La esperanza se arremolinaba en los ojos de los rancheros y las amas de casa. Los rostros difusos de estudiantes cambiaban, se les dibujaban sonrisas contagiosas. El enojo de las señoras se apaciguaba al ver a todas esas personas que se unían para manifestarse contra los nuevos colonizadores. Este 10 de agosto, afuera del recinto de la audiencia pública, había una insurrección ciudadana, organizada y pacífica. Después de cinco años, la ilusión por detener a Los Cardonesseguía viva.
Fuente: SDP Noticias
El deseo por no permitir la llegada de Los Cardones logró unir, en un hecho inusitado, a cinco ejidos: San Vicente de Los Planes, El Sargento y su anexo La Ventana, Agua Amarga y El Pescadero.
La planta portátil que utiliza el ayuntamiento de La Paz cuando no paga a Comisión Federal de Electricidad (CFE) duraba escasos segundos encendida. El pasillo que conecta con la Sala de Cabildo Manuel Santa Ana González, a esa hora de la mañana, quedaba a oscuras y sin aire acondicionado. Todos querían entrar, todos buscaban participar en la cita solicitada por ciudadanos y ciudadanas en la que explicarían a regidores y al presidente municipal Francisco Monroy, y que por fin daría la cara, porqué minera Los Cardones no debe conseguir el cambio de uso de suelo.
Una decena de manifestantes quedaron atorados en el interior. Eran más afuera. La explanada rebozaba con gente de Todos Santos, Los Cabos y La Paz. Los ejidos también arribaban ese jueves seis de agosto de 2015 para recordar su rechazo a la minería a tajo abierto, y la extraña manera de proceder de ediles y funcionarios municipales. Integrantes del Frente Ciudadano en Defensa del Agua y la Vida rechazaron la invitación del alcalde a un debate con la empresa Desarrollos Zapal, en vez de eso, exigieron encuentros distintos. El primero fue con aquellos en contra a las 10:30 de la mañana; el segundo lo efectuarán con la empresa a las 18:00 horas.
La logística para el evento permitiría el ingreso de sesenta personas y dieciocho reporteros, según confirmó la Dirección de Comunicación Social. Por ello, la premura por entrar. No dejarían meter cartulinas o mantas que criticaran la minería. Tampoco hablarán todos, sólo veintitrés. Los policías municipales custodiaban las únicas dos entradas, y siguieron las órdenes sin chistar. Al ver casi lleno el recinto, con los regidores dentro, los policías municipales empujaron las puertas, ocasionando tensión con quienes quedaron a un paso de ingresar que golpearon la puerta de plástico blanca. La luz volvió a coquetear con quedarse, pero se esfumó de inmediato.
Después de casi una hora de retraso, el primer regidor Fausto René Álvarez Gámezocupó la silla del presidente municipal. Francisco Monroy, una vez más, huyó a escuchar los argumentos de ingenieros, maestros en ciencia, expertos en hidrología y metales pesados, abogados, ejidatarios, empresarios inmobiliarios, médicos, representantes de asociaciones civiles. ¿No quiso atender pese a la invitación que él mismo hizo? La ausencia generó suspicacias y un pequeño alegato con Álvarez Gámez que ahora representaba la figura del alcalde en la audiencia pública.
Con altavoz en mano, el primer regidor intentaba comunicarse, pero el calor y el sobrepeso comenzaban una respiración entrecortada que dificultaba hablar. Intentaba en vano de actuar conciliador. “Lo único que hacen es mentir, alterar procedimientos, es tráfico de influencias, es abuso de autoridad”, gritaban los inconformes con la minera. Ante las acusaciones sobre irregularidades en la Dirección General de Desarrollo Urbano y Ecología, Álvarez Gámez, ya de pie, levantó la voz y amenazó con no iniciar la sesión si interrumpían otra vez. Luego, el secretario general Núñez Rosas inició la lectura del orden del día.
Y así, sin luz, sin Francisco Monroy, sin la presencia de los regidores Javier Martínez y Silvia García, empezó la maratónica reunión que duró poco más de cuatro horas. Conforme pasó el tiempo, cualquier objeto era útil para espantar el bochorno, por lo menos, de la cara. Hojas blancas, cuadernos o la mano. Los aromas rancios ganaba terreno contra los perfumes de marca: literalmente un caldo de hombres y mujeres que, sin importar, aguantaron hasta el término de la sesión pública de Cabildo.
