Comunidades del departamento salvadoreño de Morazán (oriente) son afectados aún por los residuos de los metales pesados que dejó una mina trasnacional que operó entre 1870 y 1970, denunció hoy el no gubernamental Centro de Investigación sobre Inversión y Comercio (Ceicom)
Uno de “los resultados que obtuvimos de hacer análisis de suelo es que hay arsénico en 38,19 miligramos por kilogramo de muestra”, por encima de las normas internacionales, dijo a Efe Cidia Cortés, investigadora de Ceicom, organismo independiente contra la minería que presentó el informe a la prensa.
“De plomo encontramos 1.038,55 y la norma dice que debe ser de 40 hasta 550 miligramo por kilogramo de muestra; de aluminio, encontramos 23.125,38 miligramos por kilogramo, pero no encontramos en las normas las cantidades permitidas” de este metal, aclaró.
También se determinó la presencia de zinc “arriba de las normas internacionales”, en “2.082 miligramos por kilogramo, y la norma establece que debe ser de 62 hasta 300”, precisó Cortés.
Señaló que de cadmio se encontraron 16,51 miligramos por kilogramo, y la norma establece de 0,70 hasta 3,5 miligramos.
La investigación, “Determinación de metales pesados en suelos, sedimentos y semilla de maíz, en áreas agrícolas expuestas a desechos de minería metálica y su repercusión en la cadena alimenticia”, se llevó a cabo en El Divisadero (Morazán).
Los impactos de los desechos mineros no sólo han afectado a la comunidad La Alamera, en El Divisadero, sino también al caserío Villa Modelo, detalló el CEICOM en un comunicado.
El informe apuntó que en La Alamera estuvo ubicada la mina Monte Cristo, “propiedad de la trasnacional Commerce Group”, de Estados Unidos, que según datos del Ministerio de Economía explotó oro y plata desde 1870 hasta 1970, añade el boletín.
De acuerdo con Cortés, el “desecho producto de la extracción del oro quedó disperso en la zona”, y ahora, 42 años después del cierre de la mina, aún sigue contaminando.
Según la investigación, los metales pesados están afectando también la cadena alimenticia, “ya que se encontraron en maíz, suelo y sedimento, pero necesitan ser más investigados para determinar objetivamente el daño a la salud de los y las pobladoras”.
“Los desechos mineros están cubiertos por maleza y se confunden con el suelo para cultivos agrícolas”, destacó el boletín.
De acuerdo con Cortés, la investigación, que duró un año, da algunos “elementos” de la gravedad del problema, pero es necesario que el Estado siga investigando.
El estudio da “elementos muy evidentes, muy palpables, de que la explotación minera en El Salvador es inviable”, advirtió.
Cortés demandó “la pronta aprobación de una ley que prohíba la minería metálica en El Salvador porque los impactos son evidentes”.
En El Salvador no existe una ley que prohíba la minería, pero el presidente Mauricio Funes ha reiterado en varias ocasiones que su Gobierno no autorizará proyectos de exploración y explotación minera en el país.
(Agencia EFE)