La empresa Hidro Santa Cruz S.A., vinculada a la empresa española Hidralia, renunció a su proyecto minero en Santa Cruz Barillas, en el departamento guatemalteco de Huehuetenango, al no contar con el respaldo social necesario.
Fuente: EFE
La empresa Hidro Santa Cruz S.A, vinculada a la empresa española Hidralia, renunció a su proyecto minero en Santa Cruz Barillas, en el departamento guatemalteco de Huehuetenango, al no contar con el respaldo social necesario.
“Hidro Santa Cruz S.A. no continuará en Guatemala y actualmente se encuentra en proceso de extinción”, comunicó hoy la empresa en un campo pagado en la prensa local de Guatemala.
La decisión ya ha sido comunicada oficialmente al Gobierno de Guatemala después de un proceso de deliberación de meses en el que la compañía concluyó que no concurrían las exigencias técnicas ni económicas para seguir adelante.
El proyecto Cambalam, reconoce la compañía, no cuenta con la “aceptación de una parte significativa” de los pobladores locales.
En 2015, al menos tres dirigentes sociales que participan en la resistencia pacífica contra el proyecto fueron detenidos y organizaciones no gubernamentales han denunciado en repetidas ocasiones la vulneración de los derechos humanos en estos territorios.
Según la ONU, las autoridades de Guatemala han concedido licencias y autorizaciones para proyectos hidroeléctricos, explotación de recursos naturales o negocios de monocultivo en áreas indígenas, sin respetar el derecho a la consulta de estos pueblos.
Consideraron que el Estado guatemalteco ha permitido así el despojo de tierras históricamente propiedad de los pueblos indígenas, dejando a éstos en una situación de desprotección
En 2015, trece defensores de derechos humanos fueron asesinados en el país centroamericano, seis más que el año anterior. Desde el 2000 se han registrado oficialmente 4.485 agresiones, casi una al día.
Distintas oenegés han denunciado una campaña de “represión constante” con detenciones arbitrarias, desalojos forzosos asesinatos y encarcelamientos.