Denigrante complicidad entre estado y empresas mineras. La Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) de Méxcio, entregó certificados de Industria Limpia 2015-2016 a las mineras de Grupo México, Peñoles y Penmont, causantes de diversos y graves derrames de tóxicos en territorio sonorense. La ceremonia de premiación se realizó en Sonora el pasado viernes 24 y los funcionarios públicos entregaron 14 galardones “a empresas del sector minero que desarrollan prácticas ambientales correctas”.

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Fuente: Proceso

Por la Semarnat acudió la subsecretaria de gestión para la Protección Ambiental, Martha Garcíarivas Palmeros, y por la Profepa atestiguó la certificación el subprocurador de Inspección Industrial, Arturo Rodríguez Abitia.

Los funcionarios públicos entregaron 14 galardones “a empresas del sector minero que desarrollan prácticas ambientales correctas”, según la información enviada por la Cámara Minera de México (Camimex) a través del despacho privado de difusión AK Comunicación.

La certificación “industrias limpias” otorgada por la Semarnat y avalada por la Profepa se entregó a Industrial Minera México, propiedad de Grupo de México, que es parte del consorcio responsable del macro derrame de 40 millones de litros de cobre acidulado y otros metales pesados sobre los ríos Sonora y Bacanuchi, que afectó a 25 mil sonorenses a lo largo de 274 kilómetros en siete municipios de la sierra, y dejó daños aún sin cuantificar en Cananea y Hermosillo.

Esta contingencia –calificada por el exsecretario de la Semarnat, Juan José Guerra Abud, como “el peor desastre ambiental de la industria minera del país”– acabó con las cadenas productivas familiares en la entidad y provocó el éxodo de miles de personas en la sierra baja.

Es el caso de Marisela Mejía, quien hace siete meses dejó el estado y viajó a Arizona, Estados Unidos, para que sus hijos Nicole y Alfredo, de ocho y nueve años, respectivamente, fueran atendidos por especialistas en contaminación en sangre por metales pesados como aluminio, plomo y cobre.

Un toxicólogo de la Unidad de Vigilancia Epidemilógica y Ambiental de Sonora (UVEAS) le recomendó que se retiraran de la “fuente de exposición de tóxicos mineros” debido a que la familia, originaria de Baviácora, se mantenía en contacto directo con el río Sonora.

Otras de las empresas certificadas es Minera La Parreña S.A de C.V., Unidad Milpillas, propiedad de Peñoles, a cargo del magnate Alberto Bailleres.

Durante dos años esa minera descargó los excedentes de sulfato de cobre sobre el arroyo Milpillas, afluente de la presa del Comaquito, que lleva agua a mil 900 hectáreas de producción agrícola y donde abrevan 35 mil cabezas de ganado.

Como lo difundió Apro el 30 de abril de 2015 con el título “Acusan a minera de Peñoles de contaminar arroyo en Sonora”, los desechos mineros tornaron de color turquesa el arroyo Milpillas a lo largo de 8.5 kilómetros sobre el ejido Miguel Hidalgo, municipio de Santa Cruz, donde dejó a su paso un bosque de árboles secos y caudales que llevan el mensaje de muerte.

El ejido Miguel Hidalgo, de una extensión superior a las 43 mil hectáreas, se encuentra a 279 kilómetros al noreste de Hermosillo, aproximadamente a 37 kilómetros al suroeste de Cananea y a 47.8 kilómetros de Santa Cruz, la cabecera municipal.

Guadalupe Rivera, ejidatario de Milpillas, lamentó el distintivo otorgado a La Parreña S.A. de C.V., y puntualizó que los inspectores ambientales “sólo miran adentro de la mina donde está todo acomodadito y omiten los estudios a las zonas exteriores donde toda la vida se está acabando”.

El ejidatario añadió a su denuncia que la mina de Peñoles continúa descargando los residuos mineros sobre el arroyo Milpillas donde se encuentra su hogar, rancho familiar desde hace más de 50 años.

“Aquí nacimos y crecimos, nunca habíamos comprado agua en garrafón y ahora tenemos que comprarla porque ya no confiamos en el río donde crecimos debido a que la superficie se observa que está llena de químicos y ya no se da la vida como antes se veían los peces sobre el caudal”, comentó.

En el caso de la minera Penmont S. de R.L. de C.V., registró dos derrames de solución cianurada. El primero se registró el pasado 7 de enero en Caborca, a unos 277 kilómetros al noreste de esta capital sonorense.

En aquella ocasión se desbordaron 82 mil litros de solución cianurada. Alrededor de 64 mil litros de la sustancia fueron rebombeados a los patios de lixiviación y los 18 mil restantes absorbidos por el material utilizado para la construcción del bordo de contención.

El cianuro es un agente químico transportado y utilizado para la separación del oro del resto de los minerales que se encuentran en la tierra.

El 8 de mayo la Profepa inició el protocolo de atención para cuantificar el derrame de una solución con baja concentración de cianuro, en piletas de contingencia de la planta Merrill Crowe de Minera Penmont, S. de R.L. de C.V., unidad La Herradura, galardonada el pasado viernes.

El reporte de la dependencia federal estableció que el incidente se registró el 6 de mayo y provocó que la empresa suspendiera sus actividades productivas por casi 14 horas en la mina.