lo tapa permanece abierta.
Para evitar problemas la minera pretendió reubicar el pueblo
“Son muchos los problemas que nos está causando la minera, incluso hace dos o tres años, cuando nos empezamos a quejar, la minera hizo la propuesta de reubicar el pueblo, en la parte alta de la cañada, cerca de donde está el edificio de la escuela secundaria”, contó la mujer.
Lo señalado por la vecina de la comunidad, lo confirmó Miguel Ramírez Rocha, otro habitante de El Cubo, quien dijo que la oferta era construir casas en la parte alta de la cañada, pero la gente no quiso y como el cura que da misa en el templo de San Nicolás de Tolentino, se opuso, ya no le movieron a esa propuesta.
El Cubo es un pueblo antiguo, la iglesia de San Nicolás de Tolentino está catalogada por el Instituto Nacional de Antropología e Historia como patrimonio de la humanidad, por eso los dueños de la minera ya no le movieron, añadió Ramírez Rocha.
“Dicen que los polvos de los jales no hacen daño, pero la verdad es que si te tomas esa agua te enfermas de la panza, pero dicen que eso no es cierto, que somos unos argüenderos”, señaló la mujer que mostró el pozo, quien agregó que es seguro que los problemas seguirán, pues “los canadienses se creen dueños de todo; han puesto cercas por todos lados y ya no se puede ni caminar libremente”.
Antes nada más se explotaba una mina, la de San Felipe, que está dentro del casco de la hacienda minera, que era de los Villagómez, ahora han abierto minas nuevas, como son: Rampa Dolores, Rampa Santa Cecilia, Mina Los Silvestres y Mina Nivel 60.
“La actividad minera va a seguir, eso es un hecho, pues han estado haciendo exploraciones por todos lados, y pues el pueblo les molesta, ellos quieren arrasar y llevarse el mineral los más pronto que se pueda”.
Los canadiense ni siquiera quieren contratar a gente del pueblo, traen gente de otros estados, hay mucho desempleo, la gente se va a la ciudad a buscar trabajo, concluyó Miguel Ramírez.