La tercera parte del territorio centroamericano está concesionado a favor de compañías mineras transnacionales, especialmente canadienses. Los números de la ocupación extractiva son escalofriantes: 75 proyectos de explotación y 438 proyectos de exploración.
Fuente: Radio Mundo Real
En el caso salvadoreño los proyectos de explotación son tres mientras que otras 23 son de exploración, muchos de los cuales se encuentran estancados debido a la fuerte resistencia de las comunidades afectadas.
De ahí que el capítulo salvadoreño del Movimiento Mesoamericano contra el Modelo Extractivo Minero (M4) reclame la instauración de legislación tendiente a detener el avance de estos proyectos y la aprobación de otros nuevos.
Las organizaciones nucleadas en torno al M4 El Salvador manifestaron en contacto con los medios de prensa su preocupación por el texto de una propuesta de los Ministerios de Economía y de Medio Ambiente, referente al proyecto de ley de suspensión de exploración y explotación minera, la cual está orientada a regular y No a prohibir definitivamente la actividad minera en el país.
Así lo expresa José Acosta, de la organización Amigos de la Tierra CESTA, al intervenir en la rueda de prensa, quien remarcó que la actividad minera genera efectos irreversibles en materia ambiental, pero también perjuicios de salud, psicológicos y económicos sobre las poblaciones.
“Necesitamos una legislación que más que regular, prohíba la minería metálica en el país de una vez por todas”, dijo Acosta.
Dulce o vida
El M4 salvadoreño reclamó a la Asamblea Legislativa de ese país descartar dicha iniciativa legal “que deja abierta la posibilidad para que transnacionales mineras continúen con sus pretensiones de exploración y explotación minera”.
También subrayan como necesario “generar un debate serio y de alto nivel sobre las consecuencias de la minería metálica en el país, y se apruebe una ley que prohíba la minería metálica con uso de cianuro” y la consulta informada y previa a las comunidades afectadas en el marco de cualquier discusión sobre la problemática minera.
Al respecto intervino Francisco Pineda, del Comité Ambiental de Cabañas, para quien la legislación que maneja el gobierno de Mauricio Funes no contempla la consulta ni la participación de las comunidades. “Es nuestra vida la que se ve amenazada cuando las empresas quieren sacar este oro y plata”, dijo. “Nos quieren dar un dulce para quitarnos la vida”, ejemplificó.
Canasta incompleta
Por su parte Rina Navarrete, de la Asociación Amigos de San Isidro Cabañas (ASIC) cerró la rueda de prensa señalando los reclamos del M4 a las autoridades salvadoreñas.
“Ya es tiempo que El Salvador cuente con una ley que prohíba la minería metálica, para evitar que las empresas transnacionales mineras que aún tienen la mirada en nuestro territorio, se convenzan de una vez por todas que aquí no habrá minería”, dijo Rina.
Indicó que el argumento según el cual la minería genera fuentes de empleo debe ser desmentido: “la mayoría de quienes trabajan en la minera ni siquiera alcanzan con su salario a una canasta básica”, dijo.