Adentro
El primero en presentarse fue científico experto en hidrología del Centro de Investigaciones Biológicas del Noroeste (Cibnor) y representante del Observatorio Ciudadano del Agua, Arturo Cruz Falcón. Lamentó que la concesión del proyecto minero en sierra de La Laguna, se ubicara “desafortunadamente, en las partes altas de las cuencas hidrológicas de La Paz, El Coyote, Los Planes y El Carrizal que son las mismas zonas de captación de agua de lluvia para recarga de los acuíferos”.
Mientras informaba, una persona agarraba el megáfono y un micrófono negro que funcionaba con baterías para que la gente en el exterior pudiera percibir lo que exponían en el interior. Los regidores escuchaban atentos, en ocasiones, se distraían para revisar sus celulares o susurrarse al oído entre ellos. Núñez Rosas garabateaba una hoja blanca evitando tener contacto con los manifestantes que continuaban prestos a continuar.
El boquete que abrirá la empresa minera, dijo, tiene una profundidad de 500 metros hasta llegar al nivel freático o área impermeable que contiene agua. El diámetro se extiende, aseguró, por más de seis kilómetros cuadrados, y en los que se talarán árboles. Los depósitos de la minería antigua de San Antonio y Los Planes “no fue tan grave en comparación con la moderna”.
“La deforestación severa durante el proceso de explotación en las zonas serranas de las cuencas de La Paz, Los Planes y El Carrizal –explicó– son las principales zonas de captación y recarga de agua de lluvia, lo que provocará erosión disminuyendo la capacidad de captación, y por consiguiente menor recarga de los acuíferos”. Enseguida les comentó a los regidores: “no es capricho, son sudcalifornianos, tienen hijos y nietos, póngase la camiseta de su estado”. Recordó que las presas de jales o desechos con concentraciones de cianuro y otros químicos estarán expuestas a microsismicidad constante y a huracanes.
La siguiente en la lista fue la doctora del Centro Interdisciplinario de Ciencias Marinas (Cicimar), Janette Magalli Murillo Jiménez. La experta en geoquímica ambiental habló de la contaminación de 40 pozos con arsénico en la zona de Los Planes con concentraciones de 2,070 microgramos por encima de la norma mexicana permitida que es de 25 microgramos. “De cada 10 casos de cáncer, cinco provienen de esa zona minera”, expuso.
La dinámica en las oficinas municipales recordó las dos o tres veces en las que ciudadanos y ciudadanas presentaron argumentos contra Desarrollos Zapal, en consultas públicas que la Dirección General de Impacto y Riego Ambiental realizó durante los cinco años que ha intentado la minera vinculada con Grupo Invecture y Ricardo Salinas Pliego conseguir la autorización de la Semarnat, y no desistirán hasta encender las máquinas, colocar las cargas de TNT y explotar la Reserva Biósfera Sierra La Laguna. De hecho, la administración de Enrique Peña Nieto otorgó una autorización con más de 30 condicionantes, entre ellas, comprobar la posesión de los terrenos.
“Existen indicios, evidentes, abundantes, que hacen imposible que se llegue a tomar una solución legal. El promovente ni siquiera no ha cumplido con lo elemental que es demostrar su personalidad y la propiedad de los predios que solicita. Hay una resolución de 2012 de la Secretaría Reforma Agraria en la que dos predios que conforman el núcleo del proyecto: Jesús María y El Encantado (…) entonces, ¿de dónde vienen los predios que demuestran la legal procedencia?”, expresó por su parte el abogado John Moreno de Todos Santos.
El deseo por no permitir la llegada de Los Cardones logró unir, en un hecho inusitado, a cinco ejidos: San Vicente de Los Planes, El Sargento y su anexo La Ventana, Agua Amarga y El Pescadero. Solicitaron al Cabildo no emitir el cambio de uso de suelo. Todos coincidieron en que el Cabildo debe obedecer a su pueblo y no al interés de una empresa. Poco antes, la luz llegó al recinto y alivió el tortuoso calor.
