La dirigencia del ex gobernante ARENA debe aclarar si la postura pro minera del diputado Vicente Menjívar es institucional o si es personal, para que el país determine si deberá pedirle cuentas al partido o al referido legislador en particular.
Por Equipo de comunicaciones de la Mesa Nacional frente a la Minería Metálica.
12/01/2011. Menjívar ha destacado desde final del año pasado por promover la explotación minera, repitiendo las mentiras de Pacific Rim y demás empresas extractivas que presionan por una ley permisiva de esa tenebrosa industria vetada por la Administración Funes.
En la última sesión de la Comisión de Medioambiente y Cambio Climático de la Asamblea Legislativa, el parlamentario arenero se mostró servil ante los representantes mineros y, en declaraciones posteriores a una radio local, repitió sin escrúpulos los falaces argumentos de las compañías extractivas: que el 67% de la riqueza se quedaría en el país y que no habría contaminación ambiental.
Con semejante conducta, Menjívar retoma el rol del ex pecenista Orlado Arévalo (antiguo promotor de Pacific Rim) y deja mal parada a ARENA, partido que se ganaría el repudio nacional al respaldar proyectos que son rechazados por el Ejecutivo y la mayoría de sectores sociales, religiosos y académicos del país, incluidos sectores conservadores afines a ARENA.
Con esta posición, el principal partido de derecha también contradice posturas anti mineras externadas en el pasado, principalmente durante la administración del ex presidente Antonio Saca, quien le negó el permiso de explotación a Pacific Rim.
Atendiendo la línea del Ejecutivo, ARENA se abstuvo de apoyar el proyecto de ley elaborado por Pacific Rim y presentado en el Parlamento por Orlando Arévalo, Roberto Angulo, Francisco Merino y otros diputados del corrupto PCN. ARENA, incluso, respaldó un recomendable parcial al Ejecutivo que pedía negar permisos de explotación y suspender las licencias de exploración minera.
La última acción anti minera realizada por el grupo parlamentario arenero fue la introducción de una pieza de correspondencia que expresaba preocupación por la instalación de la mina Cerro Blanco, en Jutiapa (Guatemala), por los daños que podría causar al Lago de Guija y al Río Lempa.
Todo lo anterior se vino abajo con la nueva postura que plantea ARENA a través del diputado Menjívar. Por tanto, la cúpula arenera, encabezada por el ex presidente Alfredo Cristiani, debe aclarar y rectificar, si no quiere enfrentar el emplazamiento de los mismos sectores de derecha que rechazan la minería.
Como principal culpable del grave deterioro ambiental del país y responsable del otorgamiento de licencias de exploración minera a empresas que hoy demandan al país en tribunales internacionales, lo menos que debería hacer ARENA para reivindicarse es rechazar los proyectos mineros y votar a favor de una Ley que los prohíba en forma definitiva.
Mientras tanto, Menjívar debe ser investigado por el Tribunal de Ética Gubernamental, la Corte de Cuentas y por la Fiscalía General de la República para indagar los motivos de su apoyo a la explotación minera.
Esto es necesario porque, conociendo las estrategias corruptoras de las compañías extractivas, no sería extraño que hayan comprado la voluntad del cuestionado legislador arenero.