Existen gran cantidad de coligalleros (1) que emplean maquinaria pesada acelerando la destrucción del cerro Guaitilar que se encuentra zanjeado, perforado como si le hubiera caído una bomba, con la montaña destruida, con botellas plásticas por doquier, cobertizos plásticos para protegerse de la lluvia, extrayéndose diariamente grandes cantidades de broza a través de coligalleros que salen a pie y en carros doble tracción y aparentemente, planean instalar varias rastras en el lugar para procesar rústicamente el oro.

 

Por Sonia Torres Arguedas (*)

Miramar, 12 setiembre 2011

En 1997 las comunidades porteñas y guanacastecas enfrentaron una fuerte lucha contra la transnacional minera canadiense LYON LAKE MINES. La pretensión de esa empresa incluía la apertura de una mina de oro a cielo abierto que contemplaba dos tajos, uno en el Cerro Beta Vargas, jurisdicción de Puntarenas y el otro en el Cerro Guaitilar en la comunidad de Lourdes de Abangares, donde se encuentra aparentemente un yacimiento millonario de onzas de oro y plata.

NOVONTAR S.A., empresa subsidiaria de la canadiense, solo alcanzó a construir las pilas de lixiviación bajo techo y la explotación parcial del Cerro Beta Vargas en Chomes, Puntarenas. La fuerte resistencia ofrecida por la comunidad guanacasteca de Lourdes, el apoyo de comunidades porteñas, el no contar con los permisos de la Municipalidad de Puntarenas, el bajo precio del oro en el mercado internacional y supuestos problemas técnicos de “aglomeración”, obligaron a la empresa a cerrar operaciones, dejando una estela de destrucción y ruinas en el lugar.

Si bien en ese entonces, el Cerro Guaitilar, sobrevivió a la amenaza, hoy se encuentra sucumbiendo ante la desmedida fiebre del oro amparada en altos precios del oro y en reformas mineras que, tal y como se anticiparon por algunas personas y organizaciones, terminarían estimulando la explotación del oro.

El Cerro Guaitilar formaba parte de la Hacienda La Trampa, propiedad de la familia Segnini Lamas; pero desde hace varios años, fue adquirido por el Kikiriki Loco de Guanacaste, sociedad que pertenece a unos “turcos”, los que en principio, según versiones que circularon en la comunidad de Lourdes, pensaron en desarrollar proyectos de turismo rural de bajo impacto, con cabañas rústicas, utilizando el historial minero del lugar como atractivo turístico.

Durante el año 2010 fue notorio que en el Cerro Guaitilar y los alrededores se construyeron caminos de acceso, e incluso personas vinculadas con el proyecto turístico hicieron averiguaciones en la Asociación de Desarrollo Integral de Lourdes sobre la fuerte lucha que se desarrolló en el pasado contra la concesión minera Beta Vargas y el riesgo para los recursos hídricos de las comunidades de Lourdes y Arizona. Era común observar, de vez en cuando, uno que otro coligallero saliendo del lugar; pero posteriormente a las vías de acceso construidas, y a la aprobación de las reformas al Código de Minería, aumentó el flujo de coligalleros, que incluso utilizan actualmente vehículos de doble tracción para sacar el material.

Hoy día, en el lugar existen gran cantidad de coligalleros que emplean maquinaria pesada acelerando la destrucción del cerro Guaitilar que se encuentra zanjeado, perforado como si le hubiera caído una bomba, con la montaña destruida, con botellas plásticas por doquier, cobertizos plásticos para protegerse de la lluvia, extrayéndose diariamente grandes cantidades de broza a través de coligalleros que salen a pie y en carros doble tracción y aparentemente, planean instalar varias rastras en el lugar para procesar rústicamente el oro.

Supuestamente la explotación ilícita está siendo liderada por los dueños turcos y su empleado el señor Oscar Araya, los coligalleros y los Hermanos Dennis y Paulo Segnini, aparentes dueños de la maquinaria pesada.

El negocio va en grande. Ya habría sido construida una rastra que estaría siendo instalada en cualquier momento en el lugar. Según versiones que circulan en la comunidad, la rastra se construyó en Las Juntas de Abangares por encargo de don Juan Rojas y se planean construir e instalar tres rastras más en el Cerro Guaitilar.

Entre los rumores que circulan en la comunidad abangareña, también se menciona que algunos representantes del MINAET habrían participado de una fiesta con coligalleros para celebrar el millonario hallazgo y acordar las formas de explotación para pasar desapercibidos ante la ley y la Asociación de Desarrollo Integral de Lourdes que lideró en el pasado la lucha.

Con beneplácito o no de las organizaciones mineras de Abangares y del MINAET, lo cierto es que diariamente ingresan al Cerro Guaitilar numerosos coligalleros que aumentan día a día, cuentan con maquinaria pesada en el cerro, utilizan vehículos doble tracción para transportar el material extraído mientras producen una estela de destrucción.

La nueva fiebre del oro mantiene en alerta a la comunidad abangareña de Lourdes, que se prepara para defender nuevamente las aguas de la comunidad. Ahora solo queda esperar que la Asociación de Desarrollo Integral de Lourdes decida, si lidera nuevamente la lucha, o si al igual que otras organizaciones en Abangares, van a sucumbir y hacerse de la vista gorda deslumbrados por el brillo del oro que amenaza las aguas de la comunidad.

(*) Ing. Forestal, Comité Ambiental Miramar

(1) Coligallero: Minero artesanal que extrae oro en yacimientos superficiales

cobertizos plásticos, zanjeos en Cerro Guaitilar

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zanjeos, remoción de cobertura y erosión en Cerro Guaitilar

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