Por eso, el conocido litigante Arturo Rubio Ruíz habló sobre las firmas que se recolectan para un mandato ciudadano que obligue a los concejales, mediante la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, a votar en contra, porque “es un ejercicio soberano”. Dicha figura jurídica es reconocida por la Corte Interamericana de Derechos Humanos.
También Eliodoro Fiol Martínez, representante de empresas de cultivos orgánicos de Los Cabos, Todos Santos y Los Planes demostró que de autorizarse la minería más de 10 mil empleos se verían afectados por los 300 que ofrece Los Cardones. Lo mismo dijoVincent Ferrero, por naturalización mexicano, quien a nombre de SOS organismos empresariales, de desarrolladores turísticos-inmobiliarios, hoteleros, prestadores de servicio de Los Cabos (Canaco, CCC, Asociación de Hoteleros, entre otros), señaló que podrían perder 100 mil empleos directos. Eduardo Ramírez de la Asociación Mexicana de Profesionales Inmobiliarios (AMPI) en La Paz agregó que la plusvalía de predios o terrenos bajaría hasta un 50 por ciento.
Así pasó cada uno de los 23 ponentes a exigir a Cabildo. Por más de cuatro horas. Los que aquí aparecen sólo son unos cuantos, muy pocos, pero coincidían en una cosa: Los Cardones más que beneficios, traerá impactos negativos a la economía y medio ambiente de Baja California Sur.
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Afuera
En cuanto se cerró la puerta comenzaron las consignas. Sólo las pantallas de celulares y cámaras de video brillaban en la mañanera oscuridad del pasillo de la sala de Cabildo, en la que el murmullo de las sombras se escuchaba como el océano Pacífico reventando a lo lejos contra la playa. Afuera cientos se amontonaban a la expectativa de lo que sucedería. Las pancartas y mantas que no entraron a la sesión estaban extendidas: “Agua=Vida”.
Un hombre con gafas oscuras apareció con un peculiar mensaje en su cartulina blanca: “Chapo, tú tienes el poder de protegernos de la Minería Tóxica”. La imagen más que generar críticas desprestigio al movimiento, al contrario, se compartió ciento de veces en redes sociales, llegando a quienes no conocían sobre la lucha ciudadana.
Las firmas no paraban, en tres días recolectaron más de ocho mil e iban por más. La preocupación los llevó hasta allí. Los hizo organizarse desde distintos frentes, no es una persona quien lidera, son varios ciudadanos y ciudadanas que desenmascararon las negras intenciones de los funcionarios municipales que iniciaron un proceso irregular para cambiar el uso del suelo saltando la escala burocrática, y una supuesta presión a ladirectora de Desarrollo Urbano y Ecología Socorro Icela Fiol Manríquez para que rubricara un oficio que nadie sabe de dónde vino a favor de la minera
Afuera la esperanza se arremolinaba en los ojos de los rancheros y las amas de casa. Los rostros difusos de estudiantes cambiaban, se les dibujaban sonrisas contagiosas. El enojo de las señoras se apaciguaba al ver a todas esas personas que se unían para manifestarse contra los nuevos colonizadores. Afuera había una insurrección ciudadana, organizada y pacífica. Después de cinco años, la ilusión por detener a Los Cardonesseguía viva. Afuera, esa tarde del jueves cantaron una canción de banda a capela que escribió un músico de Todos Santos en contra de la minera:
Soy un todosanteño y les traigo mi canción:
La sierra La Laguna de la biosfera es reserva,
Hermosa como ninguna por eso dios la conserva.
Cuando la audiencia pública comenzó, todos se acercaron hacia las bocinas negras ubicadas a un lado de la puerta de cristal de la entrada. Con atención escucharon, y daban rienda suelta a la algarabía en cuanto un dato convincente del peligro que corre, tanto la serranía como la gente que habita el municipio, se daba a conocer a los regidores, emoción similar a la de un aficionado que celebra una buena jugada de su equipo de beisbol favorito por la radio.
Al final, algunos de los exponentes salieron a informar que había pasado. Los aplausos sonaba cada que alguien acababa su discurso, en el que una frase sonaba siempre: “Ellos son nuestros empleados”.